José Luis Álvarez: “No se puede vivir así, no es normal”

José Luis Álvarez trabaja desde hace 11 años como taxista en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y cree que estas son las elecciones donde “se siente más incertidumbre”. “No se sabe qué es lo que va a pasar. Antes teníamos una noción de que, bueno, iba a seguir todo igual. En cambio, ahora es como que no se sabe qué va a pasar”, admite.

Oriundo del norte de Argentina, Álvarez ha visto en primera persona cómo, durante los últimos meses, la resignación de sus pasajeros por la situación económica ha dado paso al hastío. “Hace dos meses, era como que la sociedad estaba acostumbrada a la inflación. ‘Está bien, estamos en Argentina’, decían. Hoy por hoy, es como que la gente ya está cansada, ya está harta, pareciera que ya no da más. En este momento, los argentinos están tomando conciencia de que no se puede vivir así, que no es normal”.

Durante agosto, la inflación alcanzó un 12,4%, y en septiembre llegó al 12,7%. A modo de comparación gruesa, Chile registró en el primer mes un IPC del 0,1%, mientras que en el segundo hubo una variación del 0,7%.

Consultado sobre qué le parece la dolarización o la reducción de ministerios propuestos por Javier Milei, José Luis Álvarez es categórico. “Yo coincido en muchas de las cosas que dice Milei. No estoy seguro si lo voy a votar aún. Y si bien hay muchas cosas que dice que son ciertas, también hay otras que me parecen inviables en este momento de la Argentina”, posicionándose en el grupo de personas que deciden, en la soledad del cuarto oscuro, por quién votar.

En su rol de taxista, asegura tener “mucho contacto con la gente y yo les pregunto cuando se suben al auto, y el 80% tiene miedo a lo que (Milei) pueda hacer”, explica. “Le tienen miedo por su personalidad, por su carácter, por su forma de expresarse en los medios”, concluye.

Daniel Matta: “Tiene que haber cárceles como las de Bukele”

“Yo mamo democracia de los 13 años. Y desde esa época hasta ahora, siempre ha habido problemas, tanto económicos como políticos y sociales”, dice al iniciar la conversación Daniel Matta, taxista de 53 años. Declara haber votado siempre por el peronismo, sin embargo, esta vez cambiará su elección: votará por Milei.

“No hay segunda vuelta, nada”, afirma, seguro.

La situación económica le ha pasado la cuenta. Arrienda departamento y el auto en el que trabaja. “Lo que pueda alquilar para poder comer y ganar un peso, lo hago. Yo estuve trabajando entre ocho y 10 horas por día hasta hace un año. Ahora lo hago por 15 horas y estoy ganando menos plata. Invierto el doble de horas para ganar menos. Es terrible”.

El día de las primarias, en agosto, confiesa que no logró votar. “Necesitaba laburar”, se excusa. “Pero te lo aseguro, si hubiese ido, votaba a Milei 100 veces más. Porque yo estoy harto de ver miseria en mi país como nunca la vi antes”.

Frente a la parroquia-santuario Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, Daniel hace una pausa en su relato y se persigna, para luego continuar: “Va a tener que cambiar todo radicalmente, porque si acá no hay un cambio radical, se acaba. Tiene que haber cárceles como las de Bukele, así los hacen laburar para comer y que vivan ahí adentro como perros. Eso es lo que hay que hacer acá, hay que poner un poco de orden, loco”.

“Este país es el país de los locos. La gente pasa hambre y los índices de pobreza son altísimos, y producimos alimento para 400 millones de personas”, aseguró. La frase referente a la pobreza está documentada por organismos oficiales como la FAO, que señaló en 2022 que el 37% de los argentinos sufre inseguridad alimentaria, y el 3,7% pasa hambre, algo que se puede ver en las calles de Buenos Aires, donde familias enteras se sientan en el suelo.

Lo segundo, sin embargo, sobre el alimento producido, ha sido repetido por Mauricio Macri, por Alberto Fernández y ahora por Milei. Pero, según medios de chequeo de datos, es incomprobable, considerando que el dato se saca incluyendo la alimentación destinada a animales.

Alejando, taxista argentino que trabaja en CABA. Foto: La Tercera.

Alejandro: “La gente está enojada por la corrupción y el robo de la política”

Alejandro, de 57 años, prefiere no ser citado por su apellido. No le gustaría ser identificado por su opinión política, aclara. “La gente está enojada por cuestiones como la corrupción y el robo de la política”, planteó. Prácticamente todos los taxistas entrevistados coincidieron es este argumento, independiente del sector político que apoyaran. La duda de los analistas es si todo el “voto bronca” de los indecisos se irá a Milei.

