Primero sonó como candidato a senador por el Ñuble, pero la ausencia de cartas de la derecha en la senatorial de la RM motivó al diputado Luciano Cruz-Coke (Evópoli) a apostar por la capital.
Hoy enfrenta una dura contienda, pues se mide con cartas fuertes del sector. En su lista está el exministro de Salud Jaime Mañalich, por RN corren Manuel José Ossandón y Marcela Sabat, actuales senadores en ejercicio. Y por el Partido Republicano avanza el exdiputado Rojo Edwards.
¿Por qué arriesgar una diputación en una senatorial más incierta?
Lo más cómodo era quedarse en la situación de comodidad, pero hoy el país exige defender ciertas ideas. Hay que actuar en consecuencia y la Metropolitana es cabeza de lista de la senatorial de Chile Podemos Más en todo el país. Es una apuesta desafiante tratar de ganar la madre de todas las batallas.
¿Lo ve cuesta arriba? Algunos hablan de Ossandón y Mañalich como favoritos.
No creo en esos favoritismos, y los números me hablan de otra cosa. Si la política no se hace con la capacidad de apostar por aquello en lo que uno cree, no tiene ni un sentido estar en ello.
¿Complica sus opciones que Ossandón se haya abierto al cuarto retiro y Sabat haya dejado la puerta abierta?
Yo actúo en política por principios. He votado los cuatro retiros en contra, me parece que le hacen un daño enorme a la economía, sobre todo a los más pobres. No tiene sentido decir que uno defiende ideas en las que cree, si finalmente uno se va a sumar alegremente a votar con la izquierda, que ya no es una izquierda como la Concertación, sino que es una izquierda radical liderada por el Partido Comunista.
Un proyecto popular como ese puede perjudicar electoralmente a quien vote en contra.
La gente del mundo de ideas de derecha clama por predictibilidad, por conocer de antemano qué va a votar su senador, sobre todo en esta época muy ideologizada, saber que no se va a ceder ante el populismo, ante las redes sociales, ante el conductor de matinal que tiene una agenda. No sirven los senadores que se toman fotos con el Frente Amplio, que no defienden las ideas de libertad.
¿Cómo ve a la izquierda? Karina Oliva y Fabiola Campillay son las apuestas fuertes en la RM.
Por supuesto que son competitivas, pero pienso que hoy las personas quieren tener un país con un poquito más de sentido común. La exaltación de la violencia y su validación, que hacen principalmente actores de extrema izquierda, entre ellos Campillay y Oliva, les va a terminar pasando la cuenta.
¿Las candidaturas del Partido Republicano complican al oficialismo en la RM?
Podría eventualmente. Pero estamos muy desplegados, con mucha fuerza y apostando a que la gente quiere sentido común, que se da cuenta que el Senado va a poder guiar, canalizar, lo que salga de la Convención Constituyente. Yo la verdad es que tengo pocas esperanzas de que saque algo muy bueno. Eso se va a traducir posteriormente en tener los equilibrios, los balances y los contrapesos necesarios, para que aquello que emerja de la Constituyente, que no lo veo bien, se pueda canalizar de buena manera para tener un país próspero y estable. El Senado será contrapeso de lo que salga de una Convención de la que tengo poca esperanza.
¿Cuál sería su postura como parlamentario frente a las decisiones de la Convención como plebiscitos dirimentes o alterar el quórum de dos tercios?
Estoy totalmente en contra de lo que han hecho, eso es pasarse la Constitución que los norma, y los dos tercios que se acordaron, por el aro. La Convención hoy es una sinopsis de lo que sería un gobierno de Boric, que sería caótico, que no le ofrece ninguna certeza al país y que estaría liderado por el PC.
¿Cuáles serán sus prioridades legislativas de ser electo?
Combatir con mucha fuerza la validación de la violencia como método para la obtención de resultados políticos. Destrabar la reforma de pensiones de una vez por todas. Los problemas de seguridad que hoy la gente tiene incertidumbre y cree que no hay Estado de Derecho. Y en último caso, la inclusión de personas con discapacidad para una mejor integración escolar y poner ahí los recursos en aquellos que requieren cuidados especiales.
¿Cuánto perjudica a las parlamentarias de la centroderecha la disputa que se desató entre Sebastián Sichel y José Antonio Kast?
La derecha tiene una propensión general a la atomización. No podemos, existiendo solo dos proyectos viables contra la izquierda radical, empezar a desperdiciar cartuchos. El proyecto del adversario está al frente. Lo importante es que todavía tenemos tiempo para apelar al sentido común.