A nivel nacional, cada año se detectan más de 50 mil casos de cáncer en adultos. En niños, los nuevos diagnósticos rondan los 500. Así, las patologías oncológicas -según la proyección del Ministerio de Salud- se encaminan a convertirse en la primera causa de muerte durante 2022.

Asociado a la pandemia, que ha ralentizado la actividad médica no Covid-19, los especialistas advierten que se está dando un importante subdiagnóstico en las enfermedades oncológicas. A modo de ejemplo, en junio del año pasado, durante el primer peak del coronavirus, se informó solo el 46% de los casos que se notificaron en el mismo mes de 2019 y 2018. ¿El efecto? La detección de cánceres en etapas más avanzadas, con un innegable deteriorio en el pronóstico de los pacientes.

Así, la Ley del Cáncer, cuyo reglamento empezó a regir en abril pasado, aterriza en un complejo escenario. Pero con una estrategia multidisciplinaria para abordar esta patología: nuevos especialistas, equipos, terapias y centros especiales de tratamientos comenzarán a tomar forma, en una estrategia que persigue elevar las posibilidades de recuperación y pronóstico de los pacientes. En definitiva: salvar vidas.

Presupuesto y adquisiciones

En total, y para 2021, la norma cuenta con un presupuesto de $ 330 mil millones. Uno de sus ítems busca mejorar la dotación de la red asistencial, por lo que ya está en curso la adquisición de 1.250 nuevos equipos para quimioterapia, radioterapia, mamógrafos e imagenología, que serán distribuidos a nivel nacional.

El ministro de Salud, Enrique Paris, explica que la ley determina metas a corto, mediano y largo plazo (2028), que fueron definidas en el Plan Nacional del Cáncer. “Esto es un plan progresivo, porque no solamente tenemos que tener los fondos o los medicamentos, tenemos que tener, por ejemplo, a los especialistas y la red oncológica montada”, detalla.

Atendiendo ese último aspecto, Salud ya detectó una brecha de oncólogos y otros profesionales relacionados al tratamiento del cáncer, como radiólogos y médicos nucleares. Son, en total, 147 facultativos los que se requieren en los servicios de salud. Esto supone, además de nuevas contrataciones, hacer modificaciones en los cupos de formación de especialistas y la creación de nuevos programas por parte de las universidades, en coordinación con el Minsal.

Por otro lado, el ítem de protección financiera al paciente con cáncer y que beneficia a los afiliados a Fonasa contempla para lo que resta de este año $ 289 mil millones, que consideran, por ejemplo, la atención hospitalaria, el tratamiento y la cobertura de medicamentos de alto costo.

Tratamientos y terapias

El plan contempla la conformación de una red nacional de tratamiento oncológico, con al menos 19 centros de alta complejidad y nueve de mediana, donde se entregarán las radioterapias, quimioterapias y cuidados hematológicos. Además, se establecieron 26 centros para el tratamiento de cánceres pediátricos a lo largo del país.

Estos centros, dependiendo del plan de inversiones de Redes Asistenciales, estarán dispuestos como unidades especializadas en hospitales ya existentes o en nuevas edificaciones.

Además, a fines de marzo quedó estipulado el listado de casi 30 medicamentos de alto costo que se deben incorporar y ser cubiertos por el seguro público.

“La idea es que este listado se vaya actualizando con los años”, dice Paris, quien detalla que se financiarán, por ejemplo, los inhibidores de CDK4/6, que se utilizan para el tratamiento de cánceres de mama avanzados. En total, el fondo destinado para estos costosos tratamientos, para 2021, es de $ 40 mil millones. Sin embargo, la senadora Goic (DC) señala que, dado que durante el 2020 no estuvo vigente el reglamento, existen otros $ 20 mil millones que se suman al presupuesto.

Implementación

Como una de las impulsoras de esta ley, Goic asevera que si bien es un avance, la incorporación de estas nuevas drogas ha sido lenta. “La preocupación que tenemos es que por problemas administrativos no se estén utilizando los $ 60 mil millones que peleamos con tanta fuerza, y que estando los recursos, habiendo el marco presupuestario, gente que los necesita, esos recursos no se ejecuten”. Asimismo, aborda que, en lo inmediato, se requieren “más recursos para el diagnóstico y pesquisa temprana”, atendiendo a la situación excepcional de emergencia por el Covid-19, que ha retrasado las atenciones preventivas ante el colapso del sistema de salud.

Asimismo, la senadora señala que el próximo paso es conformar -dentro de las próximas semanas- la Comisión Asesora del Cáncer. Se trata de una figura que está dentro de la ley, y que estará integrada por cinco representantes de asociaciones científicas, tres de las facultades de medicina y otros tres de fundaciones u organizaciones de pacientes. Ellos deberán evaluar, prontamente, cómo ha sido la implementación del plan.

En el Foro Nacional del Cáncer han liderado estos esfuerzos. Su director, el exministro de Salud Jorge Jiménez de la Jara, asegura que uno de los aspectos a analizar con urgencia es cómo “recuperar” en el más breve plazo la cantidad de diagnósticos que no se han realizado a causa de la pandemia. “El diagnóstico del cáncer ha estado muy condicionado por la situación de pandemia, y en este momento estamos preocupados por cómo vamos a resolver esta mayor demanda una vez que se inicie el declive de la emergencia”, concluye.