Una característica que comparten Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte es que ambas son reconocidas por quienes en algún momento las apadrinaron más que por su militancia partidaria. La nueva ministra del Interior es considerada la “hija predilecta” de Ricardo Lagos, mientras que su par de la Segpres es una férrea bacheletista.

Las trayectorias de las nuevas mujeres fuertes del comité político del Presidente Gabriel Boric son disímiles, pero tienen algunos puntos de encuentro. Ambas coincidieron en el primer gobierno de Michelle Bachelet; Uriarte como ministra del Medio Ambiente y Tohá como vocera de gobierno. En Palacio aseguran que se conocen desde esa época, pero no fue hasta asumir en sus nuevos cargos, la semana pasada, que retomaron el contacto.

En sus partidos recuerdan un hito que las vinculó de forma inesperada: cuando en 2008 Guido Girardi, con quien tiene una buena relación la ahora titular de Interior -de hecho, es muy amiga de su esposa, Paula Echeñique- puso un recurso de protección en contra de la repartición liderada por Uriarte, una de las voces críticas en contra de la ofensiva del exsenador en el PPD fue, precisamente, la de Tohá.

En La Moneda aseguran que en los pocos días de gestión, ambas han buscado articularse y tendrían una comunicación fluida. “Su relación es buena y lo han demostrado estando, por ejemplo, juntas en la tramitación de la prórroga del estado de excepción, el que se convirtió en su primer desafío legislativo conjunto”, señalan en el Ejecutivo.

Al asumir, de hecho, la socialista le hizo un gesto a la PPD al honrar el nombre de su padre, José Tohá -quien murió producto de las torturas al inicio de la dictadura-, en la que fue su primera alocución pública.

En el PS, la cuna de Uriarte es la Nueva Izquierda, liderada por el secretario general Camilo Escalona. Mientras fue jefa de gabinete de Bachelet, la socialista hizo tándem con Mahmud Aleuy -del mismo sector- para sacar a la exmandataria de crisis tan complejas como lo fue el Caso Caval. Tohá, también tiene un lazo que la ata al exsubsecretario: es íntima amiga de su esposa, la periodista Alejandra Jorquera, quien incluso integró sus equipos cuando asumió la alcaldía de Santiago en 2012.

Por esa época, con Bachelet como candidata a un nuevo periodo y con dirigentes estudiantiles como el propio Boric o sus ministros Giorgio Jackson (Mideso) y Camila Vallejo (Segegob) con la intención de postular al Congreso, a la presión de la propia exmandataria por facilitar un pacto de omisión que favoreciera ese objetivo se sumó la entonces jefa comunal. El pacto se concretó y en Santiago figuras como Marcelo Díaz, Claudia Pascual y Eugenio Ravinet bajaron sus candidaturas para que el hoy mano derecha del jefe de Estado asegurara un espacio en el Parlamento.

Lo cierto es que por esos años ninguna de ellas se imaginaba que integrarían un gobierno liderado por esa generación, la que antes de llegar al poder, fue crítica del gobierno de Ricardo Lagos y también del de Michelle Bachelet.

Conocidos son los cuestionamientos personales que el propio Presidente Boric hizo en contra de su hoy ministra del Interior cuando en su rol de alcaldesa desalojó el Instituo Nacional. “El doble estándar progresista”, acusó el entonces parlamentario aludiendo a Tohá.

Los otros cruces

En el gobierno para nadie es un secreto que la dupla remeció aguas entre los colaboradores que acompañan al Mandatario desde marzo en La Moneda. Su experiencia política y de gobierno, las deja en una posición privilegiada ante el resto del gabinete y así lo han hecho notar tras su debut. Ambas -pero sobre todo Tohá, como líder del equipo- ha bajado directrices políticas al resto del Ejecutivo. En el comité político de este lunes ambas se encontraron cara a cara con quienes serán sus pares en la instancia de coordinación.

