Las 168 horas bajo acecho de las enmiendas republicanas

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Las indicaciones que presentó la bancada que controla el órgano redactor -con 22 consejeros- han sido ampliamente cuestionadas por diferentes sectores. Pese a eso, el partido sigue con su estrategia, donde apuestan a conseguir dar vuelta el escenario. Hasta ahora, dicen, el balance es positivo.


Un minuto y 23 segundos. Eso dura un video que difundió -el viernes de la semana pasada- el Partido Republicano, bajo la consigna “Te quiero Chile”. El registro no fue el azar, sino que forma parte de una estrategia para defender las casi 400 enmiendas que presentaron los representantes de la colectividad en el Consejo Constitucional.

En el video aparecen hablando todos los consejeros del partido fundado por José Antonio Kast, en el cual recalcan que están trabajando para “reconstruir el país”.

Un día antes de la pieza audiovisual, el jueves, el expresidente Ricardo Lagos hizo una dura intervención en el órgano redactor en contra de las indicaciones republicanas.

Ante la comisión de Sistema político, Lagos pidió “responsabilidad” a los republicanos y manifestó sus reparos a la idea de disminuir los escaños del Congreso.

Pero no solo ha sido el exmandatario quien arremetió contra las enmiendas republicanas, sino que ese ha sido el tenor de la mayoría de las exposiciones ante el órgano redactor, las cuales continuaron hasta el jueves de esta semana. Es decir, en las últimas 168 horas, las indicaciones republicanas han estado bajo acecho.

El mismo día que Lagos, el contralor Jorge Bermúdez también expuso en el Consejo sobre las enmiendas relativas al órgano fiscalizador. “Lo digo con este énfasis, porque entiendo que esto va a quedar en un acta y quiero que quede así para la historia: estas enmiendas restringen el control administrativo, debilitan el control como pilar del Estado de Derecho y, por lo tanto, debilitan la democracia”, manifestó.

Este lunes, en tanto, la expresidenta Michelle Bachelet hizo lo propio. “Creo que para muchas mujeres sería un retroceso algunas de las enmiendas”, afirmó, haciendo referencia a indicación republicana sobre la protección del niño que está por nacer, la que chocaría con la ley de aborto en tres causales que aprobó en su segundo mandato.

A fines de esta semana, el ministro de la Corte Suprema Leopoldo Llanos estaba sentado en la comisión de Función jurisdiccional dando la opinión del máximo tribunal respecto de las enmiendas que están debatiendo los consejeros de la instancia. Llevaba más de 20 minutos haciendo una larga exposición cuando entró a comentar una de las indicaciones más icónicas de los consejeros republicanos.

Llanos dedicó unos minutos a criticar la enmienda que pretende crear un tribunal especial, de jurisdicción nacional para juzgar las causas de crimen organizado, narcotráfico, terrorismo, trata de personas y corrupción. La cláusula es parte del paquete de indicaciones republicanas que pretenden reforzar las normas constitucionales sobre seguridad.

Sin embargo, el magistrado cuestionó duramente la idea. “La instauración de un tribunal de ese tipo, además de parecer que excede a una regulación genuinamente constitucional, podría terminar generando, por su carácter nacional y amplio de competencias, un verdadero Poder Judicial paralelo. La propuesta rompe con el principio de Estado unitario”, dijo el ministro.

Todos esos cuestionamientos se suman a los que ya habían realizado los partidos de gobierno y sus respectivos consejeros. Junto a ellos también están las voces de Chile Vamos, como la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), quien calificó las indicaciones como una “pelotera”, y un informe del CEP que concluyó que son indicaciones de “impulso identitario” y que algunas “contradicen explícitamente” las bases institucionales.

Los cálculos republicanos

Pese a la arremetida en contra de sus enmiendas, en el Partido Republicano continúan con la estrategia trazada: conseguir el respaldo ciudadano necesario -en medio de un escenario en donde, según las encuestas, la opinión pública está inclinada por rechazar- para que el texto propuesto por el Consejo sea aprobado (con sus ideas) en el plebiscito de diciembre.

Por lo mismo, todas estas reacciones contrarias a sus indicaciones, por el momento, no le quitan el sueño a la colectividad liderada por Arturo Squella.

El consejero Antonio Barchiesi, cuando fue consultado por los comentarios de Llanos, desestimó los reproches y afirmó que los republicanos “están en la línea correcta”.

En privado, varios consejeros comentan que era esperable que las autoridades criticaran algunas de sus indicaciones. Asimismo, agregan que así como existen voces críticas, también han existido voces favorables -como la del fiscal nacional, Ángel Valencia- y alegan, las mismas fuentes, que la Corte Suprema está “desconectada” del tema de la seguridad pública.

El jefe de la bancada, Luis Silva, afirmó, luego de las críticas que “todas nuestras enmiendas están abiertas al debate con la convicción de que hay oportunidades de mejoras en todas y cada una de ellas”.

Entre los republicanos, en todo caso, están convencidos de que su estrategia tendrá efecto, sobre todo, agregan, si es que las voces críticas provienen de sectores de izquierda, el cual apuestan algunos a que terminen anunciando su rechazo al texto, lo que -creen- les serviría para que su electorado cierre filas con la idea de aprobar la propuesta de nueva Carta Magna.

Así, los 22 consejeros están enfocados en la campaña de sus enmiendas. Y, según sus primeros balances, la “activación” -mediante lives en YouTube, despliegue de Kast y difusión en redes sociales- que han realizado los últimos días está mostrando algunos efectos.

Esto, dicen, lo miden a través de las mismas redes sociales y también en los resultados que arrojan estudios de opinión. Por ejemplo, destacan que la última encuesta Criteria arrojó que un 41% dice que votará en contra del nuevo texto constitucional, lo que marca un contraste con el último sondeo CEP, que reveló que un 49% no está interesado en el actual proceso constitucional.

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