“Más que frustración, es encontrarte con una realidad que tienes que abordar y que debes intentar resolver por distintas vías”, explica el senador Juan Ignacio Latorre (RD) al hacer el análisis del estado de excepción en la Macrozona Sur dictado por el gobierno del Presidente Gabriel Boric.
La herramienta constitucional -que hoy cumple 12 días de vigencia y el Ejecutivo ya ha dado luces de una renovación por otros 15 días- fue duramente criticada por su sector cuando era oposición durante la administración de Sebastián Piñera, y hoy aún es una medida resistida en su coalición, Apruebo Dignidad.
¿Cómo evalúa las últimas semanas del gobierno, marcadas por la violencia en la Macrozona Sur?
El gobierno y, particularmente el Presidente Boric, tiene una virtud: escuchar genuinamente a los partidos, los argumentos, los pros y los contras en la toma de una decisión. No es un Presidente que se quede solamente escuchando o, como critican algunos, tuiteando, sino que es un Mandatario que escucha, que está preocupado por la grave crisis en el wallmapu, que además es un problema heredado. Él opta por una decisión que es compleja.
¿Ideológicamente compleja para la coalición de Gabriel Boric?
Nosotros rechazamos todos los estados de excepción del Presidente Piñera -desde Gabriel Boric incluido-, obviamente hay una contradicción ahí que la oposición legítimamente la pone sobre la mesa. Obviamente no nos acomodan las FF.AA. en un territorio en conflicto cuando nosotros creemos que no es la vía de solución, porque creemos que hay una deuda histórica (...). Sin embargo, decretar un estado de excepción y, al mismo tiempo, presentar un plan integral era lo que nosotros le pedíamos a Piñera. En este gobierno, que está comenzando, hay un plan que se llama “Buen Vivir”, que es integral. Nadie puede pretender que este gobierno, en dos meses, va a disminuir toda esa violencia que viene de años.
¿Existen las condiciones políticas para extender esta medida por más tiempo?
El estado de excepción en marcha es uno que le permite al Ejecutivo, en coordinación con la autoridad militar y política, poder resguardar las rutas. Así y todo, ha habido asesinatos crueles como el del peñi Segundo Catril. Todavía no cumplimos los 15 días, pero probablemente al término de estos 15 días el gobierno evalúe y prorrogue por 15 días más y haya un mes de evaluación. La pregunta es si vamos a enfrentar los problemas complejos con militares, avanzar hacia una ‘mexicanización’ del conflicto, etc. Ese debate hay que tenerlo de fondo y lo vamos a dar en el Parlamento (cuando se requiera la anuencia del Congreso para implementar la medida). Somos gobierno, oficialistas, lo cual no implica ser obsecuente o ser un buzón del gobierno. Eso el mismo Presidente Boric lo tiene claro (...). No le tememos a dar discusiones difíciles y complejas.
¿Tiene una evaluación del despliegue del plan “Buen Vivir”?
Todavía no se cumplen los primeros 15 días, entonces es muy prematuro para una evaluación. El plan integral está interesante, pero hay que aterrizarlo, hay que llegar con propuestas y soluciones concretas en el corto plazo.
¿Cómo evalúa el desempeño de Interior, en particular el rol de la ministra Izkia Siches?
Yo valoro la valentía que tuvo la ministra de asumir esta cartera. Creo que se han ido corrigiendo algunos errores, como la conformación de su equipo inicial, que era solo del Colegio Médico y que probablemente en temas de seguridad pública y en experiencia política faltaba mayor diversidad de perfiles. Eso lo he ido incorporando en poco tiempo (...). También fue un error querer entrar a Temucuicui a reunirse con Marcelo Catrillanca. No el hecho de reunirse con Catrillanca, sino que entrar a la comunidad de la manera como entró. Pero yo creo que ella tiene la fortaleza, la resiliencia y, lo más importante, el respaldo del Presidente de la República. Si él pierde la confianza o evalúa que un ministro o una ministra no está cumpliendo bien su desempeño, o está entorpeciendo la labor del gobierno, tiene toda la facultad para remover ministros.
En Interior este margen o confianza se puede agotar más rápido...
Puede ser, porque Interior es un ‘fierro caliente’. Es complejo, todos los días pasan cosas, todas las semanas pasan cosas con mucha contingencia y muy crudas en términos de violencia, asesinatos, delincuencia. Es un ministerio permanentemente expuesto y también la ministra. El Presidente tendrá que evaluar los tiempos.
¿Los errores de Siches han repercutido en la imagen presidencial?
No ha debilitado la figura presidencial. El Presidente tiene una valoración en la gente más allá de lo que digan las encuestas. Él sabe que estamos gobernando en tiempos complejos, que tiene que empoderar a su gabinete y particularmente a Interior. Por ahora, le ha dado el respaldo. Si pierde la confianza en la ministra, o considera que comete muchos errores o que podría haber un cuadro mejor, son evaluaciones que se tendrán que hacer.
¿Cuál es la postura del FA frente al quórum de 2/3 para reformar la nueva Carta Magna?
Hay elementos sustantivos de una Constitución que para ser reformados requieres quórum más alto, pero hay otros que pueden requerir quórum más simples. Lo que está en discusión -que se aprobó en la comisión, pero probablemente no se apruebe en el pleno- es esta disposición de que todo se reforme por 2/3. El punto de fondo es que hay una desconfianza del poder constituyente con el poder constituido de la que se tienen que hacer cargo mis colegas y los partidos que están en esta teoría del ‘plan B’, el ‘aprobar para reformar’ o ‘rechazar para reformar’.
¿Qué pasa si gana la opción Rechazo, a propósito de las vías alternativas que se han planteado?
Si gana el Apruebo, se aprueba la nueva Constitución. Si gana el Rechazo, sigue vigente la Constitución actual y, si eso es así, creo que estamos frente a un problema político y tendremos que buscar soluciones. Pero yo no soy partidario de buscar soluciones antes, porque eso podría incentivar a quienes apuestan por el Rechazo.
Usted asoma como una de las cartas para presidir RD de cara a la elección anticipada en la colectividad. ¿Está disponible?
Siempre me gusta ver esto como una construcción colectiva. Desde que milito en el partido he estado disponible para asumir desafíos colectivos. No hay nada cerrado, podría ser una lista de consenso o podría ser competencia. Hay conversaciones avanzando. Por delante, tenemos el desafío de ser un partido oficialista, que apoye al gobierno, al proceso constituyente y ser un partido que incida.