Desafiando las iniciativas de diálogo y arremetiendo contra Irán por patrocinar el terrorismo en la región, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó ayer la propuesta de alto el fuego de EE.UU. y Francia para detener la escalada bélica en Líbano. “Mientras Hezbolá opte por la guerra, Israel no se detendrá”, advirtió ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Las declaraciones de Netanyahu se produjeron en la misma jornada en que el Ejército israelí intentó asesinar al líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, con el lanzamiento de bombas de hasta una tonelada en edificios residenciales al sur de Beirut. Según fuentes del Canal 12 de Tel Aviv, el feroz enemigo de Israel habría sido alcanzado, pero no había confirmación, mientras que la agencia estatal iraní Tasnim escribió que el clérigo de 64 años “está en un lugar seguro y todavía está vivo”.
Joe Macaron es miembro del Programa de Medio Oriente del Wilson Center y tiene más de dos décadas de experiencia en organizaciones internacionales de alto perfil. Sus funciones anteriores incluyen el Centro de Combate al Terrorismo en West Point, el Centro Colin Powell de Estudios Políticos y el Centro Árabe en Washington. Sus principales áreas de especialización apuntan a la geopolítica en el Mediterráneo oriental, especialmente Líbano y Siria, y la estrategia estadounidense en Medio Oriente. En entrevista con La Tercera, Macaron analiza el delicado momento que atraviesa esa región.
La administración Biden propuso un alto el fuego temporal para evitar una guerra terrestre entre Israel y Hezbolá. Tras el rechazo de Netanyahu, ¿cómo ve el futuro de esta propuesta?
Israel lleva meses presionando a Hezbolá para que retire sus fuerzas al norte del río Litani, pero las mediaciones entre Estados Unidos y Francia han fracasado. Ahora Israel sigue negociando por la fuerza. Israel quiere que los residentes de sus fronteras septentrionales regresen retirando las fuerzas de Hezbolá al norte del río Litani, mientras que Hezbolá quiere un alto el fuego en Gaza y el fin de las constantes violaciones israelíes del espacio aéreo libanés. Tanto Israel como Hezbolá no darán marcha atrás sin un resultado que sirva a sus intereses y que no parezca que hayan cedido. Este acuerdo aún no se ha materializado y no hay indicios de que los funcionarios estadounidenses que no lograron imponer un alto el fuego en Gaza puedan lograrlo en Líbano. Un alto el fuego temporal entre Israel y Hezbolá podría ser posible, pero no abordará las raíces del problema.
Algunos expertos afirman que la credibilidad de Hezbolá depende de su venganza contra Israel, pero su debilidad ha quedado al descubierto con los recientes asesinatos de algunos de sus dirigentes y las explosiones de beepers y walkie-talkies que los afectaron. ¿Cree que Hezbolá está acorralado?
Hezbolá se encuentra bajo una presión sin precedentes para reaccionar. Su política de vincular el frente libanés con Israel al conflicto en Gaza ha sido difícil de mantener dada la presión militar israelí y la presión diplomática de Estados Unidos. La ofensiva israelí en toda regla ha conmocionado la estructura y la política de Hezbolá, y éste no puede tomar represalias proporcionalmente. Hezbolá estaba apostando a que Israel no abriría un nuevo frente, pero este ataque lo acorrala, en efecto, porque está luchando por demostrar su capacidad de tomar represalias sin provocar una guerra directa y sin fin con Israel.
Israel ha trasladado tropas a la frontera con Líbano, haciendo temer una invasión terrestre. Y Hezbolá ha lanzado un misil contra Tel Aviv por primera vez. ¿Ve inevitable que el conflicto se agrave?
Una invasión terrestre es muy costosa para Israel y no es aceptada por Estados Unidos. Tanto Israel como Hezbolá están haciendo gala de su fuerza para demostrar que tienen capacidad de disuasión y que no cederán fácilmente en las negociaciones indirectas en curso entre ellos. La causa subyacente de este conflicto es la ofensiva israelí en Gaza. No hay cuestiones contenciosas entre Israel y Hezbolá que justifiquen esta ronda de violencia, ya que ambas partes estaban satisfechas con las reglas de enfrentamiento establecidas en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que puso fin a la guerra de julio de 2006 entre ellos. Hezbolá ha querido el statu quo desde el comienzo del conflicto en Gaza hace un año e Israel quiere cambiar radicalmente este status quo, por lo que es posible que se produzcan errores de cálculo. Las tensiones son altas y Hezbolá se enfrenta a un dilema. Sin embargo, esta guerra en curso tiene sus limitaciones que podrían impedir que tanto Hezbolá como Israel se embarquen en aventuras arriesgadas.
Teniendo en cuenta las consecuencias de la guerra de 2006, ¿cree que Hezbolá está mejor preparado militarmente esta vez?
Hezbolá ha desarrollado sus capacidades desde la guerra de 2006 y ahora cuenta con drones, cohetes de mayor alcance, capacidades marítimas y un mejor sistema de apoyo interno y regional. Israel también ha fortalecido su inteligencia y sus capacidades tecnológicas y puede infiltrarse en la infraestructura y la membresía de Hezbolá de una manera sin precedentes. Hezbolá puede atacar mejor a los soldados israelíes durante una invasión terrestre. Sin embargo, habrá un costo, porque significa que Israel ampliará sus ataques aéreos por todo Líbano y el número de muertes civiles aumentará aún más.
¿Israel está preparado para enfrentar dos frentes paralelos como Gaza y Líbano?
Netanyahu ha estado trasladando tropas desde Gaza a Cisjordania y ahora a la frontera con Líbano. Israel apenas pudo proteger a sus soldados sobre el terreno en Gaza y una invasión terrestre de Líbano será aún más difícil de manejar. Netanyahu no busca una ofensiva a largo plazo contra Hezbolá, su objetivo es presionar a Hezbolá y distraer la atención de las negociaciones de alto el fuego en Gaza. Ambos objetivos se han logrado, pero no tiene una estrategia de salida si Hezbolá no cede.
¿Cuál es el riesgo real de que Irán se vea involucrado en una guerra contra Israel y se transforme en un conflicto regional?
Irán ya tiene en mente posibles negociaciones nucleares con Estados Unidos, por lo que su objetivo sigue siendo el cese del fuego en Gaza y mantener abiertos los frentes de todos sus aliados de forma limitada para presionar a Estados Unidos, pero sin provocar una guerra directa con Israel. El régimen iraní no está interesado en involucrarse directamente ni en Gaza ni en Líbano. Dejará que sus aliados lideren el camino sobre el terreno, pero ellos influirán en el ritmo de esos frentes en función de sus intereses y cálculos.