El exconsejero Sebastián Figueroa (republicano) pasó directo del Consejo a ser uno de los coordinadores de la campaña por el “A favor” de Chile Vamos y el Partido Republicano. Rodeado de folletos con argumentos para aprobar el texto, de stickers que dicen “Boric vota ‘En contra, Chile vota ‘A favor’”, Figueroa dice que no ha parado de estar en las calles convenciendo a las personas de las virtudes del texto. Pese a eso, es duro en afirmar que este plebiscito no solo se trata de los contenidos constitucionales.
¿Cómo ha visto la recta final de esta campaña?
Una característica de esta campaña es que no es solamente un plebiscito constitucional, sino que también es una evaluación a Boric y al fracaso de su gobierno. Eso es lo que está hoy día en la calle y lo que vemos en los distintos espacios de conversación y de discusión. Es decir, se mezclan estas dos condiciones: evaluar si el texto satisface o no las necesidades de las personas y poner una nota al desempeño de este gobierno.
¿Le preocupa el poco interés ciudadano que existe?
Hay un nivel de desinformación y desinterés brutal. Todas las encuestas coinciden en que hay un número muy importante de personas que están indecisas, y eso hace que sean tan críticos estos últimos días que van quedando. Pero hay mucha desinformación y también creo, y aquí es importante decirlo, que hay una cantidad de noticias falsas que están circulando desde la campaña del “En contra”. Ellos se han concentrado en difundir falsedades e interpretaciones mañosas de lo que significa el texto. La franja de ellos es una vergüenza.
¿Fue correcto utilizar la frase del “que se jodan”?
Para mí la frase es una interpelación que hacen los ciudadanos comunes y corrientes al mal desempeño de un gobierno. Esa es la lectura que hago, y creo que en el momento en que se difunde permitió llamar la atención de muchas personas que se sienten interpretadas con ese sentimiento de rabia, de impotencia. Era necesario apelar a una ciudadanía que está desencantada y que está muy enrabiada con lo que está ocurriendo hoy día en el país. Ese objetivo se logró. Había que inyectarle más energía al proceso.
Usaron la recreación de una cabeza en un basurero. ¿Se les pasó la mano con esa campaña digital?
Estas son historias recreadas de la vida real. Lo que estamos haciendo es darle visibilidad a esa emoción, a ese dolor, a ese miedo que hoy día viven muchas personas. La experiencia de miedo, de terror, de angustia, de inseguridad, es algo que nos tiene que llamar a la acción, y la acción es votar “A favor” para terminar con este proceso y para que de una vez por todas la clase política ponga atención y recursos en resolver estos graves problemas.
¿Le parece positivo apelar al miedo para movilizar a los votantes?
No es el único recurso. Hay gente que se moviliza con la esperanza, con lo virtuoso que tiene el texto en materias de justicia, de libertades, de protección de sus ahorros previsionales o de sus derechos. Son distintos recursos que apelan a distintas condiciones con las cuales la gente se moviliza.
El Presidente los llamó a no sacar réditos políticos de la crisis de seguridad. ¿Cómo recibe ese llamado de atención?
Si dar visibilidad a una experiencia traumática que viven muchos chilenos es un rédito político, bueno, yo me quedo con la tarea de poner un tema en la agenda para dar una solución. Que el Presidente Boric se haya referido a esto constata que lo que estamos haciendo va en el sentido correcto. Estamos generando una provocación con el objetivo de que se den soluciones.
¿Por qué cree que el plebiscito se transformó en el referéndum de un gobierno y del Presidente?
Como comenté al principio, este plebiscito es sobre un texto constitucional, pero también sobre Boric y el fracaso de su gobierno. Para muchas personas la principal barrera que tienen para acercarse a un tema de política es esta sensación de rabia respecto a lo que está haciendo el gobierno. No es algo que uno quiera provocar, sino que es algo que el contexto nos ha puesto por delante. La gente quiere saber en qué posición está el gobierno para tomar la decisión de su voto y hoy día la gente sabe que Boric está “En contra”, y eso los motiva a votar “A favor”.
¿Es positivo centrarlo en una coyuntura, entendiendo que el objetivo es que el texto nos acompañe varias décadas?
Mi perspectiva es que la campaña no se concentra solamente en el mensaje de Boric vota “En contra”, Chile vota “A favor”. Ese es un recurso que nos está permitiendo entrar a las casas para luego transmitir un mensaje. Quiero ser muy claro, esto no responde a un diseño sino que a una realidad, a una condición que está en el ambiente. Me habría gustado que la conversación se hubiese concentrado en el contenido, pero el contexto nos obliga a conversar en este plano.
¿No teme que les salga el tiro por la culata? Si el resultado es adverso se puede interpretar como una aprobación al gobierno.
No, no lo veo así. El resultado no va a reflejar solamente la evaluación del Presidente como tampoco va a reflejar solamente la evaluación de un texto y de su contenido, va a tener una mixtura.
El excomisionado Alexis Cortés planteó que la derecha iba a terminar plebiscitándose a sí misma. ¿No ve un riesgo si les va mal?
Lo veo de otra manera. El 17 de diciembre va a ganar o va a perder Chile, y si gana el “A favor” gana Chile, teniendo la oportunidad de cerrar este capítulo, y si gana el “En contra” va a perder Chile. Esto no solamente se trata del Partido Republicano, no se trata de Chile Vamos, se trata del país.
¿Está conforme con el rol que ha jugado la alcaldesa Evelyn Matthei o le habría gustado mayor protagonismo?
En algún minuto se habló esto de poner el capital político al servicio de la causa, creo que todos han puesto su capital político y eso es muy positivo. La alcaldesa Matthei ha sido muy clara en manifestar su postura “A favor”, se ha desplegado en terreno y esperemos que en los días que quedan mantenga ese espíritu y se pueda ir intensificando.
¿Qué cree que gana?
Esta es una elección que está abierta debido al voto de los indecisos. Dicho eso, yo creo que va a ganar el “A favor” en una elección estrecha, y creo que hay que empezar a pensar en lo que viene después, en el desafío de lo que significa poner en marcha este texto.