Se busca contralor: los nombres que ya rondan en Teatinos 56

La actual Constitución pone como requisitos para ocupar el cargo de contralor general de la República ser abogado y tener a lo menos 10 años el título, 40 años de edad y ser ciudadano con derecho a sufragio.

Quien ejerce esa función desde hace siete años es uno de los expertos en derecho administrativo más citados por la Corte Suprema, el académico Jorge Bermúdez Soto. El profesor de la Universidad Católica de Valparaíso arribó al organismo, ubicado en Teatinos 56, a un costado del Palacio de La Moneda, a fines de 2015, tras ser propuesto por la entonces Presidenta Michelle Bachelet y ser ratificado por el Senado tras el fallido intento de nominar al también docente Enrique Rajevic.

El mismo día en que está agendado el plebiscito del salida del nuevo proceso constituyente, el 17 de diciembre de 2023, Bermúdez finaliza su periodo. Por tal motivo, aún hay incertidumbre si su sucesor será nominado con nuevas o antiguas reglas. Con todo, será el Presidente Gabriel Boric quien deberá proponer a la Cámara Alta un nombre que debe ser aprobado por 2/3 de los senadores. Y aunque aún faltan ocho meses para que el cargo de contralor se declare vacante, en el seno del gobierno saben que respecto a esta designación no se puede improvisar. Aún está en la retina de las autoridades el fallido proceso para escoger al fiscal nacional que terminó con dos rechazos a los candidatos de La Moneda en el Senado, en un hecho inédito en las dos décadas del Ministerio Público.

Por lo mismo y desde ya, aunque los aspirantes esconden por el momento su intención “para no quemarse”, hay nombres sobre la mesa que se erigen para liderar al “guardián de la administración” y quien debe velar por el buen ingreso e inversión de los fondos del Fisco por los próximo ocho años.

En el gobierno apuntan que a diferencia de lo que se intentó en un inicio con el fiscal nacional, no habrá declaraciones por parte de ninguna autoridad haciendo llamados a que el género sea clave al momento de elegir al candidato o candidata. “Son lecciones que ya aprendimos”, sostiene un personero de Justicia.

Pero dejando atrás esa consideración, dice la misma fuente, hay mujeres fuertes que por sus méritos están desde ya en la carrera. Ahí se menciona a quien podría ser una sucesora natural de Bermúdez, y es la actual secretaria general de la Contraloría, la abogada Nelly Salvo. Participó en el concurso para fiscal nacional y pese a tener algunos apoyos políticos no logró sortear la barrera de los votos en la Corte Suprema. También se menciona a otra experta, la reconocida académica de la Universidad de Chile Gladys Camacho.

Hay una especie de “doctrina” que se ha seguido en los últimos nombramientos y es que el contralor que propone La Moneda y que es ratificado por el Senado ha sido de la “vereda opuesta” a la administración gobernante. Pasó en 2007 en el caso de la frustrada designación de Pablo Ruiz-Tagle, actual decano de la Facultad de Derecho de la U. de Chile, y cercano a la expresidenta Michelle Bachelet, cuyo nombre fue reemplazado por Ramiro Mendoza, cercano a la derecha. Algo idéntico ocurrió en octubre de 2015, cuando la misma Bachelet nominó a Rajevic y tras caerse en la Cámara Alta debió optar por Bermúdez, nombre de la entonces oposición.

Por eso, no pocos plantean que de seguir esta doctrina, Boric tendría que inclinarse por un abogado que no tenga nexos con la coalición gobernante. Ahí surge como candidata natural la actual subcontralora Dorothy Pérez, quien protagonizó una pública disputa con el contralor, quien intentó removerla, pero que fue devuelta a su cargo por la Suprema. Quienes la conocen dicen que genera simpatías en algunos parlamentarios UDI. Una situación similar sucede en la oposición con la abogada Patricia Arriagada, quien obró como contralora subrogante durante los siete meses de vacancia del cargo tras la salida de Gustavo Sciolla en 2006, cuando cumplió la mayoría de edad para el cargo: 75 años.

Quien posee un perfil similar es el profesor de la Universidad de Chile y la U. San Sebastián Jorge Barrera. Pese a que en el pasado tuvo protagonismo político en la derecha, en la actualidad -dicen- ha creado lazos transversales. Está radicado en Estados Unidos y se desempeña como abogado en el Departamento de Derecho Comparado del Congreso de ese país.

El nombre que más se repite cuando se pregunta quién podría ser el próximo contralor es el del actual secretario general de la Cámara de Diputados, Miguel Landeros, quien lleva más de una década en la testera de la corporación. No oculta, dicen en el Congreso, su interés y son los propios parlamentarios quienes transmiten que podría ser el elegido de Boric, ya que cuando el Mandatario era diputado cultivó un estrecho vínculo con su coterráneo de Punta Arenas. Incluso, recuerdan en el Parlamento, se saludaban en croata.

Una fuente de Justicia advierte que este proceso podría también transformarse en la venganza de Rajevic. Esto, porque podría ser nominado por el profundo respeto que tiene de sus pares administrativistas y porque no pocos consideran que su rechazo hace ocho años fue injusto.

Hay una académica de la U. de los Andes y que es muy respetada por el actual ministro de Justicia, Luis Cordero. Se trata de la abogada Rosa Gómez, cercana al Opus Dei. Contaría con el perfil de experta en la materia, sobre todo en derecho administrativo sancionador aplicado en el ámbito municipal y ambiental.

No pocos hacen ver que el próximo año hay elecciones de alcaldes y se requiere protagonismo del ente fiscalizador en las arcas que manejan los municipios y en especial auditar el buen uso de los recursos y que estos no vayan a parar a campañas política soterradas de los jefes comunales.

Y en ese ánimo persecutor es que hay quienes piensan que podría ser una buena idea que alguien del Ministerio Público, apoyándose en los equipos que existen hace más de 30 años en Contraloría, pudiera otorgar un liderazgo inédito. Ahí surge el nombre de Xavier Armendáriz, actual fiscal regional metropolitano Centro Norte y exjuez del crimen. Aunque sus cercanos dicen que hasta el momento no ha manifestado tal interés.

Quienes conocen de esta carrera aseguran que aún es muy temprano. Y también apuntan a otro hito. Si la ministra de Justicia Marcela Ríos no hubiera tenido que renunciar a su cargo, el candidato natural de La Moneda y que habría obtenido apoyo en el Congreso habría sido Luis Cordero. Pero debió asumir como secretario de Estado. Un coletazo más de los cuestionados indultos del Presidente.