Estoy en la ciudad de Gaza, y la situación no tiene precedentes. Creo que este escenario fue descrito con precisión por los funcionarios israelíes como un nivel de destrucción tipo Segunda Guerra Mundial. El portavoz israelí dijo: nos estamos centrando en los daños y la destrucción, no en la precisión. Israel ha destruido miles y miles de viviendas en toda la Franja de Gaza, en la ciudad de Gaza, Shejaiya y Beit Lahia y Rafah, y el puente de Shannon. No hay un solo lugar minúsculo en Gaza que no haya sido bombardeado.

Aquí hablamos de una situación catastrófica, con Israel cerrando las fronteras y permitiendo que no haya alimentos, agua ni electricidad. Como he dicho, cada centímetro de Gaza fue atacado. La Universidad Islámica, donde yo trabajo, fue bombardeada duramente.

Creo que es un error empezar a contar la historia a partir de lo que ocurrió el sábado. Es importante situar esto en un largo contexto de más de siete décadas, incluso más de 100 años de desplazamiento de palestinos por parte de Europa. Israel ha brutalizado a los palestinos, librando guerras durante los últimos 15 años, campañas masivas de lo que Israel llama cortar el césped, es decir, poner a los palestinos en su lugar.

Los palestinos buscan víctimas bajo los escombros tras los ataques israelíes en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, el 13 de octubre de 2023. Foto: Reuters

Los ataques esta vez son mucho peores. Israel mató a 1.400 palestinos en 23 días en 2008-2009, y a 2.400 en 51 días en 2014, y números similares en 2021 2022.

Funcionarios israelíes han llamado a una limpieza étnica, a eliminar Gaza, a enviar a Gaza a la Edad de Piedra y a convertirla en una ciudad de tiendas de campaña con el apoyo de países occidentales.

Durante más de cinco décadas Gaza ha estado bajo ocupación y asedio, y la vida nunca ha sido normal. Hubo momentos en que las cosas estaban relativamente tranquilas, pero de nuevo con Israel controlando nuestros movimientos y las fronteras. Era como vivir bajo una dictadura brutal.

Rifat Arer, académico de la Universidad Islámica de Gaza.

A fines de los 80 los palestinos tuvieron que levantarse con la primera Intifada. La segunda Intifada, en 2000, tuvo como resultado más y más expansión israelí en Cisjordania y en Gaza, robando tierras, deteniendo y matando a gente en Gaza.

A partir de 2006, cuando Hamas llegó al poder, Israel estrechó el cerco en torno a la Franja de Gaza y dificultó aun más los desplazamientos, los viajes, las importaciones y las exportaciones. En una serie de guerras, Israel devastó y destruyó la economía, las fábricas se cerraron y el desempleo llegó a más de 50%, incluso entre quienes tenían títulos universitarios. Así que la vida en Gaza nunca ha sido normal. Si Israel no bombardea, los palestinos de Gaza mueren lentamente, se asfixian lentamente, y nadie les presta atención. Si Israel bombardea, algunos empiezan a prestar atención y por eso nuestra situación es horrible.

Militantes palestinos de Hamas participan en una manifestación que conmemora el 31º aniversario de la fundación de Hamas, en la ciudad de Gaza el 16 de diciembre de 2018. Foto: Reuters

La ONU anunció que en 2020 Gaza será inhabitable. Pero Gaza ha sido inhabitable durante más de una década con el asedio, con las guerras. Es muy difícil vivir aquí. El agua en Gaza no es potable. Más del 90% del agua no es potable.

La vida de un niño es particularmente difícil para nosotros. Es extremadamente imposible. Los niños viven aterrorizados. Los primeros días de bombardeos los niños empiezan a gritar y chillar. No podemos dormir. Y luego esto se convierte en silencio y los niños no quieren ni jugar.

Actualmente, dos familias se mudaron a mi casa. Así que hay alrededor de 15 niños. A cada hora, más o menos, estalla una bomba en la zona, y entonces se quedan callados, se quedan adentro, con miedo, a la expectativa. Imagínense los niños que mueren. Y los que son sacados de entre los escombros, los que sobreviven, viven con los traumas, las discapacidades físicas, el dolor psicológico y el sufrimiento. Y para los jóvenes es aun más decepcionante, porque estos esperan un futuro mejor. Los niños quieren jugar, quieren divertirse y reír. Pero los más jóvenes quieren empleo, trabajar, viajar, moverse, construirse una vida. Y se les priva de ello.

La vida universitaria es igualmente difícil. Imagínense 20.000 estudiantes sin sus clases, conferencias, profesores y libros.

Los palestinos se reúnen cerca del fuego que arde sobre escombros después de los ataques israelíes, en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, el 11 de octubre de 2023. Foto: Reuters

En los últimos cinco años, muchos palestinos han recurrido a trabajar en línea, como freelancers, traductores, diseñadores gráficos, redactores de contenidos, marketing digital, todo tipo de trabajos que pueden hacer en línea. Algunos de ellos tienen mucho éxito.

Durante años, al principio del asedio en 2006, Israel impidió la entrada de cajas en Gaza e incluso de papel y bolígrafos. Y cuando los palestinos encuentran sus propios trabajos en internet, o empiezan sus propios negocios, y emplean a otros palestinos, la destrucción y el fuego israelíes los persiguen.

La vida ha cambiado. Cuando Hamas llegó al poder, Israel y la comunidad internacional decidieron apretar la soga alrededor de nuestro cuello en Gaza, y nos castigaron por votar. Y es muy irónico, porque Estados Unidos y Occidente quieren llevar la democracia al tercer mundo, a Medio Oriente. Hubo, por supuesto, una fractura social y política entre los partidarios de Hamas y los de Fatah. Económicamente estamos peor, e incluso políticamente, debido a la división política entre Hamas, que controla Gaza, y Fatah, que manda en Cisjordania.