Fue parte de la extinta Convención Constitucional, pero electo por la UDI. El ingeniero Martín Arrau terminó ese proceso y unos meses después fichó por el Partido Republicano, en cuya campaña por el Consejo Constituyente ofició de jefe, organizando giras e intentando hacer una bajada consistente para los 72 candidatos de la tienda.
A horas de la elección, Arrau asegura que es esa coherencia del discurso de la tienda fundada por José Antonio Kast la que los tiene en una posición aventajada, según se ha visto en las últimas encuestas.
¿Hoy hay vientos más a favor del mensaje republicano?
Sí. En la campaña del Rechazo hablamos de cosas como la propiedad privada, nacionalidad y ciudadanía. Fue una campaña en la que hubo contenido. Y esa victoria del Rechazo del 4 de septiembre pasado fue un triunfo cultural. Yo lo veo así. Nosotros vemos esta campaña no solo como la oportunidad de obtener resultados electorales, sino también para seguir avanzando y recuperando territorio cultural.
¿Cuál es su pronóstico para el domingo?
Cinco consejeros, como dijimos desde el primer día. Nos fijamos una meta, ¿por qué? La elección similar anterior fue la senatorial, donde obtuvimos un senador. Aumentar a cinco equivale un poco a la representación de diputados que tenemos.
¿A qué van los republicanos al Consejo?
Dijimos que queríamos que los cambios constitucionales se hicieran en el Congreso. Uno, por respeto a la institucionalidad, y en segundo lugar, porque creíamos que la incertidumbre de mantener otro proceso, gastar más plata, no era lo que Chile necesitaba. Dicho eso, aunque no buscamos este proceso, vamos a estar dentro de la institucionalidad, peleando por respetar las bases que tuvieron a Chile como el país que más pobreza derrotó en las últimas décadas, pero también proponiendo cosas, porque la Constitución tiene cosas que mejorar. No creemos que no haya que hacerle nada al actual texto constitucional.
¿Entonces este es un proceso constituyente necesario?
A la Constitución actual se le deben hacer cambios, pero no estoy de acuerdo con que este proceso sea necesario. Estos cambios se le podrían haber hecho a la Constitución hace años. A la izquierda se le ocurrió desde el octubrismo que la solución a todos los problemas es la Constitución, y eso es absurdo. La gente se dio cuenta de que sus problemas, sus necesidades inmediatas, no se resuelven con la Constitución.
Usted plantea que es necesario hacer cambios, pero la línea general de los republicanos ha sido todo lo contrario...
Nadie puede decir que no hay que hacerle cambios al actual texto constitucional. ¿Pero es la primera prioridad de Chile? Obvio que no. Alguien que diga ‘no hay que mover una coma del actual texto constitucional’, desde mi punto de vista es un error y no he visto que esa sea la posición de Partido Republicano, pero abrir el espacio a una hoja en blanco no le hace bien al país.
Pero este proceso no parte de una hoja en blanco...
Sí, reconozco que este proceso es claramente distinto al anterior, que fue una locura. Tiene más contención, sin duda.
¿Republicanos va a ir a buscar acuerdos?
Vamos a defender las bases de la institucionalidad que han hecho que a Chile le vaya bien en las últimas décadas, vamos a defender ciertos principios y valores que son parte de nuestra declaración de principios. Pero también, en todas las materias vamos a ir a proponer y a buscar acuerdos.
¿Con quiénes?
Con el que tenga buenas ideas, nos da lo mismo quién proponga. Hay que entender que en esta Convención el debate tiene que ser intelectual, de contenido, y el que va a hacer política de aparecer más en la tele no entiende dónde está parado, ni el sufrimiento y el costo que generó el proceso anterior.
Hay quienes en la derecha acusan que republicanos irá a torpedear el proceso.
Desde nuestro punto de vista, con la centroderecha tenemos muchas más coincidencias que diferencias. Entonces este enfoque de ‘no voy a hablar con tal partido’ es muy inmaduro. Nuestro experto, Carlos Frontaura, ¿ha boicoteado el proceso? Nada, ha estado liderando negociaciones, llegando a acuerdos. Pero acá los líderes de ciertos partidos se han dedicado a atacar a republicanos sin mirar cuál ha sido nuestra actitud en este proceso, ni nuestras propuestas.
¿Y cuál es el motivo para eso?
Los veo bastante nerviosillos por algunas encuestas. Este ánimo de cancelación no ayuda a esa conversación.
¿Teme que republicanos quede fuera de los acuerdos en este proceso?
Espero que no. Yo creo que una vez que pase toda esta efervescencia electoral, esto va a decantar y espero que haya un espíritu de cooperación más allá de los partidos a los cuales pertenezca cada uno de los constituyentes y se mire el mérito de las propuestas.
¿Sería un fracaso que este proceso terminara en un rechazo de la nueva Constitución?
Si este proceso termina en apruebo o rechazo, lo importante es que se cierre. Ahí la redacción fue imprecisa, pero espero que se precise, para que, si la ciudadanía vuelve a expresarse, respetemos esa voluntad. Y si hay temas pendientes, hacer cambios, hagámoslos en el Congreso.
Si la derecha y centroderecha llegan a los 3/5. ¿No es un riesgo que así como en la Convención las fuerzas de izquierda pasaron aplanadora, esta vez sea al revés?
Por supuesto que ese escenario potencial va a estar, pero ni Dios quiera. A mí me tocó ser cancelado, me mandaron al Comité de Ética por decir lo que pensaba. Y eso es muy duro, porque efectivamente la Constitución tiene que ser un espacio de reunión y que, en ese entendido, quien tenga una mayoría de 3/5, tiene que asegurar que todos quepan. Y que sea quien sea el que tenga mayoría, redacte un texto en el que todos se sientan parte.
Esta elección también tiene un cariz político respecto del peso que tiene cada fuerza hoy día en el escenario político. ¿En la oposición viene un rebaraje de hegemonías?
Se ha ido dando solo. Cuando ves lo que pasó en la primera vuelta presidencial, que el candidato de Chile Vamos no pasa a segunda vuelta y pasa José Antonio Kast. Cuando hoy día un partido político que todavía no cumple dos años desde que se constituye a nivel nacional ya tiene un 10% de la Cámara de Diputados... Efectivamente, se ha ido abriendo un espacio, un espacio con diferencias respecto a lo que había en la derecha, no relativas a las declaraciones de principios, sino en las formas y en la importancia que se les da a esos principios y sus valores.
El día lunes, ¿ustedes van a tratar de recomponer relaciones con Chile Vamos?
Hay un consenso de ir conversando, si las ideas comunes que tenemos son infinitamente más que lo que nos separan. Diferencias potentes no hay. El que trate de generar esa división, esa pelea interna entre los sectores que piensan parecido, está actuando en contra de Chile.