Fue al comienzo de la pandemia cuando el galardonado escritor e historiador británico Orlando Figes comenzó a escribir un libro sobre Rusia, una suerte de ensayo, sobre la creación de mitos con fines políticos que han moldeado el país durante los últimos mil años y que ayudan a entender la Rusia de hoy. Autor de nueve libros, entre ellos La Revolución rusa y Crimea: la primera gran guerra, entregó el manuscrito de La historia de Rusia -que ya fue publicado en Chile por Taurus- a sus editores en el otoño de 2021, justo cuando el Presidente ruso, Vladimir Putin, comenzó a concentrar tropas en la frontera con Ucrania. “En ese momento dije que creía que Rusia seguiría aumentando la presión geopolítica, las tropas en la frontera, que podría haber incursiones en el Donbás o lo que sea, pero que ellos, ellos eran demasiado débiles para derrotar a toda Ucrania. Pero, obviamente, una vez que lanzaron la invasión a gran escala, tuvimos que reescribir el final. Así que el texto tal y como lo tenemos se redactó a mediados de abril del año pasado y la situación no ha cambiado mucho desde entonces”, comentó Figes en entrevista con La Tercera.
Al principio de La historia de Rusia describe la inauguración del monumento al Príncipe Vladimir, ¿por qué decidió partir con ese evento? ¿Cuál es su importancia?
En ese momento recuerdo haber pensado que la inauguración del monumento no era una declaración de guerra, sino que un rayado en la pared, por así decirlo. En ese discurso Putin estaba dejando claro, estaba reclamando la civilización de Kiev de Vladimir como la fundación de Rusia. Así que eso estaba completamente en línea con la mitología que luego continuó desarrollando bajo la idea del mundo ruso y luego escribió ese ensayo histórico de 2021 en el que decía que Ucrania siempre había sido parte de la Gran Rusia. Así que me pareció un buen lugar para empezar el libro, ya que era un intento de explicar las mitologías históricas que motivan la historia rusa. Y estamos en un momento en que esas mitologías están trabajando duro en Rusia. Era un buen lugar para empezar sobre todo porque los ucranianos tenían su propia versión de la civilización de Kiev del primer milenio, que es igualmente mítica, en mi opinión. Algunos de ellos la ven como los orígenes del Estado ucraniano. Así que hay dos tipos de mitos fundacionales en el corazón del conflicto: la agresión unilateral rusa y el conflicto en el que se basa la guerra, en última instancia se trata de la historia.
Una de las conclusiones en su libro es que Rusia tiene un impulso de castigar a Ucrania debido su postura como una excolonia rebelde. ¿Qué puede decir de eso?
Creo que la mayoría de los rusos han sido criados, educados y adoctrinados por todo lo que leen, ven en las películas y demás, para creer que Ucrania es, como ellos dirían, de ellos. Dicen: “son iguales que nosotros, no son diferentes a nosotros. Y vivíamos todos juntos en una familia feliz en la Unión Soviética (o eso dice el mito). Somos sus superiores, porque somos los grandes rusos, y ustedes son los pequeños rusos. Y si se atreven a alejarse de nosotros, entonces, ya saben, vendrá lo malo porque no son más que una potencia débil que será utilizada por Estados títeres para atacar a Rusia, sus verdaderos hermanos”. Así es como funciona. Pero creo que subyace una especie de sentido imperial de superioridad entre los rusos frente a los ucranianos, de que es la cultura rusa la que es grande. De que Ucrania no tiene mucha cultura. Son una especie de campesinos, todo el tipo de cultura que era buena fuera de Ucrania era de origen ruso. Mijail Bulgakov, Modest Mussorgsky, etcétera, y ese tipo de cosas. Todavía no creo que esto es una guerra genocida. Quiero decir, puedo ver por qué los ucranianos lo llaman así, pero creo que es una guerra imperial. Retribución y castigo a Ucrania por haber destruido la Unión Soviética a los ojos de Putin, porque fue la Declaración de Independencia de Ucrania la que acabó con la Unión Soviética.
Usted escribió un libro sobre la guerra de Crimea, cuyas consecuencias aún se perciben en la actualidad. ¿Cuán crucial es esta península en caso de cualquier negociación por el actual conflicto?
(El Presidente ucraniano, Volodymyr) Zelensky se da cuenta de que no va a recuperar Crimea. Él puede decir que quieren la restauración de todos sus territorios, incluida Crimea, y eso es bastante justo. Pero no es muy probable que pueda hacerlo. Así que eso probablemente es sólo una herramienta para tratar de tener una posición inicial de fuerza para las negociaciones, con la esperanza de tal vez volver a las fronteras de 2021 y quizás eso va a resolver su problema. Esa es mi suposición, pero tal vez no ocurra. En cualquier caso, no depende de Zelensky, depende del pueblo ucraniano, porque cualquier acuerdo de paz tendrán que votarlo, ya sea a través del Parlamento o de un referéndum. Crimea es muy importante, creo que probablemente sea así de importante para los rusos, dada la inversión que han hecho en ella en los últimos ocho años, dado el número de personas que se han trasladado allí, dada la importancia estratégica que tiene, que probablemente ven en términos estratégicos militares como una especie de rehén. Por todas esas razones y, sobre todo, por la importancia histórica de Crimea, creo que es la línea roja para Putin. Creo que si las fuerzas ucranianas respaldadas por armamento de la OTAN reconquistan Crimea, los rusos podrían utilizar armas nucleares, porque eso es lo que han dicho. Dijeron que si hay una amenaza existencial para Rusia, entonces usarían armas nucleares tácticas y creo que pondrían a Crimea en esa categoría, que es absolutamente central para la visión ortodoxa de esta guerra como la reconstrucción del imperio para todo el proyecto del nacionalismo ruso que sustenta la guerra.
