Las reservadas conversaciones para construir la coalición FA-PC

Gabriel Boric con Daniel Jadue la noche del 19 de mayo, cuando concurrieron al Servel a inscribirse en la primaria presidencial en que se impondría el diputado frenteamplista.

El triunfo de Gabriel Boric en las primarias de Apruebo Dignidad abrió un complejo desafío para el FA: transformar el pacto electoral que formaron con los comunistas en una coalición que sustente un eventual gobierno conjunto. En las últimas semanas -en varios encuentros- comenzaron a tomar forma las exigencias y aprensiones de cada bloque. Un diálogo en el que -en todo caso- Boric y Jadue han tomado un rol secundario.


Días después de que el candidato presidencial del Frente Amplio, Gabriel Boric, asestara una dura derrota a su par del Partido Comunista, Daniel Jadue, en las primarias presidenciales de Apruebo Dignidad, el frenteamplista se contactó con el alcalde para consultarle por el rol que podría jugar en su comando. “Todo eso lo deben ver con el partido”, habría respondido el alcalde de Recoleta, cerrando la puerta a cualquier tratativa entre ellos.

Esa fallida conversación ha sido una de las pocas intervenciones directas que ha tenido el diputado por Magallanes, quien ha optado por mantener un rol secundario, en el marco de las conversaciones que se abrieron entre el PC y el FA para transformar el acuerdo que nació como un pacto electoral en una coalición para sustentar su eventual gobierno. La tarea, dicen en el FA, se la delegó al diputado de RD Giorgio Jackson, quien junto a un grupo de dirigentes del bloque lo mantienen informado.

Quienes conocen de los encuentros reservados aseguran que el diálogo con el PC no ha sido fácil y ha estado cruzado por tensiones que han marcado cada una de las reuniones que ha sostenido el pacto.

Las exigencias comunistas

Hasta la sede del PC en Ñuñoa llegaron el miércoles 21 de julio los dirigentes de Apruebo Dignidad para sostener su primer encuentro tras las primarias. En esa cita, las colectividades del bloque pusieron sobre la mesa algunos temas que hasta el día de hoy ponen a prueba a la incipiente coalición y se comenzaron a perfilar los dirigentes que liderarían las negociaciones, como los secretarios generales de RD, Sebastián Depolo, y del PC, Lautaro Carmona; la diputada PC Camila Vallejo y los timoneles de Convergencia Social, Alondra Arellano, y de Comunes, Jorge Ramírez, además de la militante de la FRVS Flavia Torrealba.

Aunque en esa cita no se selló ningún acuerdo, el PC transparentó lo que -a la luz de los encuentros siguientes- se ha evidencia como su principal fuente de preocupación: cuánta incidencia tendrán en el comando, el programa, en el equipo de campaña del frenteamplista y -especialmente- en un eventual futuro gobierno.

En el FA han intentado dar señales de tranquilidad a sus socios principales, asegurándoles que tendrán “espacio” en el círculo más íntimo de las decisiones del abanderado presidencial. De hecho, los dirigentes frenteamplistas presentaron el pasado domingo un esquema en el que se asegura debida representación a los comunistas en el comando.

En el bloque aseguran que otra de las “preocupaciones” manifiestas del PC es su negativa a que Boric dé un “giro hacia el centro” para asegurar su desembarco en La Moneda. Inquietud que los frenteamplistas han intentado despejar asegurando que buscarán liderar un “gobierno de transformaciones” que se posicionará en la izquierda. La arremetida comunista -sin embargo- no se ha hecho esperar y han pedido garantías de que ante posibles alianzas en un eventual gobierno, las fuerzas que se puedan sumar -incluyendo a partidos de Unidad Constituyente- tendrían roles secundarios en el Ejecutivo.

La discusión sobre la ampliación de la alianza de izquierda sigue provocando roces entre ambos sectores y tiñendo los pasos futuros a seguir. Un ejemplo de ello es el debate sobre hacia dónde se debe ampliar la coalición. Mientras algunos en el FA han manifestado que deben mirar a las organizaciones sociales y a un mundo que integra al Partido Socialista, en el PC han privilegiado apostar por un sector “más a la izquierda” que ellos asocian con la Lista del Pueblo.

Esta tensión marcó la segunda reunión de Apruebo Dignidad. Una semana después del primer encuentro, el bloque se juntó en la sede de Comunes, poco después de que en la Convención Constitucional el PC acusara falta de apoyo de los convencionales del FApara que uno de sus miembros llegara a una de las vicepresidencias del organismo. Fue el secretario general del PC, Lautaro Carmona, quien expresó la molestia oficial del partido a sus socios.

Con el ambiente caldeado y sin la posibilidad de retomar las conversaciones sobre el comando, los dirigentes del FA sostuvieron que no compartían el actuar de sus constituyentes y acordaron iniciar un proceso de conversación en esa instancia. De hecho, los convencionales sostuvieron su primera reunión el martes.

La preocupación del FA.

“Necesito que me digan quiénes de ustedes apoyan a Gabriel Boric”, dijo Jackson a sus pares del PC y Chile Digno en la última reunión que sostuvo el pacto, el domingo pasado, en Independencia, cita en la que lograron fijar cinco instancias que ya le están dando forma a la coalición: la mesa política, las bancadas de parlamentarios; la de convencionales; la de “poder territorial” y los órganos que tendrá el comando (equipo político y programático).

Las palabras del parlamentario provocaron la molestia de los dirigentes del PC, quienes manifestaron que ese tema lo tendrían que revisar al interior del pacto Chile Digno. Y es que en paralelo a esas conversaciones, el bloque que apoyó la opción de Jadue (PC, FRVS, Izquierda Libertaria, Acción Humanista, Izquierda Cristiana, Victoria Popular, entre otros) vivía su propia tensión que también ralentizaba las conversaciones de toda la coalición.

El problema radica en que no todos en ese bloque están dispuestos a apoyar a Boric, situación que los dirigentes volvieron a revisar en una larga reunión la noche de este miércoles. En esa cita, dicen presentes, Chile Digno habría llegado al “entendimiento” de que como espacio no formaban parte de Apruebo Dignidad y que solo algunas fuerzas respaldarían la candidatura del frenteamplista. La situación volvió a enturbiarse tras la irrupción este jueves del candidato de la Lista del Pueblo, Cristian Cuevas, lo que provocó que hoy existan dos alternativas a La Moneda en ese pacto.

Por estos días, la preocupación para los frenteamplistas radica en un problema mayor: las listas parlamentarias. Desde un comienzo de las conversaciones, el FA ha insistido a los comunistas en que como bloque deben impulsar una lista única, sin embargo, el PC no ha podido despejar su debate interno. De hecho, si bien desde ese partido aseguran que se estarían inclinando por una sola nómina, el miércoles la comisión política del PC no logró acuerdo sobre ese punto, situación que generó que la colectividad -hasta el cierre de esta edición- no citara a su comité central para este fin de semana. Todos esos temas, no obstante, los volverían a abordar en una nueva reunión esta mañana.

La inquietud en el FA-según han sostenido en privado- es la imagen de “poca gobernabilidad” que dará a la opción de Boric la división de las fuerzas parlamentarias y que haya candidatos que apoyen su opción y otros que apuesten por otra alternativa. Su principal argumento disuasivo hasta ahora es la electivilidad de una lista única que podría hacer que la izquierda alcance 40 diputados y cuatro senadores, según sus cálculos.

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