La vocera Vallejo conoció a la ministra Tohá cuando ella era dirigenta estudiantil a inicios de la década pasada. Cercanos a la comunista afirman que, de hecho, se toparon en una marcha por la causa mapuche. A la exjefa de gabinete de Bachelet, en cambio, la comunista la conoció hace poco tiempo. Cuando la socialista llegó, a fines de mayo al equipo de la exministra del Interior, Izkia Siches, tuvieron algunos intercambios. La coordinación, sin embargo, se ha fortalecido ahora que Uriarte ascendió a la cabeza de la Segpres y sobre todo en los últimos días respecto del acuerdo constitucional que intentan los partidos de todo el arco político tras el triunfo del Rechazo a la propuesta de la Convención.

La única carta del Frente Amplio con silla en el comité político, Antonia Orellana (Mujer), en tanto, no conoció a Tohá -personalmente- hasta que la fundadora del PPD llegó a La Moneda el martes pasado. Pese a eso, según explican en el gobierno, la militante de Convergencia Social fue quien propuso a la ahora secretaria de Estado para asumir una de las vocerías del comando por el Apruebo de cara al plebiscito constitucional.

Con la nueva integrante de la instancia, Jeannette Jara (PC), por otro lado, Uriarte coincidió durante la segunda administración bacheletista. Cuando se desempeñaba como jefa del gabinete de la exmandataria, la ahora titular del Trabajo ostentaba el mismo cargo pero en el Ministerio de Desarrollo Social que en esa época lideraba el también comunista Marcos Barraza. Luego, cuando Jara asume la Subsecretaría de Previsión Social ambas mantuvieron un vínculo de confianza. Tanto así que antes de que la comunista fuera nombrada en el cargo, durante el verano, ambas se juntaron a almorzar para intercambiar miradas sobre el futuro.

El reencuentro con Marcel

Mario Marcel (Hacienda) tiene una historia de más larga data con Tohá. Cuando la ahora ministra del Interior volvía de Italia a fines de la década del 90, fue él quien la contrató en sus equipos cuando se desempeñaba como subdirector de Presupuestos de José Pablo Arellano. Luego, cuando asumió la Dipres en el 2000, en los inicios del gobierno de Lagos, y Tohá era subsecretaria de la Segegob, ambos impulsaron juntos un proyecto -que fue financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde el ministro de Hacienda había trabajado-, que creó la política de fortalecimiento de la sociedad civil.

Según sus cercanos, ambos siguieron viéndose mientras Tohá era alcaldesa y él consejero del Banco Central. Este año, cuando en Clapes UC le hizo un homenaje a Marcel tras su salida de la presidencia de ese organismo para asumir en Hacienda, la ex jefa comunal por Santiago fue una de las principales oradoras.

“Mario fue mi tercer jefe, el primero fue Jorge Arrate, que ya entonces era una eminencia, el segundo fue un italiano que era bien carrilero y parlanchín y después vino Mario que era como todo, todo, todo lo contrario. A duras penas lográbamos que subiera levemente una ceja cuando algo le parecía bien, el problema es que cuando algo le pareció mal subía exactamente la misma ceja. Entonces, uno podría decir, ‘qué difícil trabajar con un jefe así', pero la verdad es que fue todo lo contrario”, dijo la ministra del Interior en esa oportunidad recordando sus años en la Subdirección de Presupuestos.

Y agregó: “La verdad es que este caballero, que ha sido acusado de ser un halcón que defiende los intereses de los poderosos, de ser un manito de guagua que esconde la plata, que ha sido acusado de ser un tecnócrata insensible que no conecta con los sentires ciudadanos, ha estado detrás de parte de las reformas más progresistas que se han hecho desde el retorno a la democracia”.

Con Uriarte, en tanto, Marcel comparte la militancia. Cuando ella era ministra de Medio Ambiente y él en la OCDE se toparon en algunas bilaterales. Lo mismo ocurriría cuando ella era jefa de gabinete de Michelle Bachelet y asume la tarea de avanzar en una reforma a las pensiones.