Las dispares cuentas oficialistas tras el rebaraje de fuerzas
Caras largas, otras felices y algunas sin mostrar una mayor expresión fue lo que provocó en los presidentes de partidos de gobierno el segundo ajuste ministerial del Presidente Gabriel Boric. Cada uno de los dirigentes del oficialismo hizo frenéticas gestiones para conservar a sus militantes en el Ejecutivo y no salir perjudicados, sin embargo, no a todos les resultó. El más damnificado fue el Partido Liberal (PL), que quedó sin ministros en el gabinete.
La salida de su único ministro: Crisis en el Partido Liberal y malestar con Boric
Cuando el Presidente Gabriel Boric tuvo que admitir ante el timonel del Partido Liberal (PL), Patricio Morales, que el cambio de gabinete contemplaba la salida del - ahora- exministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, el tenor de la conversación cambió.
Quienes conocieron el intercambio privado entre ambos en La Moneda hablan de un diálogo “áspero”, “tenso” y -en momentos- en “duros términos”. El Mandatario también sostuvo un contacto telefónico con el presidente de la Cámara de Diputados, Vlado Mirosevic (PL), que tampoco fue en el mejor de los tonos.
El malestar de Morales, dicen en el partido, radicó porque él se la jugó por la “lealtad” hacia Boric, sobre todo, cuando recogió su llamado a competir en unidad en las elecciones del Consejo Constitucional y terminó pactando con la lista de Apruebo Dignidad, pese a la resistencia que existía en una parte del partido.
Parte de ese impasse fue comentado por el mismo Mandatario en un breve encuentro con el resto de los timoneles que permanecieron en Palacio tras la ceremonia de ajuste ministerial. Morales ni siquiera se quedó al acto y la ira escaló en el partido cuando, además, se confirmó la permanencia del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila (RD).
Y es que para los liberales la salida de García -su único representante en el gabinete- no estaba dentro de los cálculos. Es más: desde La Moneda, aseguran en la colectividad, se daban señales tranquilizadoras respecto de su permanencia. Por ejemplo, se transmitió un buen balance de su desempeño en la emergencia por incendios en la zona centro-sur del país como delegado de la región del Biobío.
La remoción de García desató los intercambios en los chats de la colectividad, donde recalcaban que no sirvió de nada la “lealtad” porque los dejaron sin ministros.
Al cierre de esta edición, se había autoconvocado a un consejo nacional extraordinario de la colectividad que podría terminar con Patricio Morales fuera de la presidencia del PL si la presión de la máxima instancia partidaria no se logra aplacar.
Con dos subsecretarios menos en Educación y Energía: la procesión interna del PC
Los grupos de WhatsApp de dirigentes del Partido Comunista (PC) estallaron rápidamente en mensajes. La sensación que se extendía entre las filas de la colectividad era una: que el gobierno del Presidente Gabriel Boric nuevamente los perjudicó.
El partido liderado por Guillermo Teillier tuvo dos bajas en subsecretarías: Julio Maturana en Energía y Gabriel Bosque en Educación. Si bien al PC no le tocaron los ministros del gabinete, quedó con solo cinco subsecretarías de las siete que ostentaban hasta antes del ajuste.
Pero el malestar no era solo por las bajas, según afirman dirigentes del PC, sino más bien por la señal que envió el Mandatario. Esto, dicen las mismas fuentes, porque mantuvo a Marco Antonio Ávila como ministro de Educación, quien ha tenido varios traspiés, siendo el último de ellos el altercado que sostuvo con la diputada Viviana Delgado (Comité Ecologista Verde), quien acusó al secretario de Estado de tratarla mal durante una discusión.
Así, la sensación entre algunos dirigentes comunistas es que el Mandatario no castigó lo que ellos consideran como una mala gestión de Ávila y perjudicó al PC, el que -agregan- “ha sido leal”.
En el partido, si bien ayer no hubo reclamos públicos, no olvidan lo que pasó con Nicolás Cataldo, quien había sido nominado -en el primer ajuste ministerial- en la Subsecretaría del Interior, pero que fue removido debido a las críticas que surgieron en redes sociales en su contra debido a que se difundieron antiguos tweets de él contra Carabineros.
