La silenciosa disputa por el control del Frente Amplio

La delegada Constanza Martínez y el diputado Andrés Giordano.

En los últimos días surgió una inesperada arremetida de un grupo de parlamentarios que amenaza a la carta favorita para presidir el nuevo partido:Constanza Martínez. El legislador Andrés Giordano transmitió sus intenciones de competir, poniendo en jaque la idea de tener una directiva de consenso.


“Para mí ha sido un gusto el ejercicio de este cargo que me encomendaron y que en conjunto hemos podido ensalzar este órgano que integramos. Les mando mis cariños y un abrazo, Diego”.

De esta forma, y por correo electrónico, el diputado Diego Ibáñez, presidente de Convergencia Social, realizó la convocatoria para la última sesión del comité central del partido antes de la unificación del Frente Amplio, que además tendrá una conmemoración por la historia de la tienda, en la Universidad de Santiago.

En el encuentro de despedida Ibáñez leerá la resolución del Servicio Electoral (Servel) en la que se inscribe al Frente Amplio y se disuelve Convergencia Social, lo que estaban esperando para hacer la fusión con Revolución Democrática.

Pero detrás de los eventos conmemorativos hay una verdadera guerra silenciosa por quiénes asumirán el control de la nueva directiva del Frente Amplio -que será el partido con más militantes en Chile-. En el espacio también participarán integrantes de Revolución Democrática, Comunes, Plataforma Socialista y Unir, entre otros.

En esta disputa por el control de la nueva colectividad hay un nombre que ha tomado ventaja en la negociación: la actual delegada presidencial metropolitana, Constanza Martínez (Convergencia Social), quien si bien aún no oficializa su decisión, ya ha hablado con autoridades de gobierno como la ministra de la Mujer, Antonia Orellana (CS), y la subsecretaria de Desarrollo Regional, Francisca Perales (CS), para encabezar la lista oficialista.

Su postulación es apoyada también por el Presidente Gabriel Boric, en un acuerdo que abarca a gran parte de los lotes internos -Desbordar lo posible, De Cordillera a Mar, Terceristas y Pantalones Largos-, por lo que el llamado ha sido a una lista de unidad.

En los últimos días, sin embargo, la idea de lista de consenso se desordenó y la disputa por la presidencia ha ido tomando fuerza. Así, se levantó un sector disidente integrado por la diputada Maite Orsini (RD) -quien no quiere ser candidata a ningún cargo de la nueva mesa-, pero que está empujando -junto a otros dirigentes- al diputado Andrés Giordano (RD), quien será la carta para competir la presidencia del FA, según les confirmó a sus cercanos en las últimas horas.

Además han buscado el apoyo de parlamentarios como Claudia Mix (Comunes) y Patricio Rosas (Unir), entre otros, para hacer contrapeso a la lista de Martínez.

“Sentimos que es importante que en esta primera elección podamos dar un debate de ideas. Hay quienes en el Frente Amplio tenemos que construir una lista de unidad, pero en el fondo la tesis que plantea ese sector del partido es que tenemos que ofrecer una alternativa a la militancia, por qué evitar el conflicto”, dijo Orsini esta semana, en entrevista con TVN.

Y agregó:”Yo creo que es fundamental que todas las miradas y diversidad del Frente Amplio se vean representadas”.

Sobre si Martínez representa todas esas miradas, la diputada añadió: “A mi juicio, los sectores que han sido convocados a construir esa lista no representan todas las miradas que hay en el Frente Amplio”.

En esa línea, sostuvo que le gustaría que “Andrés Giordano sea el candidato a presidente”, agregando que Martínez, al ser actualmente delegada presidencial, es un perfil que se verá muy cercano al gobierno, y que es necesario distinguir entre el Ejecutivo y el nuevo proyecto político de la nueva tienda.

El grupo de disidentes se forjó por un grupo que se manifestó en contra de la fusión del Frente Amplio y que nació de Revolución Democrática. Parte de ellos vienen de un bloque llamado “Despierta”, del que era parte la diputada Catalina Pérez, quien se encuentra con la militancia suspendida tras el escándalo de Democracia Viva.

De hecho, la situación de Pérez es un punto de tensión entre los dos bloques que se han conformado porque su sanción termina el próximo miércoles 3 de julio y ahí la militancia deberá discutir qué hacer, debate que ya está sobre la mesa.

Por un lado, el bloque más tradicional es partidario de extender la sanción de la parlamentaria para que no empañe el proceso, y por otro hay quienes han planteado en la disidencia que puede regresar sin mayores problemas.

De todas formas, no solo quién estará a la cabeza del partido ha sido motivo de discusión. También está en la mira quién ocupará la secretaría general, el segundo cargo más importante de la directiva. Esta negociación, de hecho, ha sido más compleja.

En Revolución Democrática quieren el cupo, pero sectores de Convergencia Social buscan que pertenezca a un lote llamado De Cordillera a Mar (donde participan la ministra Orellana y el diputado Ibáñez) y ahí el nombre que buscan posicionar es Simón Ramírez, actual jefe de gabinete de la Subsecretaría de Servicios Sociales, y también hay otros sectores que demandan el cupo.

En ambos sectores, en todo caso, no solo ponen atención a la conformación de la directiva (11 personas), sino que también a las demás elecciones que se realizarán apenas se conforme la mesa transitoria, como la del comité central, espacio de toma de decisiones del partido. Ahí los bloques no serán amplios y se verá la verdadera correlación de fuerzas entre las diferentes tendencias.

Por lo pronto, este lunes debería llegar la confirmación del Servel para que se concrete la fusión entre CS y RD.

Ahí, la primera tarea que tendrá la directiva provisoria será convocar a nuevas elecciones.

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