Usted en el libro menciona la subordinación de las personas al Estado ruso, que es algo que aún es posible observar hoy. ¿Por qué ha sido capaz de sobrevivir?
Ese es el modo por defecto en Rusia. Y de hecho, si pudiéramos agitar una varita mágica y celebrar elecciones democráticas, probablemente votarían a otro dictador, a un hombre fuerte, a un nacionalista o a alguien que hablara en términos del gran Estado con el que se asocian. Lo extraño es que todos los indicadores muestran que cuando Rusia está en guerra, cuando Rusia inicia una guerra, como en Chechenia, Georgia, Crimea, Ucrania, la popularidad del dictador siempre sube. Y puede que, en realidad, la idea de luchar por Rusia para mantenerla unida o para reclamar sus legítimos territorios sea lo único que une a los rusos. Así que yo no subestimaría a la base popular de la autocracia en Rusia, ya que se encuentra profundamente arraigada en la historia. Hay que mirar la debilidad de la aristocracia, la debilidad de la sociedad en general, el hecho de que no había clases independientes o profesiones o algo así hasta el siglo XIX realmente, y todas las clases sociales fueron efectivamente esclavizadas para el Estado, la servidumbre a los propietarios y los propietarios al Estado. Y así es como el Estado funcionó, como una especie de sistema militar autocrático basado en el imperialismo y una especie de explotación de la propia Rusia con el fin de mantener esta máquina militar en marcha que defendería este gran país y ampliaría sus fronteras.
Todas las guerras terminan en negociaciones, ¿qué perspectivas ve en este sentido para el conflicto en Ucrania?
No creo que la guerra continúe mientras Occidente siga apoyando a Ucrania. Pero los rusos cuentan -y creo que probablemente tengan razón- con que Rusia siempre seguirá luchando más tiempo del que Occidente esté dispuesto a apoyar a Ucrania, porque Ucrania significa más para Rusia que para Occidente. Quiero decir, Ucrania ya está como medio desaparecida de las noticias aquí. Tenemos otra crisis en Sudán. Así que, de repente, ya nadie habla de Ucrania. Lo que yo diría es que creo que esta guerra durará mucho tiempo, años, y que los rusos la congelarán deliberadamente para mantenerla en ese estado y que Ucrania no pueda desarrollarse ni avanzar. Los rusos son demasiado débiles para someter a toda Ucrania. Pero probablemente son lo suficientemente fuertes como para mantener un dominio sobre los territorios que han conquistado hasta ahora. Y eso les da un corredor terrestre hacia Crimea y seguirán luchando por ello todo el tiempo que haga falta antes de que Occidente se rinda. Y sí, así es como lo ven y creo que así es como se desarrollará. Obviamente, la guerra es impredecible. Podría haber un colapso en el frente ruso o en las fuerzas de combate rusas, que están bastante descentralizadas. Hay todo tipo de paramilitares, los ejércitos mercenarios, que podrían desmoronarse. Creo que Zelensky probablemente se da cuenta de que tienen que hacer un gran avance de algún tipo este verano (boreal), porque si no lo hacen, entonces, pareciera que no pueden derrotar a los rusos. Y no creo que el público estadounidense, en las próximas elecciones, quiera apoyar a un presidente que va a dar un cheque en blanco indefinido a los ucranianos.
¿Cuál es la situación en Rusia considerando la propaganda y la economía?
La economía se ha recuperado bastante bien de los efectos iniciales de las sanciones y de los ingresos procedentes de las exportaciones de gas, etc., están reforzados por el alza de los precios. Y tienen mercados preparados en India y China y el Estado tiene suficientes reservas para dar dinero a la gente, especialmente a los soldados voluntarios y a sus familias. Pero sobre la población es muy difícil de decir. Me parece que no hay un apoyo realmente fuerte a la guerra, pero hay un consentimiento bastante generalizado de la guerra. A la gente le gustaría la paz mañana, pero no tienen suficientes fuentes fiables de información para formarse un juicio sobre quién tiene la culpa. Y por eso tienden a aceptar la propaganda del gobierno ruso de que la culpa es del otro bando. Mucha gente adoptará ese punto de vista de que no es una gran guerra, de que deberíamos estar luchando contra esto, pero nosotros no la empezamos. Así que ahora que hemos sido atacados, que es de lo que se trata toda la propaganda rusa, ellos nos atacan, no nosotros a ellos. Esto puede proporcionar suficiente capital político a Putin para continuar con esta guerra durante unos años. Creo que las represiones iniciales fueron bastante efectivas. Dieron la señal, que es suficiente en Rusia, me temo, para silenciar a la oposición, porque tienen una memoria colectiva de Stalin y todo lo demás.