Con la muerte de la reina Isabel II, quien fuera durante casi medio siglo Príncipe de Gales se convierte ahora en Carlos III. Este lunes son los funerales de la soberana en la Abadía de Westminster en Londres, y aún cuando la ascensión como rey ya tuvo lugar, Reino Unido tendrá que esperar un tiempo para poder tener la coronación oficial de su nuevo monarca.
En conversación con La Tercera, Joe Little, editor de Majesty Magazine, revista británica que desde 1980 cubre las familias reales del mundo, comenta los desafíos del rey Carlos III y el legado de la reina Isabel II, la monarca que con 70 años y 214 días de reinado, fue la que más tiempo ha liderado la corona británica.
¿Qué se puede esperar del reinado de Carlos III?
El reinado de Carlos III será algo difícil en cierto modo, porque como decimos acá en Reino Unido, su madre dejó unos zapatos difíciles de llenar. Reinó 70 años y fue muy querida en Reino Unido, en la Commonwealth y en todo el mundo. No hay razones para pensar que el rey Carlos vaya a ser respetado de la misma manera, pero, desde luego, tiene que acostumbrarse a esta nueva posición. Los ojos del mundo van a estar mirándolo, al menos hasta el próximo año, para ver cómo cumple con sus obligaciones. Es probable que siga los modos de su madre en varios aspectos, y en otros va a hacer las cosas a su manera. Sabemos que el nuevo rey es mucho más abierto a la hora de hablar, comparado con la reina, que tenía un carácter más reservado. Sabemos eso sobre Carlos, que podría ser una principal diferencia. Pero claramente él tiene un desafío frente a él, y no es menor, porque en noviembre va a cumplir 74 años, ya no es un joven.
¿Cómo han sido estos días para él y para Reino Unido, en el proceso de duelo por la reina Isabel II?
A diferencia de la gente normal, el rey Carlos no tiene la ocasión para afligirse o pasar el duelo que sigue a la muerte de su madre. Ha sido una semana desde que murió, y él ha estado bajo los focos desde antes de la muerte. Ella murió el jueves 8, él tuvo que venir a Londres el mismo viernes, y ha sido muy público desde entonces, teniendo que ir a varios lugares: volvió a Escocia, estuvo en Irlanda del Norte el miércoles, tuvo ceremonias el jueves, el viernes estuvo en Gales. Es algo implacable, debe ser muy duro manejar esa presión y tratar de llorar a la madre de uno a la vez. Inevitablemente, él va a estar de mal genio, y es lo que hemos visto esta semana, pero creo que debemos perdonarlo por eso. La presión por la que está pasando debe ser inmensa.
Se habla mucho de la diferencia entre lo reservado de Isabel y lo abierto de Carlos, la neutralidad de la primera y las causas que defendía el segundo. ¿Cambiará esto con Carlos III en el trono?
Él dijo tiempo atrás que una vez en el trono, él iba a actuar diferente, no iba a ser abierto del modo en que una vez fue. La reina Isabel II reinó durante 70 años, y creemos haberla conocido, pero realmente no lo hacemos: ella mantenía sus opiniones muy privadas, con familia y amigos cercanos. Del rey Carlos sabemos mucho más, y sabemos cosas que hubieran preferido que nosotros no supiéramos sobre él: cosas privadas, las cosas que pasaron en los 90. Así que creo que es una posición extraña, la de adaptarse, porque desde ya, es un hombre muy apasionado, sobre todo en algunos asuntos como el cambio climático, el medioambiente, la arquitectura, y esas cosas. Tendremos que esperar y ver cómo se adapta a la posición de rey.
¿Cómo va a ser la relación entre la Iglesia de Inglaterra y la monarquía, ahora que Carlos III está en el poder?
Carlos ahora va a ser el gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra como rey, y creo que se adaptará a ese nuevo rol. Él es ya el “Defensor de la Fe”. En un tiempo pensamos que ya no sería el “defensor de una fe”, sino el “defensor de las fes”, plural, ya que hoy Reino Unido es un país multicultural, con muchas religiones. Al momento en que su madre subió al trono, en 1952, se trataba más de un país anglicano. Eso es lo que dijo en un momento, pero ya no será así, y tomó el título como “Defensor de la Fe”, así que al menos eso no ha cambiado.