En la colectividad, además, comenzaron a surgir ciertas recriminaciones internas al rol del secretario general, Lautaro Carmona, quien -dicen- llevó a cabo las conversaciones con La Moneda para presentar nombres y defender a los militantes comunistas que tienen puestos en el Ejecutivo.
Al cierre de esta edición, en el partido transmitían que seguían digiriendo el ajuste y que aún no está sobre la mesa presentar una queja formal al gobierno.
Eso sí, quieren ver la bajada que dará el Presidente Boric en el consejo de gabinete de hoy, donde esperan que las señales apuntan a que se mantenga el programa de gobierno y que los nuevos secretarios de Estado no lo alteren.
Ministro con un pie fuera: RD “salva” a Ávila en el Mineduc
“Nunca estuvo sobre la mesa (la salida del ministro Marco Antonio Ávila). Ni nos pidieron nombres, ni nosotros propusimos nombres”.
Tras la ceremonia de ajuste ministerial, el senador y timonel de Revolución Democrática (RD), Juan Ignacio Latorre trató de ser lo más enfático posible respecto a la cuestionada continuidad del titular de Educación.
Si bien en continuas ocasiones se transmitió desde La Moneda a la directiva que Ávila no estaba en peligro, fuentes partidarias apuntan a que la posibilidad nunca estuvo totalmente cerrada y que, en más de una ocasión, en el partidos hubo reparos respecto a qué tan de fiar era la información.
¿La razón? Se sondearon informalmente nombres como el de Gonzalo Muñoz (RD, cercano al jefe de asesores del Segundo Piso, Miguel Crispi) y el de la independiente -ligada al bacheletismo- Valentina Quiroga. Sin embargo, la permanencia de Ávila es la apuesta personal de Boric.
A medida que avanzaba la mañana, no había una notificación respecto de su salida, lo que tranquilizaba a RD e, incluso, a Comunes, que han defendido al ministro como propio, principalmente porque en su equipo cuenta con varios militantes esa tienda.
A la interna del partido, el balance es diametralmente distinto al ajuste anterior, donde el Ejecutivo asestó un duro golpe al partido, sacando al ministro Giorgio Jackson del comité político. Y si bien RD en esta pasada no se reintegra a esa instancia, en las subsecretarías hubo varios cambios que afectaron a militantes RD, pero donde la colectividad mantuvo cupos, como el de Salud Pública, con el nombramiento de Andrea Albagli, o el de Relaciones Económicas Internacionales, con Claudia Sanhueza. La única pérdida es la del -ahora- exsubsecretario de Transportes, Cristóbal Pineda.
El balance final, eso sí, tendrá lugar durante la próxima semana cuando se cite a comisión política.
Sin Cancillería pero con más subsecretarías: el triunfo a medias del PS
La jefa de los socialistas, Paulina Vodanovic, no podía ocultar su buen ánimo en La Moneda. Pese a la pérdida de Cancillería en manos -hasta este viernes- de Antonia Urrejola (cercana a la tienda de Paris 873), la timonel logró sumar cuatro subsecretarías, equilibrando la mermada representación del bloque en la “segunda línea” que se mantuvo durante todo el primer año de gobierno.
Eso sí, la misma Vodanovic comentaba que la nueva subsecretaria de Hacienda -sin militancia-, Heidi Berner, es considerada como una cercana al socialismo.
Una situación similar ocurre en el ministerio de Obras Públicas con Jessica López: al MOP en el PS lo cuentan como un cupo del partido.
Sin embargo, en el resto de la directiva, sí asoman críticas. Por ejemplo, a que Gloria de la Fuente -recién asumida subsecretaria de Relaciones Exteriores- no era parte de las nóminas aprobadas por el partido para ser presentadas en La Moneda.
Misma situación con el director ejecutivo de Horizonte Ciudadano (fundación ligada a Michelle Bachelet) y nuevo subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano (independiente pro PS).
De hecho, dentro de esas listas, el PS optó por priorizar nombres acorde a los “lotes” de los partidos. Y si bien ingresó Jorge Daza, como subsecretario de Transportes (ligado a “Grandes Alamedas”) y Nicole Cardoch (representante de la “Nueva Izquierda”) en la subsecretaría General de Gobierno, el Tercerismo -sector preponderante al que perteneceVodanovic- quedó fuera de ese espacio. Fuera quedaron otros dos nombres que la mesa había entregado al gobierno: Nicolás Facuse -actual jefe de Relaciones Políticas e Institucionales de la Segpres- y Mauricio Muñoz.
