Cuando el martillo de la Corte de Apelaciones de Temuco tocó fuerte la madera del tribunal, Joaquín Millanao Queipul (20) supo enseguida que no tenía escapatoria. Ya eran pocas las posibilidades de zafar de 47 años de condena. Lo mismo pensó su otro compañero, un adolescente de 17 años, quien deberá cumplir cinco años en prisión. El delito: disparar contra carabineros en medio de un intento de robo en una tienda que vendía semillas de marihuana para -según creen las policías y el Ministerio Público- abastecer atentados vinculados a la violencia rural.
Pero ese 11 de octubre, cuando se dictó sentencia, no todos los participantes de este caso lo pasaban mal. Otro miembro del grupo que participó en el asalto ocurrido en julio del 2021, en Victoria, Ramón Toris Quiñinao (27), se enteraba en libertad que debía pasar los próximos 10 años de su vida tras las rejas. Hasta hoy no ha cumplido ni un día.
Lo único que se sabe es que su último domicilio registrado está en la comunidad Temucuicui, sin número, en la comuna de Ercilla. Así quedó consignado en el acta de la orden de detención que despachó el Juzgado de Garantía de Victoria en su contra, dado que se encuentra en calidad de prófugo. Su caso está lejos de ser el único, pues se suma a un grupo de otros ocho imputados que la Fiscalía caratuló en calidad de prófugos.
Si bien el caso de Toris Quiñinao está vinculado a un delito común, tanto él como su compañero de delito, Millanao Queipul, han sido reivindicados en atentados adjudicados por la Resistencia Mapuche Malleco (RMM). “Juicio justo o mucha sangre correrá”, decía el lienzo encontrado en un ataque incendiario a una casona en Victoria, en que se adjuntaba el nombre de Joaquín Millanao.
Es a través de estos grupos -creen las autoridades de la zona- que quienes no han podido ser hallados se protegen. El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, explica a La Tercera que “actualmente existen órdenes de detención pendiente respecto de varias personas que tienen su domicilio en la localidad de Temucuicui. Estas diligencias están en poder de las policías y nosotros estamos siempre disponibles para pedir entradas y registros a domicilios, pese a las dificultades que se pueden registrar al momento del ingreso a determinados sectores, producto de la resistencia activa de ciertos grupos con alto poder de fuego”.
Además de Toris, el listado de los prófugos más buscados de La Araucanía lo integran: Jhon Quilape Millanao, Huentelén Queipul Cayul, Rubén Queipul Morales, José Arzola Millalén, Eric Nahuelpi Millanao y el grupo familiar compuesto por el werkén de la comunidad Temucuicui, Jorge Huenchullán Cayul, Carolina Padilla Manquel y el yerno del líder mapuche, Kevin Espinoza Cifuentes.
Patricio Santibáñez, presidente de la Multigremial de La Araucanía, advirtió que “la captura y puesta tras las rejas de los nueve prófugos más buscados no solo representaría un triunfo para la justicia, sino que también enviaría un mensaje claro de que el Estado no tolerará la impunidad. Es un paso crucial en el camino hacia la paz y la seguridad en La Araucanía y en todo Chile”.
La comunidad allanada
Además de ser buscados por la policía para enfrentar juicios por tráfico de drogas y robos violentos, y ser reivindicados como “perseguidos políticos” por los grupos radicales que operan en La Araucanía, el otro elemento en común que comparte este grupo de prófugos son sus vínculos con la comunidad Temucuicui.
Por ejemplo, el grupo compuesto por Jhon Quilape Millanao, Huentelén Queipul Cayul, Rubén Queipul Morales y José Arzola Millalén era otro de los blancos que Carabineros buscaba en el último allanamiento a Temucuicui, registrado el 19 de octubre. Ese día, cinco personas fueron arrestadas y otros lograron zafar.
Jhon Quilape Millanao, por ejemplo, era buscado por el asalto a una mujer para sustraer su auto, en Traiguén. Según la orden de detención en su contra, la víctima indicó que el imputado, junto a otra persona, con rostros semicubiertos, la intimidaron con un arma y se llevaron su vehículo marca Peugeot.
Se intervinieron teléfonos y antenas satelitales, logrando detectar que Quilape registraba movimientos dentro de la comunidad Temucuicui, donde vivía. Pero logró escapar. Lo mismo hizo el adolescente de 17 de años Huentelén Queipul, investigado junto a Rubén Queipul y José Arzola, de “dedicarse al robo de vehículos motorizados, utilizando como medio de operar armas de fuego con las cuales disparan en contra de sus víctimas a la zona de los pies, para posteriormente sustraer los respectivos vehículos e internarse con ellos hacia el sector de Alaska de la comunidad Temucuicui”.
El caso Huenchullán
Quizás la cara más visible de este listado es Jorge Huenchullán. El werkén de Temucuicui estuvo a minutos de ser encarcelado, pero la decisión de la jueza Sandra Nahuelcura lo terminó por beneficiar.
Huenchullán fue detenido en febrero del 2021, en medio de una investigación que el Ministerio Público llevaba contra él, su pareja, Carolina Padilla, y su yerno, Kevin Espinoza. Al werkén se le formalizó por delitos de tráfico de drogas y la Fiscalía le imputó dedicarse “activamente al tráfico de marihuana en la comuna de Ercilla y alrededores, para lo cual todo el grupo familiar se encarga de realizar conjunta y coordinadamente las labores de adquisición de semillas, siembra, construcción de invernaderos que garantizan mayor eficiencia, cultivo, cosecha y secado de la droga al interior de sus domicilios, ubicados en la comunidad Temucuicui”.
Huenchullán estaba internado por Covid-19 en el hospital, es por eso que cuando se le dio el alta, el Ministerio Público se apuró en pedirle a la jueza una orden de detención, la cual les fue negada. Aprovechando este “salvavidas” de la magistrada, Huenchullán no se presentó a su formalización presencial y, desde entonces, está prófugo.
¿Dónde están los prófugos? Sospechas hay y las miradas de los investigadores apuntan a la comunidad Temucuicui, donde para la policía nunca es fácil ni siquiera merodear en sus alrededores.