¿Cómo será la relación entre el rey y los países que aún lo tienen como jefe de Estado, tanto en el Caribe como Oceanía?
La reina dejó de ser jefa de Estado de Barbados el año pasado, y Jamaica ha estado evaluando lo mismo en los últimos 10 años, lo de quitar al jefe de Estado británico, para tener al propio. Es algo inevitable que otros países se planteen tener esta conversación. Australia, Nueva Zelandia, Canadá… son 14 los “dominios” donde Carlos III es rey. Durante el reinado de la reina, ella perdió muchos países, y lo más probable es que eso continúe, y quizás se acelere en el reinado de Carlos III. No inmediatamente, pero sí en los próximos años, es probable que la gente de esos países quiera decidir tener su propio jefe de Estado. Y es algo entendible, tener al jefe de Estado en tu país y no en Londres. Es algo que ha dicho la reina, y que ha seguido el rey: esa es una decisión de las personas que viven en cada país, la de tener o no esa discusión. Si deciden o no tener un monarca, el rey aceptará esa decisión.
Algunas encuesta señalan que el príncipe Guillermo es mucho más popular que Carlos III en Reino Unido. ¿Cómo afecta eso en el reinado de su padre?
Creo que, en un nivel muy superficial, Guillermo y Catalina son bastante jóvenes, forman una familia joven, así que es claro que la gente joven estará más interesada en ellos que Carlos y Camilla, que están en sus 70. Carlos III es el rey mejor entrenado que hemos tenido nunca, ha estado entrenando para este rol casi la mitad de un siglo. En tanto, Guillermo está recién empezando ese entrenamiento, hoy es príncipe de Gales, tiene nuevas responsabilidades y tiene su familia joven. El rey, me imagino, desearía que el príncipe pueda tener tiempo con su familia lo más posible, cosa que Carlos mismo no pudo hacer tanto, ya que entró a ser heredero desde que era un niño, teniendo que cumplir con deberes que Guillermo, a esa misma edad, no tuvo que cumplir. No es solo sobre popularidad, pero la popularidad es algo muy conveniente para los periódicos británicos, para comentarlo. Una abdicación, desde luego, no está en la mesa. La reina nunca lo vio como posibilidad, y su hijo tampoco lo consideraría. La única manera en que eso sea posible sería en el caso de una enfermedad muy grave, que lo dejase mentalmente incapaz de reinar. Pero en ese caso, entraría un regente, así que el príncipe de Gales podría cuidar de su padre.
Meghan y Harry aparecieron recientemente en los eventos de despedida de la reina. ¿Cómo están interpretando esto los medios británicos, este reencuentro con Guillermo y Catalina?
Ya son dos veces esta semana que Guillermo y Harry han aparecido juntos, y es muy inusual. A la gente le gustaría pensar que su relación se está reconstruyendo lentamente, aun cuando puede ser que todo lo que los une ahí sea el respeto que sienten por la reina. No tenemos idea de lo que pasa en las bambalinas, ni de aquello que no se nos cuenta. Habrá que esperar, lo que sabemos es que Harry y Meghan volverán a California después del funeral, y cuando vuelvan a Reino Unido, podremos saber algo. Por el momento, están haciendo lo que se espera que hagan.
En su opinión, ¿cuál fue el legado de Isabel II luego de 70 años de reinado?
Su legado es algo bien difícil de evaluar, pero puedes decir que ella mantuvo la familia real británica mientras muchas de las otras casas reales desaparecían. También, que fue capaz de modernizar el rol de la familia real en un modo muy gradual, incluso a través de este siglo XXI que ha sido muy agitado, y ha mantenido el respeto de una institución como esa, hizo lo mejor para mantenerla relevante en el siglo. También sabemos que tanto Carlos como Guillermo tienen un enorme respeto con lo que hizo su madre, y que probablemente mantengan ese legado, cada quien a su manera.