En 2013, cuando Sergio Massa aún se desempañaba como intendente de Tigre -uno de los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires-, pero ya se preparaba para desembarcar como diputado nacional, el periodista argentino Pablo de León lanzó un libro dedicado al político de entonces 41 años. Titulado Massa, el salto del Tigre, De León investigó y siguió de cerca al joven intendente que emergía como figura en el mapa político argentino. “Sobre una contradicción -un oxímoron, en retórica- Sergio Massa construyó en unas pocas semanas un proyecto que ha puesto en riesgo por primera vez la hegemonía de una década de kirchnerismo. Para este desafío le alcanzó apenas con plantear una incerteza en una época de absolutos”, escribió el periodista Walter Curia en el prólogo del texto, el mismo donde retrató a Massa como “el peronista que liderando una oposición blanda y con una retórica conciliadora se trepó al escenario político para disputar el poder a Cristina (Kirchner)”.
Ha pasado una década desde entonces, y hoy Massa -pese a sus choques con el kirchnerismo- aparece como el hijo pródigo del peronismo, la carta presidencial del oficialismo para enfrentar a una oposición fortalecida por el desgaste y la mala imagen, no solo de la actual administración de Alberto Fernández -donde Massa lidera el Ministerio de Economía-, sino del kirchnerismo, luego de presidir cuatro de los cinco gobiernos de los últimos 20 años.
Después de que la oficialista Unión por la Patria saliera tercera en las primarias de agosto, Massa dio la sorpresa en la primera vuelta presidencial del domingo pasado al lograr el primer lugar, desplazando al gran favorito, el libertario Javier Milei. De cara a la definición que los enfrentará en el balotaje del 19 de noviembre, dos biógrafos del abogado de profesión comentan a La Tercera algunos de los hitos que han marcado la carrera política de Massa.
“Uno de los hitos en la vida de Massa es cuando se suma al peronismo de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, donde él nace. Ahí se junta a Graciela Camaño y Luis Barrionuevo y arranca su militancia. Es un joven que milita con Ramón “Palito” Ortega primero”, recuerda Pablo de León, en alusión al cantante y exgobernador de Tucumán, que se desempeñó, entre 1998 y 1999, como secretario de Desarrollo Social de la Nación, en el gobierno de Carlos Menem.
La esposa de Massa, Malena Galmarini, comenta en el libro Massa x Massa: revelaciones del hombre que quiere cambiar el rumbo político de la Argentina, del periodista Juan Cruz Sanz, cómo se gestó su llegada al peronismo. “El papá de Sergio tenía una empresa constructora y el capataz, Camilo, era compañero de la agrupación de Graciela Camaño. Camilo lo acompañaba a Sergio para apadrinarlo. ‘Yo nunca me sentí cómodo en la UCeDé (Unión del Centro Democrático), yo siempre fui el negrito’, eso es lo que siempre dice él. El papá de Sergio ayudó a financiar la unidad básica de Camilo, con tal de que pudiera apadrinar a su hijo. El paso de Sergio por la UCeDé no tiene que ver con una cuestión ideológica o partidaria, sino que fue la puerta que encontró para entrar, Cuando él entendió un poco más qué era ese mundo, pegó el salto”, relata Galmarini.
“El 2 de abril de 2000, la familia Massa-Galmarini se mudó a su casa recién construida en el barrio cerrado Isla del Sol, a tres minutos del centro de Tigre”, escribe Cruz Sanz en su libro.
“Ahí decide armar su proyecto político, que es el de ser intendente”, complementa De León. En su libro retrata así el “desembarco en Tigre”: “Un municipio pujante, con fuertes ingresos y una afluencia de turistas fascinados por la presencia de ríos y sus embarcaciones, las casas y los recreos en las islas del Delta. Un lugar sumamente atractivo para un político con ambición”.
De hecho, Cruz Sanz señala en su texto que “entre 2000 y 2002, el nuevo hijo de Tigre empieza a construir su camino en su territorio adoptivo. Milita en el PJ local, gana un espacio en el terreno, mientras el duhaldismo empieza a considerarlo una pieza clave para el futuro”.
En efecto, el autor de Massa, el salto del Tigre comenta que “otro hito muy importante es en el año 2001, cuando todo en la Argentina explota y es nombrado por Eduardo Duhalde como titular de la Anses (Administración Nacional de la Seguridad Social). Ahí se hace conocido, porque él daba cadenas nacionales informando de la recomposición de los sueldos de los jubilados”.
Ese evento en la vida del ahora candidato presidencial también es abordado por Cruz Sanz en su libro. “Massa llegó a la Anses en 2002. Eduardo Duhalde estaba en la Presidencia tratando de ser el piloto de tormenta y el Poder Ejecutivo tenía agujeros sensibles en todos los lados. Su nombre no fue la primera opción. Él prefiere creer que sí. Era diputado provincial, tenía 29 años y una carrera política ascendente (...). Luego llegó (Néstor) Kirchner y lo ratificó al frente de la Anses. hasta la ruptura de Duhalde con el Frente para la Victoria, Massa fue leal a los dos. Era la única alternativa que le quedaba”.
