Una minuciosa revisión de diferentes discursos -nacionales e internacionales- ha realizado La Moneda durante los últimos días. De cara a la tercera cuenta pública del próximo 1 de junio, en el Segundo Piso, que encabeza Miguel Crispi, han mirado con especial atención las alocuciones del Presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, quien se caracteriza en ocasiones por interpelar a los republicanos. Justamente, esta última materia despertó el interés de los equipos del Presidente Gabriel Boric, quien en unos días más deberá dar una nueva rendición de cuentas ante el Congreso Nacional.

Parte de ese análisis y cómo han estado preparando la intervención del Jefe de Estado fue la que compartió Crispi a los presidentes de partidos del oficialismo, quienes -como se ha vuelto habitual- llegaron ayer, pasadas las 13.00, hasta Palacio, donde fueron recibidos con ceviche y tapaditos.

En el gobierno han definido los principales ejes del discurso, entre ellos, mostrar estabilidad y logros concretos del gobierno, con el objetivo de contrarrestar el relato negativo de la oposición. En ese sentido, la idea es que Boric interpele a ese sector para avanzar en la reforma de pensiones, la prioridad que se ha impuesto para este año el Ejecutivo, y que probablemente no alcance a salir de la Comisión de Trabajo del Senado en mayo, como se había autoimpuesto el Presidente.

Durante la cita, Crispi les dijo a los partidos que la cuenta pública será “ciudadana”, con “mirada de futuro”, un “horizonte social” y con énfasis en temas como la seguridad y la economía. Además, les planteó que pretenden mostrar a un gobierno que ha cumplido.

Así, en el Segundo Piso les solicitaron a los ministros entregar solo concreciones y nada de promesas. “No va a ser un año de grandes anuncios, sino que más bien de cumplimientos”, dijo esta semana la ministra de la Segegob, Camila Vallejo.

El objetivo, han conversado en el comité político, es intentar volver al relato de hace unos meses:que han logrado en tres años “estabilizar” temas que se adelantaban como complejos. Es decir, mantener la idea de la “normalización” que buscó instalar Boric durante el primer tramo de este año, y que se ha visto interrumpido por diferentes acontecimientos, como el asesinato de tres carabineros en Cañete, el pasado 27 de abril.

Entre los avances que pretenden mostrar en el Ejecutivo están los números macroeconómicos de este 2024, que han hecho al Presidente subir el tono contra el sector privado; el acuerdo entre Codelco y SQM por el litio hasta 2060 en el Salar de Atacama; los últimos números del Simce; los recursos municipales que permitió distribuir el royalty minero. También quieren destacar el fortalecimiento al sistema público de salud; la mejora en las cifras en materia de homicidios; la ejecución de la ley de 40 horas; los records de proyectos aprobados en la Segpres, con énfasis en las agendas de seguridad y probidad; los avances del plan de trenes -que se convirtió en uno de los emblemas del gobierno-; la promesa de comprometer un 1% al presupuesto de Cultura; la aprobación de la ley integral contra la violencia hacia la mujer, y el balance de los Juegos Panamericanos de 2023, en deportes. Incluso, el Presidente se ha aventurado a decir que el gobierno ha trabajado para postular a los Juegos Olímpicos de 2036.

Eso sí, un tema que preocupa en el Ejecutivo -por el impacto ciudadano que puede tener- es que no habrá grandes anuncios. Lo que sí ocurrirá es mencionar metas económicas, las que ya han sido adelantadas por el Mandatario en el trabajo del gabinete procrecimiento en regiones, como el apoyo a la industria de la construcción, la elaboración de plantas desaladoras y el fast track legislativo en la materia.

Lo mismo en seguridad, donde se hará énfasis en el avance de proyectos en el Congreso, como el que crea la Defensoría de las Víctimas, que depende de Justicia.

En ese sentido, en La Moneda -entre quienes han preparado el discurso, en la Secom y equipos de Presidencia, encabezados por Crispi y el jefe de gabinete, Carlos Durán- han previsto que el salto en la aprobación de la opinión pública no será como en años anteriores, lo que es motivo de inquietud.

