Este próximo 22 de octubre, Luz Poblete dejará la presidencia de Evópoli y pasará a la segunda línea política. Eso sí, la dirigenta, quien suena como para postular al nuevo órgano encargado de redactar una Constitución, se dedicará a la formación de líderes de la colectividad. En esta entrevista, aborda los comicios internos que enfrenta el partido y la negociación para habilitar un nuevo proceso constituyente.
¿Habrá humo blanco para un nuevo proceso constituyente?
La disposición, la voluntad de las conversaciones, donde están todas las fuerzas representadas en el Parlamento, han sido muy positivas, muy de querer avanzar y llegar a un gran acuerdo.
El estado social de derecho ha sido una piedra de tope. ¿Por qué insisten en la libertad de elegir?
Porque efectivamente la ideología de centroizquierda pone primero al Estado al centro de las políticas públicas, y en ese sentido, uno podría decir que el Estado social democrático de derecho es la exigencia que uno le impone al Estado de poder proveer o garantizar esos derechos. Para nosotros es muy importante que el rol del Estado sea un rol facilitador de esos derechos, pero en una provisión mixta que se complemente entre lo público y lo privado.
¿Ve a la izquierda con disposición a no repetir los errores de la Convención?
Esa ha sido parte de la discusión que hemos tenido, especialmente en la mesa acotada, estar muy conscientes todos los que estamos ahí de que acaba de fracasar en forma contundente un modelo que fue propuesto en el texto constitucional, que representaba especialmente a quienes estuvieron por el Apruebo y esos son los partidos oficialistas, son el gobierno, fue el gobierno. Entonces, es extraño pensar que en un mes ellos han cambiado su visión de país y de mundo de lo que quieren de Chile, porque estaban por aprobar ese texto en particular. Yo no quiero caer en el juego de que este acuerdo transversal tiene que ser de ceder a un sector político al otro, porque creo que justamente ese fue el error del proceso anterior, que fue muy politizado, muy izquierdizado.
¿La izquierda está cometiendo los mismos errores?
Siento y no quiero pecar de ingenua, sino que de buena fe, hay una buena disposición a abrirse a otros temas y eso habla específicamente de las bases.
A Chile Vamos se le critica de intentar dilatar el proceso y de imponer todos los temas con antelación. ¿Cómo se defienden?
Con acciones concretas. Nosotros hicimos un compromiso antes de la campaña, durante la campaña, la misma noche de la campaña e inmediatamente nos pusimos a trabajar en el acuerdo transversal.
¿Hay una intención de instalar que quieren dilatar el proceso?
Quien quiera teñir esto de una guerra ideológica, de una competencia de quién cede más es que no está entendiendo lo que pasó el 4 de septiembre. Dilatar no es lo mismo que ponerle seriedad, que es bajar la pelota, que es reflexionar respecto del significado, del rotundo rechazo, no solamente un texto, sino que a una visión de país. Chile se merece que nos tomemos el tiempo suficiente para poder avanzar en esos acuerdos. Es cansador tener que estar todo el tiempo diciendo que vamos a cumplir nuestra palabra, que la hemos dejado por escrito, implica costos en nuestro sector (...). Entonces, yo al revés, les pido a ellos un poco de humildad, que se tomen el tiempo de analizar y no sigan tratando de imponer una visión que fracasó.
Que no les crean ha sido el problema histórico de la derecha. ¿Cómo lo manejan?
Somos una nueva generación dentro de la derecha, que no rehuimos de nuestra responsabilidad histórica o del reconocimiento de errores y aciertos respecto de eso. Pero justamente, en esa misma línea, es que hemos trabajado muy coordinadamente y muy con la convicción de que Chile necesita a coaliciones unidas con un relato en pro de la estabilidad democrática, del desarrollo social, del progreso de nuestro país.
Se critica que la derecha se siente dueña del 62%
No estoy de acuerdo para nada con esa afirmación. Nosotros, mucho más que en la centroizquierda, que hubo un gobierno que estuvo absolutamente con la opción Apruebo, al límite del intervencionismo, tomamos distancia de justamente el Rechazo. Por lo tanto, no nos podemos atribuir el triunfo para nada. Lo dijimos la misma noche que este triunfo era de la ciudadanía.
Macaya hizo una autocrítica de algunos triunfalistas.
Puede ser que algún parlamentario comente, pero nosotros como Chile Vamos, los presidentes, no sentimos que sea el triunfo nuestro, porque fue transversal.
Si bien más en la UDI y en RN, todos han tenido que lidiar con militancia que no quiere continuar con el proceso constituyente. ¿Cómo lo manejan?
Primero, con la comprensión legítima de que hay una porción de la ciudadanía y de nuestro sector que no le cree a este proceso, porque habiéndose dado la posibilidad fracasó con la contundencia que fracasó. Entonces, primero legitimar los temores de un nuevo proceso, de si va a funcionar o no y de la capacidad que podamos tener para poder conducir este proceso a buen puerto. Eso es lo primero. Por lo tanto, en la conducción política esta es una oportunidad para reivindicar a los políticos, especialmente con representación parlamentaria.
¿En Evópoli ha sido más fácil que otros partidos?
Somos un partido de centroderecha liberal que nació en democracia, no tiene el peso de esa historia anterior. El 90% de nuestro padrón de militancia nunca antes había militado en otro partido (...). Y, por lo mismo, valoro mucho más la convicción y la valentía que han tenido tanto Macaya como Chahuán en poder comprometerse con esta nueva etapa del proceso.
¿Son más los costos internos para ellos?
Se les puede hacer más difícil, porque tienen una historia distinta. Estuvieron por el Rechazo en la entrada.
¿Hay un riesgo de que esto se transforme en una reforma a la Constitución del 80?
Yo creo que en todas las conversaciones que hemos tenido durante este mes hay un consenso de que esto debe terminar en una nueva Constitución.
¿A quién apoyará en las internas de Evópoli?
Como presidenta del partido valoro que haya una competencia de dos liderazgos tan importantes para el partido. Tanto Gloria como Luciano son dos liderazgos muy valorados.
Se dice que si gana Hutt el partido será más liberal y si gana Cruz Coke se va a derechizar. ¿Comparte eso?
No comparto la visión. Considero que no hay grandes diferencias respecto de la visión liberal.