Como para la mayoría de la población, Alejandro pone la economía como su principal preocupación. “Hay gente que no llegará a fin de mes con estas cifras en la inflación. Existe un porcentaje que puede comprar mercadería y guardar algo, pensando en el futuro. Lo hacen así, pero bueno, al no tener valor la plata...”. No termina la frase.

Este jueves, durante un recorrido por la ciudad, tres casas de cambio oficiales, no las cuevas ilegales que operan en la ciudad porteña, dijeron no tener pesos argentinos, ni mucho menos, dólares. Una compradora dijo fuera de una casa que nadie se quiere desprender de la divisa estadounidense por temor a lo que ocurra el lunes, cuando abran los mercados.

De vuelta con Alejando, lo que ocurrirá al día siguiente de una hipotética victoria en primera vuelta de Milei “nadie lo sabe, porque él promete cosas que no están a su alcance. La gente quiere que se termine el gasto, y hay un montón de personas que cobra al Estado sin trabajar. Hay gente que lo necesita realmente, pero muchos son solo piqueteros y ñoquis”, reclamó.

Fabián Valle: “Estamos en lucha contra el libre mercado acá en el Obelisco”

En plena Avenida 9 de Julio, Fabián Valle ha realizado intervenciones políticas con el Obelisco de fondo. Vestido con un polerón negro con mangas amarillas, en referencia a los colores de su gremio, el dirigente sindical de los taxistas del icónico monumento porteño asegura que “hace siete años que estamos en lucha contra las aplicaciones de transporte y contra el libre mercado acá en el Obelisco. Nuestra política es muy clara: somos peronistas, somos de Sergio Massa, y vamos a votar a Massa”. El fondo de pantalla de su teléfono lo resume todo. En letras grandes se leía: Perón.

“Estamos medio asustados por toda esta derecha que resurge en Latinoamérica y que quiere volverse contra los trabajadores. Lo primero que hace es vender la obra social”.

Valle aseveró que “el sindicato de taxis era uno de los más fuertes del gobierno kirchnerista”, y que “al llegar el gobierno macrista, ellos nos atacan con Uber, porque no pueden perdonar que nuestro gremio fue el que acompañó toda esa gestión de los Kirchner, que fue desendeudar al país y dar trabajo nacional”.

Según el sindicalista, el problema del retroceso del Estado planteado por Milei dejaría desamparada incluso a su competencia, los trabajadores de empresas como Uber, Glovo o Rappi. “Hubo una lluvia muy grande en Buenos Aires durante la semana pasada. Allí, un muchacho de estos que andan en bicicleta fue aplastado por un colectivo (buses urbanos). Si quieren sacar el Estado, ¿quién se hace cargo de esta persona? No tiene nada”.

Fabián Valle, dirigente sindical de los taxis del Obelisco, junto a su automóvil y el monumento. Foto: La Tercera.

Ricardo: “Cuando se gasta el cuello de la camisa, lo das vuelta y vas escapando de la crisis”

Ricardo tampoco quiso ser identificado por su apellido. “Ponme Ricardo Juan, el taxista”, dice.

Su análisis es tajante: “Este es uno de los peores momentos económicos de la Argentina. Quien no lo quiera ver así, está viendo otro canal. Esta carrera, de unas 15-20 cuadras, va a salir aproximadamente un dólar. ¿En qué parte del mundo se paga eso?”, grafica.

Recientemente, Ricardo perdió a su esposa, que falleció el 15 de septiembre. “Los argentinos vamos acumulando necesidades atrasadas. Yo, por ejemplo, hace 25 años que no me tomo vacaciones”. Sin embargo, hacía esfuerzos para que al menos ella pudiera vacacionar.

“Cosas de la vida, el martes...”. Detiene la narración, mientras toma entre su dedo pulgar, índice y medio una pequeña crucecita colgada del espejo retrovisor interior. “Vamos a agradecer a la Virgen, porque habíamos logrado obtener ya el viernes anterior todos los papeles del auto, ya era dueño de mi taxi. Y el viernes se muere. Qué le voy a hacer”.

Y retoma el diálogo. “Estamos teniendo siempre necesidades atrasadas. Por ejemplo, si antes te comprabas dos camisas por año, ahora te compras una cada tres, y cuando el cuello se gasta, lo das vuelta y vas escapando de la crisis. Pero ya está instalada en nosotros”.

No está contento con los candidatos. De hecho, si bien asegura estar decidido en su voto, dice, con una cuota de resignación, que “los argentinos no estamos eligiendo excelencia. Estamos escogiendo siempre el mal menor”.