Boric, a diferencia de años anteriores, llegará a su tercera cuenta pública con números más bajos en los sondeos de opinión, y tampoco se anticipan grandes anuncios que puedan generar un salto significativo en su respaldo.

La semana previa a la cuenta pública de 2022, por ejemplo, Boric -según la encuesta Cadem- tenía un 44% de aprobación, mientras que en 2023 alcanzó un 41%. Ambos lejos del 28% que marca actualmente.

El Presidente en el acto del 21 de mayo. Foto: Dedvi Missene.

Consultas

De cara a la cuenta pública, parlamentarios del Partido Socialista y del Frente Amplio fueron contactados ayer por asesores del Segundo Piso.

“¿Qué énfasis pretendes escuchar en el discurso?”, les preguntaban. Además, desde la Secom designaron a un asesor en particular para coordinar y recibir consultas de los partidos en la previa al discurso.

La respuesta que han recibido es diferente según las coaliciones. En el Socialismo Democrático han hecho un llamado a mantener la prioridad en temáticas de seguridad, mientras que en el Partido Comunista han pujado por temas educacionales -como la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE)- y poner más recursos para las demandas sociales.

En el Frente Amplio (FA), por su parte, buscan insistir en que se cumpla el programa de gobierno. De hecho, están elaborando un documento que dé cuenta de ese seguimiento de las promesas iniciales.

Una de las materias de mayor preocupación del FA es el Sistema Nacional de Cuidados. Para ello, el comité interministerial que encabeza la ministra de Desarrollo Social, Javiera Toro (FA), se ha reunido en varias ocasiones en las últimas semanas para preparar el proyecto de ley que se ingresará, y también los anuncios concretos en la materia. Así, han tenido que apretar a la Dirección de Presupuestos (Dipres) para que estén los recursos.

“Esperamos que se pueda mostrar cómo el gobierno ha logrado estabilizar el país, cumplir sus promesas y resolver los problemas de las personas”, dice Diego Vela, presidente de Revolución Democrática.

Y agrega:”Lamentablemente, en materia legislativa el obstruccionismo de la oposición en materia de pensiones o leyes antiabusos, por ejemplo, siguen entrampadas, espero que el discurso del 1 de junio permita superar esa lógica y logremos puntos de encuentro con las personas por delante”.

Mientras que la senadora Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista, plantea que cree “que los ejes van a estar en seguridad y crecimiento económico, particularmente en las dos agendas de fast track. Sobre otros temas no tengo mayor conocimiento, y sí quisiera yo poder escuchar, como lo ha dicho el Presidente en sus consejos de gabinete y públicamente, que hay un énfasis en mejorar la gestión pública”:

En La Moneda, además, han buscado contener las tensiones entre partidos en la previa de la cuenta. Ese mensaje reforzó Crispi en la cita de ayer con los líderes del sector, a raíz de las fricciones que generó la discusión por el pago de la deuda del CAE, una de las promesas más simbólicas del Frente Amplio.

En esa línea, Boric optará por mantener la postura oficial del gobierno:que ingresarán un proyecto de ley en septiembre que funcione de solución.

Otro de los debates que han existido en Palacio es sobre si incluir la reforma al sistema político para combatir la fragmentación en el discurso. En ese sentido, lo que se ha transmitido en La Moneda es que es un tema que podría ser mencionado, pero que la definición del gobierno es que la discusión se centre en los partidos.

Así, Boric apostará por llamar a la colaboración de los diferentes sectores políticos. De hecho, decidió invitar personalmente a Cecilia Morel, exprimera dama y viuda del exmandatario Sebastián Piñera, como un gesto hacia el sector y a su legado.

Además, en el gobierno han conversado con los partidos con el objetivo de adelantarse a lo que ocurrirá la semana siguiente al discurso del Jefe de Estado. El objetivo es que se presione para que los proyectos del gobierno sean discutidos rápidamente en el Congreso.