Luis Silva (P. Republicano), candidato a consejero: “No es irrelevante votar por candidatos que son de una oposición más dura”
El postulante a la Región Metropolitana por el Partido Republicano marca sus diferencias con Chile Vamos. Además, enfatiza que “la Constitución con suerte le va a solucionar a la gente los problemas de sus nietos”.
El miércoles, en medio de la sesión de fotos para esta entrevista, Luis Silva (Partido Republicano) -uno de los candidatos por la Región Metropolitana al Consejo Constitucional- pide repetir la toma de imágenes.
“Es que José Antonio (Kast) me va a matar”, comenta bromeando mientras posaba para la foto, haciendo alusión a que se le olvidó ponerse la icónica chapita de los republicanos, la que tiene una estrella con un fondo azul.
El abogado y académico de derecho constitucional, quien también es numerario del Opus Dei, aborda sus expectativas del nuevo proceso y su postulación al nuevo órgano redactor.
¿Cuáles son los contenidos que espera impulsar?
Quiero promover varias de las cosas que están en la Constitución actual y que me parece que son indispensables en un sistema constitucional ordenado y prometedor. Básicamente, la servicialidad del Estado, hay una norma que dice que nadie en Chile puede tomarse más atribuciones que las que le da la ley y la Constitución. Esa cláusula es una síntesis de lo que significa el Estado de Derecho y me gustaría que pase íntegro. Después un catálogo de derechos fundamentales que sea equilibrado. Hay una porción de mi propuesta de conservar principios que considero muy buenos de la Constitución actual.
¿Y sobre impulsar contenido nuevo?
Hay oportunidades. En los derechos fundamentales las hay, en el derecho a la honra y la vida privada. Porque cuando se diseñó la Constitución en 1980 han pasado 43 años y las comunicaciones hoy día son otra realidad. Las redes sociales, lo fácil que es que te graben, que te suban, que te funen. Las experiencias de la gente por internet son infinitas y son muy duras. Hay gente que lo pasa mal.
¿Los contenidos valóricos se deben resguardar?
Yo no tengo nada distinto respecto de lo que dice la Constitución actual sobre los contenidos valóricos. Pero si en la nueva Constitución quedara plasmado el derecho al aborto, yo lo rechazaría. Pero creo que no va a ocurrir. Eutanasia lo mismo. Para mí la vida es desde la concepción hasta la muerte. Me gusta otra cláusula que dice que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad. Esa frase me importa mucho, porque nos defiende de una concepción individualista de la sociedad. Me parece muy coherente con el principio de la solidaridad el recordar que en nuestro origen tiene que haber un ambiente que ayude a desarrollarnos como humanos.
¿Y respecto de la seguridad?
Hay una oportunidad por ampliar las competencias de las municipalidades en materia de seguridad. El personal de seguridad no puede usar ningún tipo de instrumento disuasivo. Hay que abrir para las municipalidades la capacidad de que doten a sus fuerzas. Sería muy oportuno, porque Carabineros no da abasto.
¿Da lo mismo votar por republicanos o Chile Vamos?
Para mí la principal diferencia es el modo de ejercer la oposición. Los modos son muy distintos cuando tú comparas cómo lo ejerce Evópoli, y cómo lo ejerce republicanos. Ahí hay una diferencia que importa. Con la deriva que ha ido tomando el país, el empoderamiento de algunos sectores de izquierda más agresivos. Por eso, no es irrelevante votar por candidatos que son de una oposición más dura. Con Evópoli hay diferencias importantes. Con Gloria Hutt (candidata de Evópoli por la RM) tengo diferencias importantes, con el senador Luciano Cruz-Coke (Evópoli), no.
Usted dice que Chile Vamos promueve más un Estado social que uno subsidiario.
Cuando este proceso estaba partiendo, a la UDI la escuché hablar de Estado colaborador y no de Estado subsidiario. Para mí esa es una diferencia de forma, no de fondo. Es un excelente ejemplo de la diferencia y modo de hacer oposición. Los resultados que obtengas en las negociaciones con la izquierda, porque de eso se trata, van a ser mucho mejores para el país si es que la oposición va con el Estado subsidiario como su bandera, que con el Estado colaborador.
¿Qué haría distinto respecto del proceso anterior?
Hay una parte que depende de mí, que es moderar las expectativas de la gente. Lo que pasó en el proceso anterior es que les dijeron que sus problemas de educación se solucionan con una nueva Constitución. Lo mismo con la salud, medioambiente, desigualdad. He sido muy activo de decir que la Constitución con suerte le va a solucionar a la gente los problemas de sus nietos. Para bien, si es que está bien hecha, o para mal, si es que está mal hecha. Usted, les digo, olvídense de ver un cambio en su vida cotidiana como resultado de la nueva Constitución.
Usted es una persona muy religiosa. ¿Hasta qué punto condiciona eso su forma de votar?
Nada. Evidentemente que no puedo separar mis posiciones en las cuestiones culturales, valóricas o sociales de mi dimensión religiosa. Me siento muy cómodo enfrentando todos los desafíos del proceso constitucional, básicamente con mis conocimientos. En lo único que me puede condicionar es en mi vocación de servicio.
¿Por qué promueve una Constitución “corta”?
La mejor forma de explicarlo es con el dicho de que uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras. Mientras la Constitución más diga, más te limita. Mientras más extensa, más te amarra para el futuro. Las constituciones son una ley difícil de modificar.
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