Desde hace una década que el flujo migratorio en Chile no se detiene. Los últimos datos hablan de más de un millón y medio de extranjeros viviendo en el país, representando el 8,7% de la población total, con Venezuela y Colombia como los principales países de procedencia, siendo los adultos jóvenes los que más se concentraron al momento de llegar a Chile. A través de datos brindados por el Ministerio de Educación, la Consultora Nómade realizó un informe para caracterizar la matrícula extranjera, documento al que tuvo acceso La Tercera. Una de las cifras que más se destacan tiene que ver el aumento de las matrículas de estudiantes extranjeros, que entre 2017 y 2023 aumentaron en un 244,5% a nivel nacional. Es decir, si en 2017 había 77 mil estudiantes en las escuelas de todo el país, el año pasado ese número llegó a 267 mil.
Según los datos recabados por la consultora, el incremento por año de los jóvenes que llegaron a las escuelas del país por su situación migratoria, ayuda a entender las razones detrás del gran aumento de los estudiantes en los establecimientos. Si bien año a año se ha incrementado la cantidad de alumnos extranjeros en los colegios, la tasa de crecimiento anual ha sido mucho más dinámica, con peaks durante 2016 y 2018 y una baja durante el período de la pandemia. Entre 2014 y 2019 las tasas de incremento en promedio eran de un 50%, en cambio la del año pasado apenas llegó a un 11%. Sin embargo, a pesar de la variación en los incrementos anuales, aún se mantienen aumentos mayores al 10% por año.
José Tomás Vicuña, ex director ejecutivo de la Fundación Servicio Jesuita a Migrantes y fundador de la consultora Nómade, explica las diferencias de estas cifras: “Las tasas de los años anteriores al 2020 eran muy altas. Y durante la pandemia disminuyeron por razones obvias, debido al control de las fronteras y al paso del primer flujo migratorio. Si bien las tasas han disminuido, lo que debería pasar es que de todas formas deberían seguir incrementándose, pero con un incremento porcentual menor año a año respecto a lo que fue antes de la pandemia”.
Respecto a la baja mencionada por Vicuña, dice que hay tres razones que la justificarían. Primero que todo, dice que los flujos se han estabilizado. Esto, porque ahora los flujos migratorios han disminuido respecto al escenario previo a la pandemia. En segundo lugar, menciona que la mayoría de los procesos de reunificación familiar ya se hicieron. Y por último, las personas migrantes que llegaron al país sin hijos se radican en Chile y forman su familia en territorio nacional, por lo que sus hijos ya no contarían como estudiantes extranjeros.
Durante los últimos cinco años, el porcentaje mayor de estudiantes extranjeros se concentra entre las edades de 8 y 11 años. Además, a diferencia de los estudiantes chilenos, entre los escolares extranjeros -desde 2017 hasta el año pasado-, la matrícula entre los hombres se ha incrementado ligeramente, no así en el caso de las mujeres, población que desciende a la hora de matricularse en las escuelas chilenas.
La relevancia del Identificador Provisorio Escolar (IPE)
Una de las medidas provisorias que adoptó el ministerio de Educación tras el gran flujo migratorio desde 2016 en adelante para que los estudiantes que no poseían RUT pudieran estar presentes en las escuelas del país, fue el Identificador Provisorio Escolar (IPE), que permite que los menores de edad que junto a sus familias entran al país de forma irregular, de todas formas puedan tener acceso a educación.
En esa misma línea, el número de estudiantes matriculados que poseen el IPE han aumentado, sobre todo después de la pandemia. Entre 2017 y 2023 la cantidad de estudiantes matriculados con este identificador subió en un 403%. Actualmente, 14 de las 16 regiones del país tienen escolares migrantes.
La investigadora postdoctoral del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad Arturo Prat de Iquique, Sara Joiko, explica que el fenómeno de los estudiantes matriculados a través de este identificador provisorio tiene que ver principalmente con el efecto del Covid19. “Durante la pandemia aumentó el flujo de la cantidad de personas que al entrar por pasos no habilitados quedaron en una situación de irregularidad, porque no entraron con los papeles permitidos. Entonces, en consecuencia, aumentaron los niños que ingresaron en esta condición, debido a que hay más niños que están en esta situación que se está tratando de regularizar”.
De establecimientos municipales a subvencionados
Si hace siete años los estudiantes estaban más concentrados en las escuelas municipales, ahora se registra un creciente movimiento hacia las escuelas particulares subvencionadas. La matrícula en escuelas municipales durante 2017 fue de un 57,5%, porcentaje que bajó a 48,5% en 2023. A su vez, la matrícula de los establecimientos subvencionados subió en siete años, de un 33,1% a un 38,1% el año pasado.
“Así como ha habido un movimiento dentro de la población chilena de los establecimientos municipales o subvencionados, los residentes extranjeros también se van moviendo, agregado a que las personas migrantes comienzan a tener mayores redes de información y más posibilidades de pago”, plantea el fundador de Consultora Nómade.
Al mismo tiempo, las comunas con más estudiantes migrantes en 2023 se ubican en la zona central y norte del país. Santiago figura como la comuna que más estudiantes extranjeros tiene, con 21.320 escolares, seguida de Antofagasta, con 13.394 e Iquique, con 8.553 alumnos provenientes de otros países. Arica y Parinacota, Antofagasta, y Tarapacá son las regiones que concentran las 10 comunas con más estudiantes migrantes.
Vicuña destaca que la concentración de estudiantes no ha cambiado en mayor proporción respecto de 2019. Sin embargo, sí ha disminuido levemente en las comunas que en un principio eran las que concentraban más estudiantes. “Ha tenido la tendencia a mantenerse, pero en las comunas que tenían mayor concentración el 2019, el 2023 ha bajado un poco la presencia de estudiantes ahí”, plantea el directivo de Nómade.
Santiago, por ejemplo, concentraba en 2019 un 10% del total nacional, y en 2023 bajó a 8%. En Antofagasta, la matrícula extranjera bajó levemente, de un 5,6% a un 5%. Respecto del total nacional, durante 2019 el 75% de los estudiantes se concentraron en 37 comunas, mientras que el año pasado ese número se expandió a 43. Si en 2019 apenas 17 comunas del país no tenían estudiantes extranjeros en sus establecimientos escolares, ese número bajó a siete (Alto Bío Bío, Puqueldón, O’Higgins, Tortel, Río Verde, San Gregorio y Ranquil).
A pesar de la concentración en algunas comunas, se ha comenzado a ver un desplazamiento a lo largo del país en cuanto a la presencia de escolares provenientes de otros países. Durante el último año, se han comenzado a desplazar a la zona sur, en las regiones de O’Higgins, Maule, Ñuble, BioBío y Los Lagos. Sara Joiko, investigadora de la Universidad Arturo Prat, explica que esta tendencia a la distribución tiene que ver con las familias de los jóvenes y las oportunidades laborales que comienzan a tener en otras zonas. “Este año, los datos del ministerio arrojaron que en todas las regiones de Chile existen familias migrantes del norte grande y la capital. Eso tiene que ver con las posibilidades de sus familiares de encontrar trabajo y mejor situación”, concluye.