En Santiago 2023 una leyenda del hockey césped nacional dijo adiós. Fue Martín Rodríguez, quien después de más de una década defendiendo a los Diablos, anunció su retiro. Lo hizo con la plata colgando del cuello y con la tranquilidad de haber vivido más cosas de las que soñó.

Aquella sensación la confiesa en esta entrevista con El Deportivo. Elige sus recuerdos más potentes con la selección y el momento que cambió el rendimiento de un equipo que ahora es reconocido en el mundo entero.

¿Sufrió mucho en el último partido sabiendo que se retiraba?

El minuto más duro para mí fue cuando ya terminó el partido, el pensar que iba a ser el último partido que jugaba con la polera de Chile, la última vez que cantaba el himno. Creo que aún no lo he logrado llegar a dimensionar, pero creo que cuando los vea debutar en el Preolímpico voy a volver a tener una sensación de pena o dolor.

¿Por qué se retira?

Ya había estado un periodo fuera durante el Covid. Después volví y no pude jugar la Copa América, donde se consiguió clasificar al Mundial, y ahí dije ‘todavía no estoy para retirarme, todavía tengo algo más’. Volví a la Selección con 32 años por el Mundial, que fue un sueño de mi vida. Después de eso, también planteándolo con mi señora, porque al final son decisiones de dos, estiré un poquito más para estar en Santiago 2023, porque iban a ser mis cuartos Panamericanos y porque creía que podíamos hacerlo histórico. Así que dije mi Last Dance y me preparé full para eso.

¿Cuesta asumir que ya no vivirá más esos momentos?

Yo creo que es lo más difícil. La cantidad de tiempo que pasamos juntos, las emociones que se vivieron son muy potentes y creo que marcan. Yo era de los más grandes y tenía compañeros de 22, 20 años, entonces había harta diferencia de edad, pero aun así, al final uno se terminaba acoplando, terminaba hablando temas en común, riendo de las tonteras que tenía el equipo. Aquí no había edad ni equipos, éramos todos amigos.

En todos estos años, ¿cuál fue el cambio que más lo impactó?

Yo creo que el nivel de mentalidad de los jugadores. Hay jugadores más jóvenes que son quizás más irreverentes por el cambio de las generaciones. Creo que fue un impulso a nivel generacional, creo que ha habido logros últimamente también que hacen que uno pueda aspirar un poquito más. Cuando el fútbol salió campeón en la Copa América, después los niños no tenían duda que en la próxima Copa América iban a ser campeones de nuevo. También creo que hubo mucho trabajo de la Federación. Si bien siempre hubo una estructura, hubo campeonatos y selecciones con staff bien armados, creo que hoy en día se está llevando a un nivel mucho más profesional, desde el apoyo del Estado también, que aumentó los recursos. Creo que ese es el salto que tienen que hacer los deportes en Chile para ir a París 2024 a pelear por medallas, ya no solo a nivel Panamericano.

¿Y el momento bisagra de los Diablos?

Fue clave la incorporación de Jorge Dabanch como entrenador. Él tenía mucha experiencia en Europa, había sido entrenador de equipos en España, en Holanda, en Bélgica, y nos dio un cambio de mentalidad que fue súper potente. Él también apostó por jóvenes, que son los que hoy día son la estructura del equipo.

¿Su mejor recuerdo en la Selección?

La medalla en Guadalajara 2011. Tenía 21 años, fue un proceso súper complejo desde varios aspectos, pero fue súper satisfactorio, porque cuando comienzas a jugar nunca imaginas que eso puede pasar. El otro momento fue haber ido al Mundial y tercero, por lejos la semifinal que le ganamos a Canadá en Santiago 2023. Fue de los momentos más emocionantes que he vivido en el hockey, algo muy impresionante.

¿Qué opina del caso de las cubanas que sueñan jugar en las Diablas?

Si entran a un proceso y cumplen con el nivel físico, técnico y táctico no deberían por qué no ser consideradas. Yo creo que hay que tomar a la gente que llega buscando mejores oportunidades; sería super egoísta el decir ‘no se puede porque no nacieron en Chile’. Tenemos que ser abiertos en tomar lo bueno que llega y adoptarlo, como fue el mismo caso de Santiago Ford, que termina entregando una medalla de oro histórica a Chile.

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