“¡No sé a quién representas! A mí al menos me gustan los proyectos colectivos”, le dijo con un tono severo el abogado Francisco Orrego (RN) -que promueve una nueva Constitución-, a la exconvencional Teresa Marinovic, quien está por rechazarla.
La escena desarrollada en el programa Sin filtros esta semana reflejó que en la campaña del “A favor” versus el “En contra” no solo se enfrenta la izquierda contra la derecha, sino que en este último bando también hay visiones cruzadas.
Ha sido un tema constante en la campaña la tensión que se ha generado entre la derecha que está por el “A favor” -agrupada en Chile Vamos (UDI, RN y Evópoli) y el Partido Republicano- y aquellos dirigentes que se han desmarcado de la postura oficial.
Durante las últimas semanas, varios parlamentarios se han volcado a apoyar la opción “En contra”. Entre ellos se cuenta el senador republicano Rojo Edwards, los senadores independientes del comité RN Alejandro Kusanovic y Juan Castro, y algunos diputados como el republicano Johannes Kaiser y los independientes Gloria Naveillán, Leonidas Romero y Gonzalo de la Carrera.
El progresivo descuelgue se transformó en un flanco que preocupa y que no han logrado contener del todo. Por eso, Chile Vamos y republicanos han hecho un trabajo específico para lograr dar vuelta a estos “conversos”. La presión ha recaído más fuerte en la tienda de José Antonio Kast, pues es ahí donde se ha producido el mayor desbande.
Quienes apoyan la opción del “En contra” en la derecha acusan haber sido objeto de distintos niveles de presión. Algunos parlamentarios, por ejemplo, dicen que ha habido supuestas amenazas a sus cupos.
Adicionalmente, se han generado muchos contactos a nivel personal para convencerlos. Algo que también ocurre en los grupos de WhatsApp. Hace algunos días, el jefe de bancada de los diputados republicanos, Agustín Romero, escribió en un chat: ”Es innegable que aquellos que emplean el nombre de nuestro partido para hacer campaña por la opción ‘En contra’, además de cometer una falta en el caso de los militantes, están usando indebidamente la imagen de nuestro partido para confundir al electorado. Y lo que es peor, no están en sintonía con el proyecto colectivo”.
En esos mismos chats algunos dirigentes han expulsado a los militantes que están por el “En contra”. En el Partido Republicano, algunas voces, además, admiten que después de la campaña y dependiendo del resultado, algunos dirigentes podrían ser llevados al Tribunal Supremo para eventuales sanciones.
Los dirigentes que apoyan el “En contra” también acusan haber sido objeto de ataques en redes sociales. La exconvencional Teresa Marinovic, por ejemplo, asegura que ha sido víctima de funas con información falsa respecto a su persona y su entorno.
En todo caso, los disparos en las redes van en las dos direcciones. Los dirigentes que están por el “En contra” arremeten contra los del “A favor”, provocando una especie de guerrilla interna en la derecha. Esta semana el exconsejero Paul Sfeir se salió de un grupo de WhatsApp al ser emplazado constantemente por los dirigentes del “En contra”, quienes le recordaban su frase de campaña de trabajar para mantener la Constitución actual, pero que hoy está volcado por el “A favor”.
Las gestiones de los partidos
En la centroderecha, el trabajo ha sido similar. En la UDI, por ejemplo, el timonel del partido, Javier Macaya, logró alinear al diputado Henry Leal, quien hablaba públicamente por el “En contra”. También se logró revertir la opinión de otros dirigentes, como el presidente de la directiva metropolitana gremialista, Carlos Chaparro.
En Chile Vamos, en todo caso, descartan que hayan existido presiones formales a republicanos para que logre alinear a sus descolgados, pero admiten que existen conversaciones habituales cuando surgen nuevos casos de díscolos.
El presidente de RN, el senador Rodrigo Galilea, dice que “todos los partidos que estamos por el ‘A favor’ tenemos el deber de comunicar a la ciudadanía las razones de la opción, pero tenemos que tratar de ser consistentes en que nuestros liderazgos estén en esa línea”.
“Yo espero que así como en RN hacemos el esfuerzo para tener una sola voz, la UDI y republicanos tengan esa misma vocación. En republicanos hay algunos disensos que han hecho quizás más ruido que otros, pero estoy seguro que la dirigencia está abordando el tema”, dice el timonel RN.
En republicanos, además, se ha considerado un factor relevante: que no se castigará a los militantes que estén por el “En contra”, siempre y cuando no hagan campaña oficial. Eso habría inhibido al diputado Kaiser a no difundir su postura en medios tradicionales ni a participar formalmente en ninguna campaña.
En todo caso, los dirigentes que están por el “En contra” no tienen una orgánica tan formal como comando. Solamente se coordinan por grupos de WhatsApp.
Ahí ha jugado un rol la académica Vanessa Kaiser, que ha asumido la tarea de articular a los distintos rostros. Los dirigentes por el “En Contra” también asisten a charlas con vecinos para explicarles los aspectos negativos de la propuesta constitucional, y participan en transmisiones de YouTube.
De todas maneras, el desbande del “En contra” por la derecha no cuenta con mayor visibilidad, como un espacio en la franja televisiva, por ejemplo.
De todas maneras, quienes apoyan esta opción dicen que su postura comienza a generar consenso en una “mayoría silenciosa”, lo que no se puede comprobar aún.
Como sea, a los partidos que promueven el “A favor” le apura revertir la tendencia que en las encuestas muestra como ganador al “En contra”. El objetivo es alinear pronto a los propios.