Un gabinete moderado. Así fue definido el grupo de ministros que ayer presentó el presidente electo Gabriel Boric, equipo que resaltó sobre todo por la designación de Mario Marcel en el Ministerio de Hacienda, lo que fue visto como una garantía de responsabilidad fiscal del futuro gobierno de Apruebo Dignidad.

Pero lo que para algunos es una virtud, para otros no lo es tanto.

”No sabía que Apruebo Dignidad tenía un acuerdo con la ex Concertación, entonces me sorprendí un poco, pero bueno, no puede uno menos que felicitar al Partido Socialista, qué manera de ganar perdiendo”, dijo ayer el convencional Hugo Gutiérrez (PC).

Gutiérrez hacía referencia a la presencia de Marcel en el gabinete y a la baja preponderancia de los comunistas en el equipo: tienen los ministerios de la Segegob, Trabajo y Ciencias, mientras que el PS tiene Defensa y Vivienda, pero además tiene Hacienda y Relaciones Exteriores, ya que Marcel y Antonia Urrejola son cercanos al socialismo.

En conversación con La Tercera, Gutiérrez ahondó en sus dichos: “Marcel es una carta compleja. Yo era diputado e integrante de la Comisión de Constitución cuando Marcel iba a manifestarse en contra de los retiros de las AFP. Entonces, que esa misma persona que estaba en contra de los retiros de las AFP hoy sea parte de un gobierno de izquierda, claro que tiene ciertas complejidades”.

Las palabras de Gutiérrez son solo un reflejo de las molestias que genera Marcel al interior del comunismo. Algunos dirigentes creen que su incorporación implica poner en riesgo la profundidad del programa. El asunto no es menor dado que desde que Boric ganó el balotaje, el bloque ha estado debatiendo sobre el diseño político del gabinete.

El presidente electo marginó a los partidos de su pacto de esa discusión y optó por hacer el diseño únicamente con su círculo de confianza. De hecho ayer el presidente del PC, Guillermo Teillier, cuando fue consultado por la llegada de Marcel respondió: “No lo conozco bien”.

Hoy el partido tiene agendado con anticipación un comité central y se espera que el futuro gabinete sea tema obligado de la cita. En el comunismo, al menos, se dan por satisfechos con el cupo que lograron en el comité político con Camila Vallejo al mando de la Segegob.

Las otras fuerzas del FA

Una precaución similar tiene Lorena Fries, próxima diputada y coordinadora del Movimiento Unir, que es parte de Chile Digno y que en esta designación de autoridades no fue considerado. Ella agradece la gran diversidad del gabinete, sobre todo por sus cuadros feministas, pero reconoce que está hecho justamente para buscar amplitud en el Congreso: “Sabemos que este es un gabinete que busca viabilizar las transformaciones, porque el Congreso no va a estar fácil, por lo que se necesita que todos estén trabajando”.

¿Será Mario Marcel un dique para los cambios? “Si él se subordina al programa de Gabriel Boric, que es lo que haría todo ministro, me parece que no va a haber problema”, plantea Fries.

En Comunes, uno de los partidos más a la izquierda del Frente Amplio, hay bastante conformidad con el gabinete. En la interna comentan que nunca hubo una expectativa de cantidad de ministerios y que la llegada de Javiera Toro a Bienes Nacionales es una “muy buena noticia”.

Pese a que la coalición vetó al PS y al PPD hace algunos meses atrás, ante la posibilidad de hacer una primaria presidencial común, hoy en la colectividad comentan que ese episodio ya se superó. Agregan que existe garantía de que los partidos de centroizquierda que optaron por sumarse al gobierno de Boric lo hacen sabiendo que existe un programa que cumplir. La presidenta de Comunes, Ka Quiroz, lo resume así: “La tesis de que seremos un gobierno transformador y antineoliberal no se ha transado”.

Otra agrupación de Chile Digno, la Acción Humanista —movimiento escindido del PH— también valora la amplitud del gabinete. El diputado Tomás Hirsch dice que “la incorporación del mundo socialista democrático es una necesidad” para alcanzar los cambios y que es absurdo decir que este equipo es una “Concertación 2.0″.

Acción Humanista no está representada entre los 24 ministros, pero sí esperan ser considerados en algunas de las 39 subsecretarías, cuyas autoridades serían anunciadas el lunes.

Las otras agrupaciones que no fueron consideradas en esta primera tanda de nombramientos también esperan que se les considere en las subsecretarías. El Movimiento Unir, por ejemplo, presentó tres nombres para estas reparticiones, y otros para las delegaciones presidenciales.

También la Federación Regionalista Verde Social presentó una nómina de nombres para las subsecretarías. Ellos obtuvieron un ministerio, el de Agricultura, con Esteban Valenzuela, pero sorpresivamente la diputada Alejandra Sepúlveda, del mismo partido, lo criticó y afirmó que “no reúne las condiciones técnicas”.

Esteban Velásquez, diputado del mismo partido, plantea que no era una crítica hacia Valenzuela, sino que cuestionó que se le designara en Agricultura, pues el nuevo ministro tiene capacidades para el trabajo territorial, por lo que sería un mejor nombre para liderar la Subsecretaría de Desarrollo Social.