“Para esta segunda etapa o segundo año de gobierno son los perfiles que se buscaban”, dijo Vodanovic ayer en La Moneda.
Inesperada incorporación: El control de RR.EE. que da un balance favorable al PPD
Si bien rondaba desde la noche del jueves, el nombre de la socióloga Marta Maurás -confirmado durante la mañana de este viernes- generaba una sensación amarga en un sector no menor del Partido por la Democracia (PPD). Los reparos emanaban directamente del círculo del extimonel y excanciller Heraldo Muñoz.
Históricamente cercanos -el exministro de RR.EE. la nominó embajadora durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet como representante de Naciones Unidas en Ginebra-, se generó una distancia insalvable cuando Maurás respaldó a Paula Narváez en la carrera presidencial de la extinta Unidad Constituyente y no a Muñoz.
A pesar de ello, sí alcanzaron a escribirse mensajes de buenos deseos para Maurás en algunos WhatsApp internos. “Se le tiene mucho respeto. Es mujer y militante histórica”, se comentaba.
Aunque la historia ya es conocida respecto de su fallido nombramiento -por quejas en círculos diplomáticos y supuestas acusaciones de maltrato-, para el PPD fue sorpresivo hacerse del control de Cancillería, la cartera -probablemente- más influyente fuera del comité político. Y la mantuvo con el diplomático Alberto Van Klaveren quien, aunque independiente, siempre se ha mantenido en los círculos partidarios. “No milita netamente por incompatibilidad laboral”, comentan.
En la suma y resta, el partido -que hasta hace algunas semanas creía que habría una especie de vendetta tras su decisión de competir al Consejo Constitucional en listas separadas de Apruebo Dignidad- se vio “bien compensado”: si bien salió la subsecretaria Yolanda Pizarro (Niñez) ingresaron los nuevos subsecretarios Víctor Barrueto (Defensa) y Sebastián Vergara (Bienes Nacionales).
Y aunque ninguno de los nombres figuraba en la nómina del partido para subsecretarías, el buen ánimo de Piergentili fue el mejor indicador de la ganada del partido.
Pierden a Brodsky y Fuentes: Convergencia, los diálogos con La Moneda para no “pagar” los platos rotos
Si algo se transmitió desde la directiva a la militancia de Convergencia Social, es que los diálogos con La Moneda buscaban que el partido del Presidente no “pagara” los platos rotos del equilibrio favorable al Socialismo Democrático.
En efecto, dentro de los márgenes, CS no se vio tan perjudicado. La tienda quedó con dos figuras importantes fuera: en Cultura, a Julieta Brodsky y, en la subsecretaría de Relaciones Exteriores, a Ximena Fuentes.
En el caso de la primera, su salida era un hecho que se venía masticando hace semanas. Y si bien se intentó “apuntalar” a Brodsky en su cargo tras el anterior ajuste ministerial -pues la sensación que primaba era que se había “salvado” en ese ajuste-, los déficits en la gestión hicieron “insalvable” su cargo. Convergencia Social lo entendió de forma temprana.
Brodsky tuvo desencuentros con autores y artistas ya en abril de 2022, en medio del debate constituyente, cuando la ministra expresó la idea de “limitar” el derecho de autor para facilitar el acceso a la producción cultural. A ello se le sumó su poco cuidado en la forma y trato al promover la salida de las directoras del museo Violeta Parra y el Centro Cultural La Moneda, Cecilia García-Huidobro y Beatriz Bustos, y su intención de “alinear” a los museos que reciben fondos públicos con las políticas del ministerio. Pero su mayor conflicto fueron los dos paros de funcionarios del patrimonio.
“Fue un cambio de gabinete que refleja nuestras prioridades: poner en primera línea a gente que va a dialogar para avanzar en las transformaciones de nuestro programa”, señaló el jefe de partido, Diego Ibáñez.
El caso de Ximena Fuentes fue más sentido. Sin embargo, en el partido ya sabían - hace al menos un par de días- que el diseño que estipulaba Boric contemplaba un ajuste total en Cancillería, incluida la exministra Antonia Urrejola y sus dos subsecretarios.
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