Eduardo Berizzo se fue de la Roja tras igualar frente a Paraguay. “He hablado recién con el presidente de la Federación y le he manifestado mi deseo de dejar el cargo. Los resultados no han sido los esperados. Es digno reconocer que cuando la cosa no funciona, uno debe saber reconocerlo”, dijo.
Con esa frase culminaba un proceso que duró un año y medio. Un período que jamás logró calar en la gente y que se reflejó en los cánticos que hubo en el estadio Monumental. También como uno de los factores (no el único) en la baja concurrencia que han tenido los últimos encuentros de la Selección. “¡Berizzo ya se va!”, era lo que gritaban los fanáticos.
El transandino parte con un rendimiento muy pobre: un 37.5 por ciento de los puntos que disputó. Esto lo deja como el cuarto técnico (con un mínimo de 10 partidos) que obtuvo la cosecha más pobre. Solo supera a Pedro García, Mazullo y, curiosamente, Fernando Riera. Hace tiempo había hecho cortocircuito con los seguidores del Equipo de Todos. Sin ir más lejos, en Santiago 2023, pese a la medalla de plata, la gente le recriminó al Toto sus decisiones con agresiones físicas (escupitajos) y verbales. Este hecho fue determinante en su decisión.
Lo reconocen en la interna del plantel. “No lo dejaron trabajar tranquilo. La gente no respeta los procesos (...) Intentamos convencerlo de que siga, pero se estaba creando un ambiente más o menos feo”, declaró Gary Medel.
Siempre con dudas
Si bien su salida se dio con una renuncia y en las Eliminatorias, lo cierto es que el estratega ya había estado en la cornisa. En junio, la ANFP programó amistosos de muy bajo nivel ante Cuba y República Dominicana. Se hizo, precisamente, para que el cuerpo técnico pudiese incrementar sus estadísticas y que el plantel tome cierto grado de confianza. Pero ante rivales de mayor peso, Chile nunca se vio bien.
Los factores son múltiples. Las incorporaciones que hizo Berizzo en el plantel no lograron elevar el rendimiento de un equipo que viene hace años a la baja.
Armando grupo y conflictos
En su discurso, Berizzo fue insistente en que buscaba armar un grupo base para las Eliminatorias. En el tiempo que se mantuvo en Juan Pinto Durán hizo debutar a 17 futbolistas en el primer equipo.
Michael Fuentes (1 partido), Darío Osorio (5), Bruno Barticciotto (1), Cristóbal Campos (1), Felipe Loyola (1), Matías Zaldivia (1), Javier Altamirano (1), Matías Fernández Cordero (1), Lucas Assadi (2), Matías Catalán (4), Williams Alarcón (5), Alex Ibacache (2), Guillermo Soto (3), Alexander Aravena (7), Nayel Mehssatou (8), Damián Pizarro (1) y Maximiliano Guerrero (1) son los nombres.
Del listado, Aravena es el nombre que logró ganarse un espacio. La base del proceso Berizzo, eso sí, fueron algunos estandartes más nombres que venían sumando desde la era Lasarte. Gary Medel fue quien más minutos sumó. Después aparecen Gabriel Suazo, Ben Brereton, Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
La gran herida que el cuerpo técnico no pudo sanar fue Claudio Bravo. El estratega nunca quiso incorporar al guardameta. Pero la premura de los resultados hicieron que lo llamara. Sin embargo, cuando el golero decidió marginarse de la fecha FIFA de junio, Berizzo decidió borrarlo. La grieta nunca cerró y las declaraciones cruzadas siguieron en los últimos meses.
Berizzo pone fin a su era en la Roja. Fueron 539 días, 17 futbolistas nuevos y apenas cinco unidades de 15 en disputa en las Eliminatorias. El Toto se va sin pena ni menos gloria.