Esta semana, de forma oficial, los partidos del oficialismo -junto a la DC- dieron el puntapié inicial a las tratativas con las que esperan consolidar un pacto electoral entre 11 colectividades. El desafío no es menor: desde ya avizoran grandes obstáculos, como la eventual disolución de Comunes o el riesgo que implica respaldar a independientes que no responden a un partido.
¿Fin de “el que tiene, mantiene”?
Si bien el concepto de “el que tiene mantiene” (cada partido retiene el cupo de un alcalde en ejercicio) se daba por sentado, lo cierto es que la puerta para poner esto en duda la abrió el PS, desde donde se levantó una candidatura contra Irací Hassler (PC) y su gestión en Santiago.
El caso fue abordado en la última reunión de partidos, realizada este viernes en la misma sede del PS. “Llegué tarde porque vengo de Santiago”, dijo ante la mesa el timonel del PC, Lautaro Carmona, para justificar su tardanza, aludiendo al férreo espaldarazo que, minutos antes, le entregó su tienda a Hassler.
Lo cierto es que este criterio ya no está sobre cimientos firmes.
A la salida de la reunión, la presidenta del PS, la senadora Paulina Vodanovic, señaló que “hay un legítimo derecho de quienes pretenden reelegirse”, pero advirtió -aunque sin hacer referencia a nadie en particular- que eso aplica para “quienes han hecho buena gestión”.
En todo caso, en el oficialismo consideran que el mayor problema con respecto a este criterio está en la DC, que actualmente cuenta con alcaldías en 56 comunas, pero que no podrá optar a la reelección en 19 de ellas.
En la Falange interpretan que “el que tiene mantiene” debe aplicarse por territorios (no por candidatos) y que, por lo tanto, tendrían derecho a presentar 56 candidaturas, lo que no es bien visto en el oficialismo.
“Vinimos acá para crecer a costa de la derecha, no a costa de nosotros ni mucho menos a costa de la DC”, planteó este viernes el presidente de la Decé, el diputado Alberto Undurraga, ante el resto de presidentes de partido.
Rayado de cancha a independientes
Fue a inicios de octubre cuando un grupo de alcaldes, encabezados por independientes, proizquierda, levantaron su inquietud por enfrentar las municipales con “unidad progresista”.
Desde ese momento no han dejado de hacer guiños a los partidos del oficialismo para posarse bajo su alero en las elecciones. Pero no todo será tan sencillo. “Debe ser un independiente que adhiera a los postulados de esta coalición”, dice el presidente del Partido Liberal, Juan Carlos Urzúa.
Esto se va a materializar con una iniciativa que surgió entre los secretarios generales, quienes solicitarán a cada partido un representante para conformar un “equipo programático”, que se encargará de redactar una propuesta que sirva como piso mínimo a la que tendrán que suscribir todas las candidaturas que quieran adherirse al pacto. La conformación de esta instancia quedó a cargo de Tatiana Urrutia (Revolución Democrática), Lorenna Saldías (Partido Radical) y Anahís Castañeda (Partido Liberal).
Lealtad con Boric
Al interior del FA ha tomado fuerza promover como principio respaldar exclusivamente a candidatos que coincidan con “la mirada país” que tiene el gobierno del Presidente Gabriel Boric.
Este principio lo han comenzado a delinear a raíz de los acercamientos de algunos personeros que no militan en ninguno de los partidos del pacto, pero que esperan contar con el apoyo del oficialismo, como es el caso de los gobernadores Claudio Orrego (RM), Rodrigo Mundaca (Valparaíso) o los alcaldes Felipe Muñoz (Estación Central) e Ítalo Bravo (Pudahuel).
Precisamente ellos han generado ruido a raíz de sus críticas al Ejecutivo. Por ejemplo, el mes pasado Orrego sostuvo que “claramente hay dos almas” en el gobierno, puesto que “algunos no tienen ningún temor en enfrentar la seguridad y otros se enredan, porque les tienen temor a los militares o al uso de la fuerza”.
En tanto, Muñoz llegó este martes a La Moneda para solicitar la presencia de militares en los terminales de buses de la comuna.
Por su parte, a raíz de las irregularidades en el traspaso de recursos fiscales a fundaciones ligadas a grupos políticos, el alcalde Bravo solicitó la salida al ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), en Radio Futuro.
¿Qué hacer con Comunes?
Al interior del Socialismo Democrático se ha instalado un fuerte temor: que la eventual disolución de Comunes -solicitada por el Servel en diciembre- termine por perjudicar el pacto que integrarán junto a la DC.
En la coalición que agrupa al PS, el PPD, los liberales y los radicales consideran un serio riesgo que, en el caso de que el partido efectivamente sea disuelto, el pacto completo sea blanco de cuestionamientos.
El miedo no es infundado. Desde el Servel explicaron que “los candidatos nominados por la justicia electoral pasan al registro de candidaturas y son candidatos en las elecciones definitivas”. De esa forma, los nombres que sean aceptados son inamovibles.
Lo anterior implica que si Comunes llegara ser disuelto en la antesala de la elección, los candidatos del partido seguirían en carrera, pero con el respaldo de una colectividad que técnicamente no existiría. Esto, advierten en el Socialismo Democrático, podría provocar que la derecha objete el pacto y que este termine cayendo en su totalidad.
De todas formas hay una ventana abierta. Si el Frente Amplio logra consolidarse como un partido único antes de la elección, los candidatos que planea presentar el partido de Velarde -quien no quiso referirse al tema- no correrían riesgo.