Pia Montealegre, acádemica U. de Chile: “Baquedano es un espacio de rebeldía”
La académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile, reconoce la importancia del proyecto, y destaca el modelo de “pirámide invertida” contemplado para el transporte, que prioriza formas más sustentables de movilizarse, como la bicicleta. También valora que uno de los objetivos sea mantener el mismo estándar para todos los territorios: “En una ciudad groseramente desigual como la nuestra, es un proyecto que construye justicia y dignidad en un espacio utilizado por millones de personas”.
Sin embargo, Pía Montealegre advierte que se tratará de un proceso de largo aliento: “Es el proyecto urbano más importante para Santiago, probablemente en un siglo. Creo que demorará muchos gobiernos e instituciones en materializarse”. Por ende, recomienda conformar un organismo que agrupe a expertos, autoridades, vecinos y representantes políticos que persista en el tiempo y otorgue legitimidad ciudadana.
Respecto a las obras que se desarrollarían en Pajaritos, la arquitecta critica el estado actual del lugar: “Cualquier estrategia de orden, arbolado, iluminación, mobiliario o equipamiento que se implemente ahí, será mejor que lo que significa caminar hoy por esas no-veredas o intentar cruzar ese nudo vial”. En cambio, Baquedano podría ser un caso completamente distinto. “Es un espacio de resistencia y rebeldía, tan simbólico como polémico, en donde hay muchas versiones respecto a qué se debe hacer. El Estado, a cargo del color político que sea, no puede renunciar a devolver el orden a ese lugar, no puede abandonar su mandato de planificación y administración del espacio público. Tarde lo que se tarde”, concluye.
Estudio Luis Vidal + arquitectos: “Debe ser el punto inicial de un proyecto ciudad”
Luis Vidal + arquitectos, el estudio internacional que ganó el segundo lugar en el concurso destinado a remodelar el Eje Alameda-Providencia en 2015, afirma que dadas las condiciones de deterioro del principal eje de la capital, la iniciativa debe considerar nuevas necesidades. “Creemos que es fundamental el rescate, recuperación y reactivación de los espacios que han formado su historia. Las autoridades podrían considerar esta reactivación del proyecto como el punto inicial de un proyecto ciudad que no solo quede contenido en el eje Alameda-Providencia”, apuntan.
Desde el estudio de arquitectura también esperan que la remodelación logre plasmar una visión amplia de futuro “donde los espacios públicos participen y sean actores de una transformación profunda que sirva como modelo para otras ciudades y se convierta en elemento vertebrador de la identidad local”.
Para el sector de Pajaritos, la oficina de Luis Vidal en Chile repara en que se tendrá que resolver adecuadamente la circulación y seguridad vial, “con espacios que mejoren las condiciones urbanas del sector ayudando a superar la inequidad urbana existente y finalmente responder a cómo dar a entender que es un punto de entrada a Santiago”.
Respecto a Baquedano, “el mayor desafío será resolver mediante recursos urbanísticos, paisajísticos, viales, de seguridad y de participación ciudadana el nuevo planteamiento, entregando a la ciudadanía y a la ciudad una nueva distribución del lugar que recoja los aspectos históricos, sociales, culturales arraigados en él”.
Luis Eduardo Bresciani, director de la Escuela de Arquitectura UC: “Hay que evitar diseños cosméticos de corto plazo”
El director de la Escuela de Arquitectura de la UC valora positivamente el anuncio: “Es una señal que restablece las confianzas en las instituciones y proyectos urbanos de largo plazo, corrigiendo el error inicial del gobierno pasado”.
Para Luis Eduardo Bresciani, un elemento fundamental para que los proyectos urbanos a largo plazo sean exitosos, es que se garantice la continuidad en su implementación más allá de los ciclos políticos. En ese sentido, recomienda descentralizar la gestión y liderazgo hacia el Gobierno Metropolitano, con la participación de los cuatro municipios y retomar los procesos de participación ciudadana para restituir las confianzas y los acuerdos en cada zona.
Según el arquitecto, otro aspecto importante para la ejecución de la Nueva Alameda Providencia es “fortalecer los equipos técnicos a cargo, reincorporando a los profesionales que ganaron el concurso en 2015 (Arturo Lyon, Alejandra Bosch y Danilo Martic) y trabajaron más de tres años en su diseño”.
Bresciani también hace hincapié en la movilidad como un elemento de transformación urbana: “Hay que evitar obras y diseños cosméticos de corto plazo. Es vital la ampliación y mejoramiento del espacio público para los peatones, la continuidad del plan de arborización e integración de parques urbanos, y la eficiencia de las pistas para buses y sus paraderos, de forma que estos cambios ayuden a revitalizar la actividad pública, el comercio y los barrios en estos sectores”.
Andrea Ortega, Doctora Ph.D. en Patrimonio y Conservación: “¿La recuperación del espacio público para quiénes?”
La académica de la Universidad Católica destaca la reactivación de Nueva Alameda Providencia, sobre todo por la implementación de la Ciclovía Metropolitana, pero cree que “falta énfasis en la recuperación y puesta en valor participativa del patrimonio urbano en todo el eje y particularmente en la Zona Cero. La recuperación del espacio público no puede estar enfocada solo en el mejoramiento de fachadas”.
