La Moneda calienta motores para cambio de gabinete

Gabriel Boric comite politico

En una especie de desfile, los ministros han llegado a Palacio -durante las últimas semanas- a rendir cuentas frente a los asesores del Presidente Gabriel Boric, quien deberá mover las piezas para armar el equipo que lo acompañará en el arranque de su segundo año de gobierno. El jefe de gabinete del Mandatario, Carlos Durán, también ha recogido las demandas de los principales dirigentes de los partidos oficialistas.


La orden del Segundo Piso de La Moneda ha sido clara a los ministerios: identificar dos o tres desafíos claves para la cartera en 2023, independiente de quién siga a cargo. Desde hace varias semanas, Carlos Durán (jefe de gabinete del Presidente Gabriel Boric), Miguel Crispi (jefe de asesores) y Pablo Paredes (jefe de la Secretaría de Comunicaciones) han sostenido una serie de reuniones de trabajo con los ministros y sus equipos.

De hecho, las citas con los secretarios de Estado se remontan al último período de Matías Meza-Lopehandía a cargo de la jefatura de gabinete de Boric.

La premisa del “sea quien sea que esté a cargo” no es casual: es ese grupo -ahora con Durán a la cabeza- el que ha estado alistando detalles y sosteniendo diálogos con los ministerios y los dirigentes de los partidos de gobierno de cara al esperado ajuste en los equipos de gobierno.

La semana clave

Aunque, como es habitual en los distintos gobiernos, aún no hay una confirmación del día escogido para el anuncio. Y es que los cambios de gabinete “se hacen y no se anuncian”, transmiten. Tal como ha repetido el mismo Boric en más de una ocasión.

Eso sí, hay un cierto margen temporal. “No antes de que termine febrero y no después del primer aniversario de gobierno”, repiten como un mantra en Palacio. Sin embargo, algunas acciones del gabinete comienzan a dar algunas luces.

La jefa de Interior, Carolina Tohá, cambió sus planes. Había trascendido que la ministra PPD tomaría unos días de descanso durante la semana entrante, sin embargo, ahora tiene contemplada agenda para los próximos días. La posibilidad de que se tomara vacaciones la próxima semana abría suspicacias frente a un escenario donde la jefa política del gabinete no estuviese presente para un posible ajuste, alimentando algunas versiones oficialistas de realizarlo más adelante, incluso tras la elección de consejeros constitucionales en mayo.

Con Tohá presente se abre la posibilidad cierta de que un cambio ministerial sea durante los próximos siete días, antes del Día de la Mujer Trabajadora (8M) y del aniversario del primer año de gobierno.

“Mi único consejo es que si lo hace (cambio de gabinete), que lo haga luego, de manera que cuando reanudemos el Congreso ya formalmente el 11 de marzo, cuando cambien las mesas -de la Cámara y el Senado- ya tengamos gabinete nuevo”, sugirió el senador José Miguel Insulza (PS) ayer en diálogo con Radio Agricultura.

Así, en el gobierno no se habla únicamente de un ajuste “ministerial”, sino que los cambios se materializarían a todo nivel: desde las caras visibles de los ministerios, pasando por las subsecretarías -espacio altamente codiciado por el Socialismo Democrático, que cuenta con apenas cinco representantes en ese frente- y seremías u otros cargos regionales.

Conforme avanzan los días, en los partidos ya asoma la inquietud por la representación en el gobierno. Y entre las autoridades y sus equipos ocurre algo similar: los que ven amenazada su continuidad, el comentario recurrente es que están “atados de manos” para proyectar actividades y otras agendas de trabajo (como reuniones con contrapartes) propias de los ministerios.

Y es que para varias autoridades, aún está en la retina el recuerdo de la exministra de Salud Begoña Yarza reunida con la Asociación de Clínicas de Chile durante la mañana del 6 de septiembre pasado, en momentos donde el nombre de Ximena Aguilera -la actual jefa de la cartera- era confirmado por La Tercera para sucederla.

La historia es conocida: Yarza salió de su cargo pasado el mediodía de esa jornada, en la ceremonia del ajuste ministerial tras la derrota en las urnas del Apruebo, la opción respaldada por el gobierno.

Las citas con Durán

Al menos cinco dirigentes del oficialismo han sostenido citas bilaterales con el jefe de gabinete de Boric a lo largo de esta semana.

La primera en acudir a La Moneda el pasado martes fue la líder de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, quien solicitó la reunión antes de partir a unos días de vacaciones. El miércoles fue el turno de la timonel socialista, Paulina Vodanovic, quien hizo hincapié -a la salida- en el ajuste de subsecretarías, requerido en más de una ocasión por el Socialismo Democrático.

Lo propio hizo el jueves el secretario general del Partido Comunista (PC), Lautaro Carmona, quien -en su estilo- declinó entregar detalles del encuentro. Ese mismo día, pero en la tarde, fue el turno del dirigente del Partido Radical (PR), Leonardo Cubillos, mientras que ayer se vio a la vicepresidenta de Convergencia Social (CS), Ximena Peralta, retirándose de La Moneda.

Si bien algunos han solicitado directamente las reuniones, otros han sido convocados por Durán. A casi dos meses de haber asumido en funciones, los dirigentes ya identifican diferencias en el “estilo Durán” si lo comparan con su antecesor.

La mayoría coincide, sobre todo en el Socialismo Democrático, en que la nueva mano derecha de Boric tiene un mayor “interés real” por lo que plantean los partidos. También lo encuentran más receptivo que su antecesor. Quienes compartieron el comité político del lunes con él, percibieron que “anota todo” mientras avanza la conversación y que se dedica más a escuchar que a intervenir.

