Juan Carlos Muñoz, ministro de Transportes: “Por ahora, no está contemplada un alza de tarifa en la locomoción pública”

JUAN CARLOS MUÑOZ
15.03.2022 JUAN CARLOS MUÑOZ, MINISTRO DE TRANSPORTES Y TELECOMUNICACIONES. FOTO : FRANCISCO PAREDES

El ingeniero civil asumió la misión de revertir el explosivo aumento del uso de automóviles que está perjudicando el flujo de las ciudades en todo el país. Para ello, deberá modernizar la red urbana, “con especial foco en regiones”, asegura.


Fue hace dos años, al inicio de las restricciones producto de la pandemia del Covid-19, cuando Juan Carlos Muñoz (independiente, 51 años), el nuevo ministro de Transportes y Telecomunicaciones, decidió hacer de la bicicleta uno de sus principales medios de transporte. Desde que asumió la cartera, pedalea diariamente 16 kilómetros -distancia que separa a su casa en La Reina con el ministerio-, queriendo dar un ejemplo de cómo se podría enfrentar el alza del flujo vehicular que afecta a las principales vías del país. Con un parque automotriz creciendo explosivamente, y en un país con una geografía diversa, su ejemplo es solo parte de las soluciones que deberá proponer.

¿Qué medidas le pidió impulsar el Presidente Gabriel Boric en sus primeros 100 días en la cartera?

Levantar la mirada de Santiago y mirar el resto del país. La sustentabilidad estará muy presente, apuntaremos a que la gente tenga mejor calidad de vida, con el foco puesto en el transporte urbano, para que haya un incentivo a que las personas se bajen del automóvil. También queremos incentivar el uso de la bicicleta o la caminata, que entregan un tipo de transporte que es puerta a puerta, distinto a cualquier otro.

¿Se puede promover la bicicleta como medio de transporte en las ciudades de Chile?

Contra todo pronóstico y planificación, los ciclistas fueron capaces de mostrar que sí había espacio para ellos. Llama la atención, porque hoy hay lugares donde el uso de la bicicleta es alto, pese a que no existe la infraestructura para ello; si esta infraestructura estuviera, el número de ciclistas sería mucho más grande.

Aumentaron los ciclistas, pero más aumentaron los automóviles. En casi todas las ciudades de Chile los tacos están comenzando a las siete de la mañana.

Es un fenómeno muy preocupante. Por la forma como se gestionó la pandemia nos tiene hoy con un 26% más de flujo vehicular, una muy mala noticia. Tenemos que desincentivar ese uso, por lo que hay una oportunidad de invitar a rectores de universidades y colegios, a los empleadores, a escalonar el ingreso a clases o trabajos, para evitar que todos viajemos a la misma hora. Es importante no solo pensar en las soluciones más prontas, sino también en la ciudad que queremos a futuro.

Otras urbes han diseñado pórticos que se activan en horarios punta. ¿Evalúa ese tipo de medidas?

Es una de las formas de desincentivar el uso del automóvil y ha probado ser exitosa en varias ciudades; es una conversación que depende de la ciudadanía.

¿Y en regiones?

El transporte público en regiones presenta un rezago importante respecto a lo que tenemos en Santiago, que tiene una calidad destacada a nivel latinoamericano. El desafío es llevar esa calidad al resto del país. Para que las personas opten por el transporte público, bicicleta o caminar, deben tener un nivel de servicio e infraestructura fantástico, porque de otra manera no lo harán.

¿Prepara algún proyecto en específico?

No puedo decir un proyecto específico, porque se debe ser cuidadoso en cada uno de los casos. Pero sí hay un compromiso con generar muchos más kilómetros de ciclovías y eso debe ocurrir en todas las regiones. También es importante generar soluciones de transporte masivo en las ciudades, en algunos casos podría ser el sistema rápido de buses, como el que exitosamente operan en Concepción, por ejemplo, o tranvías.

¿Impulsará los trenes en las regiones?

Es una alternativa. Hay varias ciudades en Chile con condiciones para hacer trenes de acercamiento; o en otros casos un teleférico o tranvía. Hay que mirar cada caso, pero necesitamos avanzar en un transporte masivo de calidad.

Algo que puede desincentivar el uso del auto es el precio del combustible. ¿Se prevén más alzas?

El programa del Presidente plantea la necesidad de subir el impuesto a los combustibles y hay razones técnicas contundentes para hacerlo, en el caso de los fósiles. Hay una emergencia climática que no podemos desconocer. Es una decisión que hay que mirar con un prisma más amplio.

¿Vienen alzas en la tarifa del transporte público?

Por ahora, no está contemplada un alza de tarifa y, en caso de una instrucción en esa línea por parte del panel de expertos, se analizará considerando todos los factores que una medida así tiene y no sólo el ámbito financiero. Si algo aprendimos en estos años es que, frente a asuntos complejos, no existen soluciones simples.

Una de las promesas del programa del Presidente Boric fue el programa “Cero+Cero”, que busca entregar un servicio sin contaminación y gratis. ¿Cuándo y dónde se implementará?

Es una idea que se ha implementado en algunas ciudades del mundo. Se ha propuesto casos como Tallinn (Estonia), como piloto para Chile. Esto permitiría que la subida y bajada de las personas a los vehículos sea más expedita. La idea es, en estos cuatro años, hacer un plan piloto para probarlo en contextos distintos y, en base a eso, definir si uno quisiera seguir avanzando en esa línea.

¿Hay alguna ciudad definida para hacerlo?

No tenemos nada definido, pero será en regiones, porque definitivamente en la Región Metropolitana no se podría realizar.

Usted fue uno de los ideólogos del Transantiago. ¿Cómo evalúa su evolución en el tiempo?

Me da un poco de risa eso. Cuando volví de mi estudio doctoral en el año 2000, en enero de 2003, era profesor en la universidad y el ministro de Obras Públicas de la época, Javier Etcheberry, me invitó a participar en el diseño. Yo era su asesor a jornada parcial, ni siquiera completa, y fue una experiencia muy enriquecedora en términos de comprender cómo los problemas técnicos se conjugan con las decisiones políticas. Ese fue mi rol en el diseño del Transantiago durante 2003 y 2004.

¿Y cómo evalúa el sistema?

El Transantiago que se inauguró tenía errores muy contundentes, pero muchos de ellos rápidamente se fueron mejorando. Se partió con una lentitud bajísima de buses, había zonas de la ciudad que casi no tenían servicio, pero al poco andar evolucionó hacia un sistema que, como elemento potente, posee una red de metro bastante estructurada.

Antes de ser ministra del Interior, Izkia Siches acusó un boicot del transporte público por parte del gobierno anterior para la segunda vuelta. ¿Lo comparten?

En los días de elecciones hay que hacer un esfuerzo muy importante por ofrecer conectividad. El error fue no coordinar adecuadamente la operación, con anticipación. Además, es predecible saber cuáles van a ser los servicios que hay que realizar y dónde hay que fortalecerlos.

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