Ayer, cerca de las 18.00, el Presidente Gabriel Boric regresó a La Moneda. El Mandatario ya había concluido su jornada en Palacio y estaba participando en una actividad en el Museo de la Memoria cuando cambió de planes y volvió para zanjar -pese a que públicamente aún se resistía a la idea, ya que no quería ceder a las presiones de la derecha- la salida del gobierno de su amigo y compañero de ruta política: Giorgio Jackson (RD).

La decisión -que era una alternativa que Boric había puesto sobre la mesa en privado, pero no para concretar esta semana- la tomó a casi dos meses de que se destaparan los cuestionados convenios entre fundaciones y reparticiones del Estado, casos que están siendo investigados por el Ministerio Público y en el que están involucrados militantes de Revolución Democrática, colectividad que fundó Jackson.

La renuncia no fue una decisión fácil ya que a ojos del oficialismo significa un duro golpe para Boric, debido a que Jackson es su colaborador más estrecho y uno de los ideólogos del proyecto político del Frente Amplio.

Así, el hasta ayer titular de Desarrollo Social de manera precipitada dejó su cargo a 56 días de que estallara la crisis para el Ejecutivo, en medio de las duras críticas de la oposición e, incluso, del propio oficialismo. Su situación para varios en los partidos de gobierno se hacía insostenible luego de que este martes la bancada de diputados del Partido Republicano anunciara una segunda acusación constitucional en su contra.

Antes de esa ofensiva, de hecho, varios creían que los días del hasta ayer secretario de Estado estaban contados.

En este escenario, Jackson llegó ayer en la tarde a Palacio para reunirse con el Mandatario. Ambos, previo al anuncio, sostuvieron un encuentro por cerca de una hora, en el cual se terminó de finiquitar el asunto. En esa cita también participó la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD).

A esas alturas el ambiente en La Moneda rápidamente comenzó a cambiar. Los escoltas policiales del Presidente se apostaron a las afueras de la oficina de Boric, mientras algunos advertían que se “está preparando un salón”. Esas señales dieron cuenta del ajuste que se venía.

Cerca de las 19.00, Presidencia confirmó que en el salón de prensa de La Moneda se realizaría una declaración. Eso sí, sin precisar si sería el Jefe de Estado o Jackson quien hablaría con los periodistas. Y así ocurrió a las 19.17.

Con una camisa blanca, sin corbata, unos papeles en mano y visiblemente nervioso, Jackson apareció solo para enfrentar su salida.

Ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, presenta su renuncia. FOTO: LUKAS SOLIS / AGENCIAUNO

“He tomado la decisión de presentar mi renuncia de forma indeclinable y de forma presencial al Presidente de la República y a la ministra del Interior (Carolina Tohá)”, partió diciendo Jackson.

El extitular de Desarrollo Social recalcó en más de una ocasión que había sido su decisión dejar el cargo, dando cuenta de que no fue removido por Boric.

Llegué a esta convicción después de reflexionar bastante y constatar de que Chile está cansado de vernos pelear, está cansado de que existan excusas para poder avanzar en una reforma a las pensiones, en las reformas necesarias para tener un sistema de cuidados, de poder avanzar en la reducción de las listas de espera, los temas de seguridad”, agregó.

En esa línea, sostuvo que “doy un paso al costado tras constatar que mi presencia en el gabinete ha sido ocupada por la oposición política como una excusa para no avanzar en los acuerdos que Chile demanda y en los acuerdos que Chile requiere”.

El exministro habló sin la compañía del Presidente y sin la bandera chilena típica de fondo, lo que fue interpretado rápidamente por personeros de gobierno como una señal de distancia del Jefe de Estado para evitar asumir el costo de su salida.

Esto, en contraste con lo que ocurrió con la renuncia de Marcela Ríos, de Justicia, el sábado 7 de enero, en medio de la polémica de los indultos concedidos a los presos del estallido social y al exfrentista Jorge Mateluna. En esa ocasión, fue el propio Boric quien realizó el anuncio.

