Ramona Reyes (Colectivo Socialista): “Beatriz Sánchez tiene muchas cualidades, pero cuando uno es gobierno tiene que saber restarse”
La aspirante a suceder a Elisa Loncón releva el rol articulador de su sector. "Nosotros tenemos como mandato no hacer ninguna negociación con la derecha. Si ha habido conversaciones, tiene que ver con el rol articulador que ha jugado el CS dentro de la Convención. Siempre la historia del Partido Socialista pesa y creo que eso le hace sentido a la derecha", dice.
Fue nominada por el Colectivo Socialista (CS) para intentar llegar a la presidencia de la Convención Constitucional el próximo 4 de enero, cuando Elisa Loncón y Jaime Bassa dejen sus cargos. Y aunque las negociaciones siguen en pie, Ramona Reyes parece ser la carta que corre con mayor ventaja para liderar la testera, pues su nombre concita apoyos en la centroizquierda y en varios de los convencionales de derecha.
¿Por qué quiere asumir el liderazgo en esta última etapa de la Convención?
He puesto a disposición siempre toda mi expertise como exalcaldesa de la comuna de Paillaco; en 12 años de hacer gestión, también me involucré mucho con la Asociación Chilena de Municipalidades, y adquirimos compromisos y capacidades. En esta segunda etapa, hay que jugar un rol mucho más político, generar acuerdos, debatir con altura de miras, pensando en el bien superior del país. Cada uno de los 154 convencionales, si sus colectivos o grupos les dan la posibilidad de ser candidatos a algún cargo, es un deber aceptarlo. Yo acá no estoy como Ramona Reyes, militante socialista, sino que es toda la historia, la región, mi distrito y todas las regiones de Chile que clamamos por descentralización.
En las definiciones que han tomado los colectivos, ¿cree que hay lecciones aprendidas a partir del rol que cumplieron Loncón y Bassa?
Por supuesto que hay aprendizaje. Una de las cosas que me han impresionado de esta Convención es que, sin conocernos previamente, fue adquiriendo un cuerpo, es una asamblea que se mueve de una forma y en donde cada una de las partes es importante. Y ahora, en esta segunda etapa, hay que tener capacidad de liderar esta Convención, es muy poco el tiempo que tenemos.
El plazo era de nueve meses con posibilidad de extenderlo por tres meses más. ¿Será suficiente o se deberá pedir una segunda prórroga?
Yo creo que va a ser necesario pedir una segunda prórroga al Congreso. Podemos sacar la Constitución nueva el 4 de julio, pero va a ser a costa de sacrificar algunos componentes, como la participación de las comunidades. El proceso de consulta indígena todavía no inicia, entonces no podemos empezar a debatir ciertos temas, porque no hemos escuchado lo que los pueblos quieren decir para que sea plasmado en la nueva Constitución. Y también siento que el proceso de armonización va a ser complejo. Menos de tres meses para eso es algo que preocupa. Hay que pensar en tres meses, máximo seis meses más. Por eso adquiere mayor valor la mesa que va a haber y por eso también es importante que sea lo más amplia y representativa y que tenga esta capacidad de negociación y gestión política fuera de la Convención.
Son mujeres quienes se perfilan con mayores posibilidades de reemplazar a Loncón. ¿No había espacio para que un hombre llegara a ese cargo?
No hay problema en pensar en una figura masculina. Es bacán que los colectivos piensen en mujeres y creo que muchos varones han dejado de lado sus pretensiones por cómo se ha dado la Convención, donde se han privilegiado los liderazgos de mujeres y los varones están atrás, al aguaite, esperando que caiga alguna (se ríe). Para mí, es importante que la paridad sea femenina y masculina, entendiendo todo lo que significa para las mujeres, pero yo soy madre de tres hijos varones y creo que no todos los varones han tenido acceso al poder. Tenemos muchos de nuestros jóvenes que vienen de movimientos sociales, de comunidades indígenas, que son gente sencilla y que han estado en segundo plano en el proceso directivo.
Uno de los temas que han tensionado el acuerdo es que se ha pedido “generosidad” al Frente Amplio, porque el presidente electo es de sus filas. ¿Cómo evalúa aquello?
Es algo que se tiene que ver en la negociación política y resolver antes del pleno. No sé si el FA tiene que hacerse a un lado, pero sí tiene que entender que quizás no es lo mejor que presida la Convención una militante de la misma coalición del presidente electo. Beatriz Sánchez tiene muchas cualidades, muchas capacidades, pero cuando uno es gobierno tiene que saber restarse para favorecer los procesos.
Desde la derecha han expresado buena disposición a respaldar su nombre. ¿Por qué cree que usted concitaría ese apoyo?
Nosotros tenemos como mandato, dentro del colectivo, no hacer ninguna negociación con la derecha. Si ha habido conversaciones, tiene que ver con el rol articulador que ha jugado el CS dentro de la Convención. Siempre la historia del Partido Socialista pesa y creo que eso le hace sentido a la derecha. Es mejor diablo conocido que diablo por conocer (se ríe). Yo creo que el sentimiento de los 37 convencionales de derecha acá ha sido de querer participar, de saber que se te rechaza todo lo que planteas, pero también ellos representan una voz importante en este país. Creo que ellos también entienden eso y el PS, por su historia, quizás puede tener más habilidades que otros conglomerados o partidos.
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