En ese sentido, Andrea Ortega enfatiza en que es necesario discutir el enfoque metodológico en el que participará la ciudadanía: “¿La recuperación del espacio público para quiénes? ¿Cuáles serán las partes interesadas consideradas en el proceso? Es necesario tener en cuenta que los conflictos en este eje de la capital no serán resueltos sólo volviendo a pintar una y otra vez las fachadas”.
Según la arquitecta, las mesas ciudadanas que se armen no deben considerar solamente a expertos, sino que también a la ciudadanía. Por último, recomienda que desde el GORE se apoyen en términos metodológicos con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) y la investigación que han llevado investigadores del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales (IEUT PUC) sobre las disputas urbanas del patrimonio post-estallido.
Jorge Inzulza, académico U. de Chile: “El urbanismo no proviene solo de la arquitectura”
Jorge Inzulza, director del Departamento de Urbanismo de la FAU en la Universidad de Chile, sostiene que uno de los aspectos positivos es que se haya reactivado el proyecto. Sin embargo, advierte que se trata de una transformación compleja, en la que se requiere de mucha comunicación con la ciudadanía.
El académico de la Universidad de Chile considera que uno de los desafíos es entender cómo pasear cívicamente ha ido cambiando, teniendo en cuenta que los ganadores del concurso -Lyon, Bosch y Martic- nombraron el proyecto como Paseo Cívico Metropolitano. Bajo esa misma línea, afirma que “no podemos olvidar el estallido y el resquemor social, detrás de todo esto hay una expectativa que tienen las personas sobre su espacio público y sobre su sociedad. Pajaritos y Plaza Dignidad son nodos y ejes tremendamente simbólicos con una alta memoria colectiva”.
Por consiguiente, para Inzulza lo más indicado sería “estudiar lo que quisieron decir las personas, rescatando lo positivo, los aportes y lo que se quiere construir en esta nueva sociedad. No hay que borrar lo anterior, hay que reestructurar a partir de eso”. Para lograr implementar el proyecto adecuadamente, el académico recomienda considerar la interdisciplina: “Cada vez me convenzo más de que el urbanismo no proviene solamente desde la arquitectura, hay que tener la visión de un paisajista, de un sociólogo urbano, de un ingeniero”.
Cristóbal Díaz, investigador COES: “Las autoridades quieren cortar cintas”
Cristóbal Díaz, magíster en Desarrollo Urbano e investigador asociado del Centro de Conflicto y Cohesión Social (COES), coincide en que uno de los puntos fuertes del proyecto Nueva Alameda Providencia es la incorporación de formas de movilidad más sustentables. “La peatonalización también ayuda al turismo. Las mejores ciudades del mundo son en las que se puede caminar sin ser expulsado de la vereda, sino que integrado a la ciudad en todo momento”, plantea.
De acuerdo al investigador, esta medida debería ir acompañada del fortalecimiento del transporte público y que, por lo tanto, el corredor exclusivo de buses que consideraba el proyecto original debe ser una prioridad, para disminuir el uso del auto.
En cuanto a las modificaciones, Díaz señala que toda intervención aledaña a la Alameda debe orientarse al espacio público. En específico alude a Estación Central, una de las comunas que está considerada en la ejecución del proyecto. “Se necesita espacio público y áreas verdes para el eje de edificios hiperdensos (erróneamente estigmatizados como ‘guetos verticales’ por parte del mismo Orrego en 2017) entre General Velásquez y Las Rejas”, dice.
También enfatiza en que se requiere de participación ciudadana directa y en que no se otorgue ningún permiso de edificación residencial más en torno al eje Alameda-Providencia. Por último, recomienda a las autoridades incorporar una perspectiva de largo plazo: “Las autoridades políticas quieren cortar cintas e inaugurar. Pero los desafíos de sustentabilidad requieren una mirada de futuro”.
Magdalena Krebs, Consejo de Monumentos Nacionales: “Debemos ir más allá de la restauración material de monumentos o edificios”
Magdalena Krebs, consejera experta en conservación y restauración de monumentos, considera que uno de los principales desafíos para el proyecto eje Alameda Providencia es “conseguir un acuerdo efectivo para comprometer a la ciudadanía con el cuidado del espacio público”.
En relación a las modificaciones que tendrá Plaza Italia, la arquitecta coincide con el diseño propuesto para el sector, que consiste en eliminar la clásica rotonda para dar lugar a una plaza cívica: “Cuando hablamos de recuperación de patrimonio, debemos ir más allá de la restauración material de monumentos o edificios. Imagino una magnífica plaza cívica, que junto con resolver los desafíos urbanos y devolver su pleno uso y goce a los ciudadanos, destaque su magnífico emplazamiento geográfico con sus vistas a la cordillera y al cerro San Cristóbal, la cercanía al Mapocho y sus parques”.
Respecto a un eventual cambio de nombre que pudiera tener la plaza u otras intervenciones, como un memorial en la Estación Baquedano, Magdalena Krebs califica los hechos como demasiado recientes para tomar decisiones de ese tipo: “No hay distancia histórica para tener un cabal juicio. En todo caso, igualmente creo necesario iniciar esa conversación y convocar a amplios grupos ciudadanos, incluyendo a quienes habitan en su entorno, a quienes trabajan en sus alrededores, a quienes circulan como peatones, automovilistas y usuarios de metro, a quienes visitan y disfrutan su oferta cultural. Plaza Baquedano pertenece a todos quienes habitamos la ciudad de Santiago”.