“Cumplo con comunicar que, con fecha 18 de marzo de 2022, expira el período de duración en los cargos de ministros del Tribunal Constitucional de don Iván Aróstica Maldonado y doña María Luisa Brahm Barril”. Eso es lo que dice un oficio que el presidente del TC, Juan José Romero, despachó este miércoles 2 directamente hasta La Moneda. El documento estará esperando en el escritorio del mandatario electo Gabriel Boric una vez que asuma sus funciones el 11 de marzo próximo.
Los ministros Aróstica y Brahm corresponden a los cupos que son de designación directa del Presidente de la República. Al interior del organismo hay preocupación por esta situación y esperan que Boric se tome el asunto con premura para no obstaculizar el funcionamiento del tribunal. De hecho, algunos ministros tienen la expectativa de que los reemplazos puedan estar listos durante su primera semana como Jefe de Estado.
Ese mensaje se lo dio directamente el ministro Romero en una reunión que tuvo esta semana en “La Moneda chica”. El presidente del ente que resguarda la Constitución tuvo una reunión protocolar con Boric. En la cita, además, estuvo presente su jefe de gabinete, el abogado Matías Meza-Lopehandía. En ese encuentro, Romero aprovechó de comentarle el cese de funciones de los dos expresidentes del TC.
Conocedores de la conversación comentan que el futuro mandatario le respondió que estaba al tanto y sabía lo relevante que era contar con ambos nombres a la brevedad. Boric, además, agregó que ya le encargó a sus equipos iniciar la búsqueda de candidatos y que lo hizo con un mensaje especial. El presidente electo solicitó que debían ser abogados con el más alto perfil académico posible.
El encargo para Segpres y Justicia
Lo que Boric le dijo a Romero también se lo comunicó a sus asesores. Testigos de esas conversaciones aseguran que el próximo Jefe de Estado pidió que la búsqueda de candidatos para futuros ministros del TC se hiciera en conjunto. Los elegidos fueron los equipos ministeriales que liderarán Giorgio Jackson en la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) y Marcela Ríos en el Ministerio de Justicia.
En esas dos reparticiones hay personeros que conocen de cerca el TC. En Segpres asumirá como jefa de la División Jurídica la abogada Francisca Moya, quien en el pasado fue la abogada asistente del expresidente del organismo Carlos Carmona.
En Justicia se da algo similar. A pesar de que la nueva ministra viene de un mundo distinto al de los abogados, ya que es socióloga, esta semana se supo que será secundada por el abogado constitucionalista Jaime Gajardo como próximo subsecretario de la cartera. El académico de la Universidad Diego Portales tiene buenas redes con el mundo judicial y también en el TC. Además, tiene un elemento que es muy bien visto para los jueces que se dedican a estas materias: es partidario de que siga existiendo una justicia constitucional especializada. Gajardo ha defendido públicamente una reforma al TC que permita contar con una nueva Corte Constitucional.
La búsqueda de futuros ministros tiene como márgenes la bajada entregada por Boric. Eso significa que se privilegiará personas “de peso”, “destacados en la disciplina”, con “buena técnica” y que estén conscientes de “la función institucional” que deberán asumir. Esto último podría transformarse en un obstáculo.
Para nadie es un misterio que el TC tiene dos opciones: o es reformado radicalmente por la Convención Constitucional o es eliminado para siempre. Por eso, comentan entendidos en la materia, será difícil encontrar aspirantes disponibles para asumir el desafío al tener tanta incertidumbre sobre el futuro del organismo. Un ministro dura nueve años en su cargo, pero en medio del debate por la nueva Constitución, hay posibilidad de que dure mucho menos.
Una nueva mayoría en el TC
Aróstica y Brahm no son los únicos que terminan sus periodos. A ellos se suman Romero y el ministro Gonzalo García, cupos que son de designación de la Cámara de Diputados con aprobación del Senado. De esta manera, el 18 de marzo el TC se renovará casi en la mitad. Esto provocará un cambio en su mayoría. Actualmente, las posiciones están empatadas 5-5, entre los jueces de sensibilidad progresista y los conservadores, aunque con el voto dirimente del presidente Romero la balanza se inclina para el segundo grupo.
Un ministro de centroderecha comenta que el presidente electo, a mediados de marzo, podrá contar con un TC cercano a la centroizquierda. Algunos incluso adelantan que podría darse un escenario 6-4. Estos cambios internos también incidirán en el próximo presidente del organismo. Los ministros ya acordaron que esta elección se hará una vez que estén los 10 magistrados, incluidos los nuevos, ya en ejercicio de sus funciones. Pese a eso, ya suenan dos nombres. El primero es el exdiputado UDI y actual ministro Cristián Letelier, el más antiguo, y por el otro lado el ministro Rodrigo Pica.
Por lo mismo, la decisión de Boric no tendrá mucho que ver con el futuro del organismo, sino que será estratégica para los fines de su gobierno. Esto debido a que es bastante probable que los primeros años de su mandato la agenda legislativa que impulse sea controversial y que la futura oposición desafíe sus proyectos de ley en el TC. De hecho, sobre la mesa ya hay un punto: la decisión de la derecha de llevar el proyecto de amnistía a los presos del estallido al TC. Por lo mismo, el presidente electo tendrá la opción de moldear un TC que se ajuste a los retos que enfrentará a partir de marzo.