El chileno Neven Ilic es el presidente de Panam Sports y miembro del COI. Desde Tokio cuenta la realidad que se vive en la cita de los anillos y las restricciones que han debido enfrentar. De hecho, el dirigente no puede ingresar a la Villa Olímpica e, incluso, en el hotel donde se hospeda hay lugares a los que no está permitido acceder.
¿Cuál es su visión acerca de estos Juegos Olímpicos?
Lo divido en dos partes. Primero, celebramos claramente el tremendo esfuerzo del gobierno de Japón y del Comité Olímpico Internacional de hacer los Juegos. Para el movimiento olímpico era fundamental hacerlos, por lo que representa para los deportistas y para todo el trabajo que se ha hecho. Imagínate lo que hubiera sido para cada deportista de la región haberse preparado durante cuatro años difíciles, llenos de incertidumbre, y que se hubiesen cancelado.
Y la otra parte...
Debo decir que el ambiente que estamos viviendo es muy distinto al que estamos acostumbrados, de fiesta, de estadios llenos. Me tocó ir a ver el partido de fútbol de México con Francia y la verdad es que da pena ver el estadio totalmente vacío, sin ningún ambiente deportivo. Los Juegos que vi hacia atrás eran una fiesta preciosa. La desolación que vimos en el estadio fue dura y va a ser la situación que vamos a seguir viviendo durante todos los Juegos.
¿Cómo cree que van a ser recordados estos Juegos?
Los deportistas están viviendo una bonita experiencia en la Villa. Igual hay el mismo compañerismo y ambiente que ha habido siempre en las villas. Van a vivir su competencia y los que ganen van a darle el mismo valor que se le ha dado siempre a la medalla y al logro. Desde el punto de vista nuestro, serán unos Juegos que no recordaremos con mucho glamour. Estamos viviendo unos Juegos más encerrados, austeros, sin público, pero lo importante es que esta fiesta es para los deportistas y ellos lo están pasando bien.
¿Qué lecciones se sacan pensando en Santiago 2023?
Yo espero que las condiciones de salud del mundo sean muy distintas en 2023. Esto está restringido totalmente, porque Japón ha sido tremendamente cuidadoso. Si tú miras los números de Japón, tienen dos mil casos en una población de 140 millones, y uno podría suponer que están en muy buenas condiciones, pero igual han sido tremendamente restrictivos y son decisiones propias de un gobierno, que uno tiene que respetar. Ahora, espero que en Santiago los Juegos Panamericanos sean como estamos acostumbrados a vivirlos.
¿Qué dijeron los miembros del Comité Organizador de Tokio?
Estuvimos dos días encerrados con ellos en la Asamblea del COI, de la que soy parte. Ofrecieron las disculpas del caso y dijeron que era una decisión gubernamental que el Comité Organizador tenía que acatar. Desde el punto de vista organizacional anda perfecto, lo que se echa de menos es el ambiente.
¿Cómo recibe la apertura de estos Juegos hacia la mujer?
Lo tomo muy bien, ha pasado de la palabra al hecho. Cada día es más paritario en los miembros COI. Que la mujer tenga el rol que siempre debió tener. Para mí no es tema, porque la igualdad entre hombres y mujeres es una cosa que debiera ser evidente y ni siquiera conversable.