En todo caso, el Mandatario se refirió a la salida de Jackson a través de sus redes sociales. “Chile y los habitantes de nuestra patria están primero. Acepto la renuncia de Giorgio Jackson como un gesto de generosidad que ayude a mejorar el clima político y avanzar en las reformas. Como dijo el mismo Giorgio, la gente está cansada de peleas. Es hora de ponerse de acuerdo”, publicó, a las 19.57 en X (antes conocido por Twitter).

Un poco antes de su punto de prensa, Jackson le envió su carta de renuncia al Presidente. En un texto de dos carillas, el hasta ayer secretario de Estado indicó que “hoy he tomado la difícil decisión de presentarle mi renuncia indeclinable. Como ya es de público conocimiento, la oposición ha definido utilizar políticamente mi presencia en el gabinete como una excusa para no responder a las urgencias de las personas y no avanzar en las reformas que Chile necesita”.

Y agregó: ”Quiero dejarle claro, Presidente, que mi compromiso y lealtad hacia usted y el proyecto de gobierno que lidera se mantienen intactas y que creo firmemente en la unidad de la fuerzas progresistas como vía para construir mayorías”.

En el oficialismo transmiten que Jackson empezó a digerir su salida hace algunos días, y que ayer durante la mañana comenzó a socializar la idea con algunos personeros.

Giorgio Jackson presenta su renuncia. (AP Photo/Esteban Felix, File)

¿Acciones judiciales?

Giorgio Jackson en su punto de prensa, donde respondió a tres consultas de los periodistas, también abordó la posibilidad de presentar acciones legales.

“Ahora, en mi rol de ciudadano, por cierto que voy a emprender todas las acciones que sean necesarias para develar aquellas mentiras, injurias y calumnias y que se revelen como tales”, dijo.

Y añadió: ”Ya habrá momento para discutir la parte legal (…), son acciones que a título personal emprenderé, como todo ciudadano que tiene derecho a la defensa de la verdad y cuando se le calumnia o se cometen injurias”.

Hace unos días, el exministro no descartó la posibilidad de querellarse en contra de los diputados de la UDI que le enviaron una carta al Presidente Boric pidiendo su salida, en la cual le endosaron haber cometido delitos al acusarlo de estar detrás del robo de computadores que ocurrió en su entonces cartera.

Cuentas alegres en SD

En el oficialismo de a poco se empezaron a plegar a la idea de que Jackson se había transformado en un problema para el gobierno. Esto, sobre todo en sectores del Socialismo Democrático desde donde comenzaron a pedir su salida con el objetivo de darle aire al Ejecutivo.

En esa misma coalición, principalmente en el PS, buscaban blindar al ministro de Vivienda, Carlos Montes, quien también ha estado en el foco de las críticas debido a que su cartera fue la que firmó los convenios con Democracia Viva.

Esta defensa a Montes, de hecho, tensionó las relaciones con el otro bloque de gobierno: Apruebo Dignidad, desde donde -particularmente los parlamentarios del Frente Amplio- transmitían que era injusto que Jackson asumiera todos los costos. Por lo mismo, amarraban el destino de ambos ministros.

Finalmente, Montes, al menos por ahora, sobrevivió a un ajuste, lo que en privado destacan los socialistas.

Carlos Montes ministro de Vivienda y Urbanismo FOTO: DEDVI MISSENE

El futuro presidente del PPD, Jaime Quintana, quien adelantó en La Tercera que Jackson se había convertido “en un problema para La Moneda, ahora fue más allá: “La salida de Giorgio Jackson no puede ser sólo simbólica. El discurso de la superioridad moral también tiene que acabarse en los mandos medios del gobierno”. La senadora y timonel del PS, Paulina Vodanovic, aseguró que su salida,“entendiendo que es difícil, políticamente debiera producir un efecto importante: que la derecha no se siga escudando tras de él para no debatir y solucionar los problemas de Chile”.

En Apruebo Dignidad, en tanto, se intentó instalar que la salida de Jackson fue “un gesto noble”. “Gracias, compañero Giorgio Jackson, por todo tu trabajo y tu lucha política. Noble decisión contra los chantajes, calumnias y excusas”, publicó el presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez.

Junto con eso, tras el anuncio del ahora exministro, militantes de RD y de Convergencia Social llegaron hasta la sede que comparten ambas colectividades, donde se esperaba que llegara Jackson para hacerle un gesto de apoyo.