Fue en enero cuando el excandidato presidencial del Partido Republicano José Antonio Kast llegó hasta la casa del entonces Presidente Sebastián Piñera, en el barrio San Damián, en la comuna de Las Condes.
La cita marcó el reencuentro entre ambas figuras, quienes no se hablaban desde que el líder de Republicanos perdió la segunda vuelta presidencial frente a Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) el 19 de diciembre.
Pero no estuvieron solos. Entre los comensales esa noche estaban los entonces ministros del Interior y de la Segegob, Rodrigo Delgado y Jaime Bellolio. Por parte de Kast, en tanto, asistieron el secretario general de los republicanos, Arturo Squella, y el abogado Cristián Valenzuela, estrecho asesor y estratega de la campaña de Kast.
La reunión estuvo marcada por las bromas cruzadas. “Nunca me recibió en La Moneda”, le comentó en tono irónico Kast, a lo que Piñera le respondió: ”Usted se declaró de oposición”.
Los comentarios sirvieron para distender el ambiente. Y es que en ese momento Kast no solo estaba distanciado del Presidente, también mantenía una histórica diferencia con Bellolio desde que ambos eran diputados UDI y uno se posicionó en la derecha dura y el exministro en el ala liberal del gremialismo.
En la cita hablaron de las elecciones y de las razones de la derrota de Kast. El entonces Jefe de Estado lamentó que el exabanderado no hubiese ganado y este último le agradeció el apoyo que tuvo de Chile Vamos. Además, discutieron sobre si la conveniencia de que su partido se integrara a la coalición. Ambos concluyeron que era mejor que no.
La reunión con Kast marcó el inicio de una serie de encuentros que el exmandatario ha sostenido para cerrar flancos abiertos dentro de la derecha.
Esto ya que, además de la difícil relación que sostuvo con Kast, Piñera mantuvo un complicado trato con su propia coalición compuesta por RN, la UDI y Evópoli, donde algunos parlamentarios apoyaron los sucesivos retiros de fondos de pensiones y cuestionaron el itinerario constituyente trazado por su administración.
Para limar esas asperezas este mes siguió reuniéndose con dirigentes de Chile Vamos.
Quienes han sido testigos de las citas organizadas por el expresidente Piñera aseguran que han tenido un ánimo de camaradería y han sido un espacio para discutir sobre la contingencia, de la cual el exmandatario no se ha podido desconectar.
Cita con Chile Vamos
Regalos, anécdotas y chistes han sido algunos de los ingredientes de estas reuniones, todas realizadas en la casa del exmandatario.
Al primer partido que recibió fue a RN, cuya directiva lo visitó el 7 de abril. Cuatro días después acudió Evópoli, y este martes estuvo con la mesa de la UDI.
Pese al tono distendido de las reuniones, el exmandatario aprovechó de abordar sus preocupaciones sobre el futuro. Dijo estar inquieto por sus asuntos familiares y sus fundaciones.
Piñera también transmitió que está concentrado en preparar su defensa ante las decenas de querellas interpuestas en su contra por casos de violencia policial durante el estallido social.
El devenir del gobierno de Gabriel Boric también fue tema obligado. Se hizo mención, por ejemplo, a los errores no forzados que ha cometido la ministra de Interior, Izkia Siches, como la falsa denuncia de que en el gobierno anterior hubo un vuelo de migrantes expulsados que regresó con todos ellos al país.
Frente a los problemas de instalación de la administración de Boric, Piñera transmitió que si al gobierno le iba mal, al país también le irá mal.
Además, aprovecharon de comentar el desarrollo de la Convención Constitucional. Piñera, al igual que Chile Vamos, dijo estar preocupado por las normas aprobadas en el pleno, como los cambios al sistema político y de justicia. Pero advirtió que había que esperar a que se llegara a una propuesta de borrador final antes de adoptar una postura para el plebiscito de salida.
Comentó los distintos sondeos de opinión que marcan que la opción del Rechazo está ganando mayor adhesión. Pero afirmó que se mantendrá en una segunda línea de cara al plebiscito.
Reaparición pública
A los encuentros con su sector se han sumado otras apariciones públicas de Piñera. El 12 de abril, acudió a un taller realizado por Alberto Naudon, consejero del Banco Central, en el Instituto Libertad y Desarrollo.
Y esta semana, por ejemplo, volvió a escribir en Twitter (no lo hacía desde el 5 de abril) para condenar la agresión al Presidente Boric en Coquimbo.
“Mi solidaridad con el Presidente @gabrielboric ante cobarde agresión. Las piedras no son el camino y la violencia hay que condenarla siempre, con fuerza y claridad. Debemos recuperar los caminos del diálogo, la colaboración y acuerdos para construir un Chile mejor y para todos”, escribió en su cuenta.
Quienes han hablado con Piñera dicen que su prioridad hoy es reactivar sus fundaciones, para contribuir en la discusión de políticas públicas.
Desde que salió de La Moneda el exmandatario ha estado recluido en sus oficinas en Apoquindo 3000, junto con algunos de sus excolaboradores, como su secretaria Sarita Larraguibel y su exjefa de prensa Carla Munizaga.
Allí se ha reunido también con algunas exautoridades. Por ejemplo, el exsubsecretario del Interior Rodrigo Ubilla.
De todas maneras, el exmandatario todavía no ha roto su silencio y ha optado por no dar entrevistas, mientras prepara un libro sobre su gestión.