Jaime Ravinet (Ind. Evópoli), candidato a consejero: “Ojalá hagamos una Constitución que nos una y no el circo que fue la Convención”

jaime ravinet

El candidato por la Región Metropolitana -en cupo Evópoli- tiene una mirada crítica del proceso anterior y asegura que, si sale electo, buscará reforzar los temas de seguridad.


Como una bandera de lucha ha tomado el rol de las Fuerzas Armadas el candidato a consejero en la Región Metropolitana, el exministro de Defensa Jaime Ravinet (Ind. Evópoli).

Esta semana estuvo activo pidiendo que en el proceso constitucional se incorpore un capítulo especial para las ramas castrenses, lo que finalmente fue rechazado por la Comisión Experta. “Voy a intentar reponerlo”, comenta.

En esta entrevista, afirma que, si sale electo, su foco será la seguridad.

¿Por qué se decidió a ser candidato?

Por un sentido de deber. Chile me ha dado mucho a lo largo de mi vida, y después del fracaso de la Convención, me pareció un acto de responsabilidad. Es necesario que haya gente con experiencia que pueda ser capaz de generar grandes consensos para una Constitución que proteja a la gente.

¿Cuál será su bandera de lucha?

Básicamente una Constitución que nos una. El mayor problema que tiene Chile hoy es la delincuencia. Tengo tres ideas que me gustaría plasmar en la Constitución. La primera es responsabilidad y obligación del Estado preservar el orden público. Lo segundo es incorporar una Defensoría Nacional de las Víctimas. Y tercero que el Presidente debe quedar facultado para expulsar a los delincuentes extranjeros vinculadas al narcotráfico a sus países de origen.

¿Se debe endurecer el país en materia de orden público?

Sin duda. Resulta contradictorio que hoy se esté procesando a carabineros por haber usado su poder dentro de los protocolos y se está indultando a delincuentes. La Constitución debería limitar la facultad del indulto del Presidente solo para los mayores de 80 años, o gente con enfermedades terminales. Pero no más indultos por amiguismo o simpatías políticas.

La mayoría de los candidatos como usted son rostros más tradicionales. ¿Faltó renovación?

Al menos el 62% del país quedó curado de espanto con la ineptitud, falta de seriedad y preparación de la gran mayoría de los convencionales. Para que el proceso resulte me parece natural que se busque gente con experiencia y con más canas que ponga el sentido común y no las brutalidades o locuras que pusieron los convencionales. No puedo sino alegrarme de que haya gente como Sergio Bitar (PPD), Ricardo Núñez (PS), Jorge Ulloa (UDI) y Andrés Zaldívar (DC).

¿Los liderazgos renovados son muy inexpertos?

El mayor problema de este gobierno, que afortunadamente empieza a corregir con el cambio de gabinete, es que la generación que hoy día nos gobierna son soberbios, inexpertos e ineficientes.

Usted ha buscado apoyos en Amarillos y Demócratas. ¿La campaña se juega en el centro?

Sin duda. Es importante porque el 62% está integrado por votación de gente de derecha, de centro y de izquierda. Aspiro a tener el apoyo de la gente que votó Rechazo y no de los que votaron Apruebo.

Usted se fue de la DC al gobierno de Sebastián Piñera y hoy está en cupo Evópoli. ¿Su domicilio ya se asentó en la centroderecha?

No, mi domicilio político es ser de centro y muy duro respecto de la delincuencia. Me siento muy cercano a los Amarillos y Demócratas y a Evópoli. Hay que armar una gran federación de centro en el futuro. Me encantaría que Evópoli estuviera, Amarillos, Demócratas, ojalá un Partido Radical y renovado, sin estos elementos de ultraizquierda que están adentro. Y veo positivo la madurez con que dirigentes de RN y la UDI buscan también acercarse hacia el centro.

¿Es cercano a la derecha?

Por qué no. Depende de qué se defina por ser de derecha. Si es un Estado que promueve el bien común que favorezca la libertad individual y que sea capaz de regular y proteger a los más pobres y combatir los abusos. Mis principios siguen siendo democratacristianos, pero ese partido es una bolsa de gatos que lamentablemente tiene elementos de izquierda que le hacen el juego al comunismo y al Frente Amplio. Por lo tanto, no me identifica.

¿Qué haría distinto respecto del proceso anterior?

Me carga hablar de circos a mí.

Pero se puede aprender del fracaso de la Convención y no volver a cometer errores.

¿Qué voy a aprender de qué? ¿Quiere que me disfrace de Pikachu? ¿O que vote desde la ducha? Esa Convención confundieron hacer una Constitución con escribirle una carta al Viejo Pascuero. Cada uno puso sus sueños, frustraciones, aspiraciones y llegamos a 499 artículos con un mamarracho jurídico que da vergüenza. El país le dijo que no. Rechazó. Ojalá hagamos una Constitución que nos una y no el circo que fue la Convención.

¿Y hay algo que recoja de ese proceso?

Es imposible que en 499 artículos no encuentre algunas cosas buenas. Creo que la nueva Constitución tiene que reconocer a los pueblos originarios, pero entendiendo que son parte de la nación chilena e instar a mantener su cultura, tradiciones e idiomas. Debe ser compatible el desarrollo y el progreso con el medio ambiente. Debe haber igualdad entre el hombre y la mujer, sin discriminación de ningún tipo y darle una protección especial a las mujeres que son jefas de hogar.

¿Santiago será su sello?

No he visto a lo largo de la historia de alcaldías de Santiago una gestión tan desastrosa como la actual. Le tengo un cariño especial a Santiago, pero tengo que ocuparme de 52 comunas. Son todas regalonas mías.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.