Cubillos (PR) detalló abiertamente que, durante el encuentro, él puso el tema del cambio de gabinete sobre la mesa. “Yo le manifesté a Durán que el partido tiene hombres y mujeres disponibles para lo que definiera el Presidente de la República”, dijo.

Comité político

Y agregó: ”Fue una reunión por coordinación política y yo le toqué el tema, él no lo mencionó. Lo toqué como tema de contingencia, si está sonando, está instalado en la opinión política que va a haber un cambio de gabinete. Le dije que si llega a haber uno, estamos disponibles”.

La demanda por mayor espacio en la “segunda línea” es, quizás, la más sentida del Socialismo Democrático. Incluso, hace unas semanas, Vodanovic lo había planteado como una promesa incumplida desde el último ajuste y como un requisito para un movimiento de piezas de los ministros.

“Yo no creo que sentirse parte del gobierno pase por tener más cupos, uno adhiere a un proyecto o a una idea de país que no pasa por el tema de los cupos. Ahora, evidentemente, cuando son dos coaliciones, las dos debieran tener una participación similar, porque no se entiende el desequilibrio. Y son incluso otros partidos (del Socialismo Democrático), más que el PS, los que se pueden sentir perjudicados”, sostuvo Vodanovic a La Tercera.

Durán aún no finaliza las citas maratónicas con el oficialismo. El próximo lunes 27 de febrero está agendado que acuda el presidente de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre. Lo mismo debería ocurrir durante esa semana con Marco Velarde, líder de Comunes.

¿Y el PPD?

Si bien Natalia Piergentili, la presidenta del PPD, sostuvo una cita con el jefe de gabinete a inicios de enero, hasta el cierre de esta edición la colectividad no tenía proyectada una cita en La Moneda con Durán.

De hecho, una vez más, la líder del PPD se ausentará del comité político del próximo lunes (sería al tercero que no asiste).

En esta ocasión, no irá porque estará en el tradicional acto de conmemoración de los 41 años desde el asesinato de Tucapel Jiménez -padre del exdiputado PPD Tucapel Jiménez Fuentes- en el Cementerio General.

En ese partido -comentan dirigentes históricos- hay una “premisa” asumida: la definición y haber liderado la asonada por dos pactos electorales en las elecciones del Consejo Constitucional dejó en mal pie al partido para exigir mayor espacio en el Ejecutivo.

La decisión fue a contramano del Presidente Boric, quien se involucró en las tratativas y manifestó en más de una ocasión su deseo de una lista de unidad de la DC al PC. De eso, también es consciente la directiva, la que apunta a que no crearán “falsas expectativas” a la militancia de mayor presencia en el Ejecutivo.

Nombres en riesgo

La profundidad del ajuste entre los ministros aún está calibrándose por parte de los equipos de La Moneda. Y es que la palabra final la tiene el Presidente, quien por estos días ha permanecido descansando en su residencia del Barrio Yungay, sin su pareja, Irina Karamanos, quien viajó a España para participar del Encuentro Internacional Feminista organizado por ese gobierno.

La canciller Antonia Urrejola es uno de los eslabones más débiles del gabinete, según afirman en el oficialismo.

Pese a que entre los socialistas -colectividad a la que la ministra es cercana- apuntan a un “repunte” de la secretaria de Estado -debido a que hay una buena evaluación de las acciones y el relato común del Presidente y Cancillería frente a la situación en Nicaragua-, advierten que eso podría no ser suficiente.

Esto, sobre todo, en un escenario donde la misma titular de Relaciones Exteriores -según ha publicado este diario- ha manifestado su intención de renunciar en más de una ocasión. Intentos que han sido detenidos por el mismo Boric.

Eso sí, en el partido consideran a la Cancillería como un cupo de la colectividad. De hecho, le han transmitido ese mensaje a La Moneda.

Además, le han hecho una advertencia al gobierno: que el nombre de Paula Narváez -como ha trascendido entre algunos personeros- como reemplazo a Urrejola no generaría pleno consenso en la tienda de París 873.

Esa opción, comentan en ciertos sectores del partido, debe ser consensuada considerando el peso de Cancillería en el gabinete, pese a no ser parte del comité político.

Dentro de los otros ministros que tienen una mala evaluación y podrían dejar sus carteras, según fuentes de gobierno, se encuentran Alexandra Benado (Deportes), Julieta Brodsky (Cultura) y Marcela Hernando (Minería). También se considera a Esteban Valenzuela (Agricultura), Marco Antonio Ávila (Educación) y Juan Carlos García (Obras Públicas). Sin embargo, estos tres últimos están sujetos a la evaluación final que pueda hacer el Presidente Boric de su despliegue en los incendios, mientras que los partidos de ambos están atentos a cualquier movimiento en el tablero.

El caso de Cultura tampoco está zanjado. Además de Brodsky, podría removerse a la subsecretaria de las Culturas y las Artes, Andrea Gutiérrrez (ind.), quien ha sido flanco de críticas en el mundo de las artes y la literatura.

Para un dirigente oficialista, “el problema del diseño del gobierno es que los subsecretarios tienen ámbito de acción propia”, en vez de estar supeditados al secretario de Estado.

Esa problemática, añade, se reflejaría en carteras como Salud Pública (con Cristóbal Cuadrado, de RD) o en Relaciones Económicas (José Miguel Ahumada, independiente cercano a RD). En La Moneda, en todo caso, aseguran que el ajuste mayor será en subsecretarías. Con eso, agregan, se subsanará el desequilibrio político tan denunciado por el Socialismo Democrático.

Sobre si se tocará o no en esta oportunidad el comité político, es una duda que mantienen en suspenso en Palacio.

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