Jefe de gabinete de Cristina
Su paso por la Anses, sin embargo, tenía fecha de término. “La primera persona en saber la decisión no fue Malena. Fue Ezequiel, casi una extensión del cuerpo de Massa. Secretario, amigo, confidente y protector. ‘Kelo’ es todo (...). Estaban en el despacho que Massa tenía en la Anses. Miraban un partido de fútbol por televisión, porque no habían podido ir a la cancha, hasta que Sergio le comentó la decisión que había tomado: iban por la intendencia. ‘Antes de eso, Kirchner lo había ninguneado por sus intenciones de ser intendente. La cosa venía complicada’, recuerda Ezequiel. Sin embargo, Massa lo tenía decidido”, se lee en Massa x Massa.
De León recrea en su libro el momento en que, en las elecciones de 2007, Massa gana el sillón de la intendencia de Tigre. En la noche de la victoria electoral, a las 23.00 sonó el celular del alcalde electo. Era Néstor Kirchner:
- Massita, felicitaciones, me dijeron que ganaste.
- ¿Vio que gané? -respondió Massa, aún sin tutearlo.
Kirchner siguió:
- Disfrutá esta noche, porque mañana tenés que pedir licencia -ordenó el santacruceño.
- Néstor, no me parece, yo prometí que me quedaba... Mañana lo hablamos -balbuceó Massa.
En efecto, la estadía de Massa como intendente de Tigre fue breve. “En 2008 no corrían tiempos fáciles para la Argentina. La crisis del campo había dejado muchos heridos, el gobierno nacional no encontraba su rumbo y Massa estaba en el lugar donde quería estar: Tigre”, escribe Cruz Sanz. Así, el 24 de julio de 2008, Massa asumió como jefe de gabinete del gobierno de Cristina Kirchner, tras la renuncia de Alberto Fernández al cargo.
“Fernández me cuenta sus recuerdos de esa mañana con gran exactitud. El enojo y la tristeza de Cristina eran concretos: su mano derecha, su pieza clave, uno de los fundadores del kirchnerismo, había renunciado sin que ella lo supiese. La Presidenta se enteró por los medios de que su jefe de ministros ya no estaba. Los canales de noticias, mediante los corresponsales en la Casa Rosada, ya estaban al tanto de que Fernández había desalojado su despacho y entregado su renuncia indeclinable. A menos de 20 kilómetros, Massa se enteraba de la misma forma”, añade.
“Massa llega con el ímpetu de establecer un nuevo estilo. Pero al poco tiempo renuncia muy presionado por Néstor Kirchner, porque no quería cambiar nada del kirchnerismo”, comenta a este medio Pablo de León.
El autor de Massa, el salto del Tigre también destaca como hito en la vida de Massa la fundación del Frente Renovador en 2013, para hacer frente a las elecciones legislativas de ese año. “Él hace una escisión del peronismo con un grupo de intendentes: Juan Zabaleta, de Hurlingham; Gabriel Katopodis, de San Martín; Joaquín de la Torre, de San Miguel; Mario Meoni, de Junín. Casi todos ellos después funcionarios del actual gobierno de Alberto Fernández, menos De la Torre. Con el Frente Renovador le gana las elecciones intermedias a Cristina, frenando el proyecto de re-reelección”, apunta.
En efecto, en las elecciones legislativas de octubre de 2013, el Frente Renovador resultó vencedor con casi el 44% de los votos en la provincia de Buenos Aires, más de 10 puntos sobre el oficialista Frente para la Victoria, posicionando a Massa entre los futuros presidenciables.
El 25 de noviembre de 2013 Massa hizo efectiva su licencia en el cargo de intendente de Tigre y traspasó el gobierno municipal a Julio Zamora, quien ya había ocupado ese lugar con su partida a la jefatura de gabinete. El 4 de diciembre juró como diputado nacional.
“Sergio Tomás Massa juega ya definitivamente en la cancha grande de la política nacional. El camino que tiene por delante no es de una lucida diputación, sino el de salir a recorrer el país, con el cargo de legislador nacional, pero con el saco de un dirigente que aspira a la Presidencia de la Nación”, escribió entonces Pablo de León.
El mismo periodista sitúa como otro hito en la vida de Massa “cuando en 2019, antes de la elección presidencial, vuelve al peronismo en el Frente de Todos, se reconcilia con Cristina a través de Alberto Fernández, que hace de puente, y se convierte en el presidente de la Cámara de Diputados, hasta hace un año, agosto del año pasado, cuando asume como ministro de Economía”. “Desde el primer día, su intención siempre fue ser candidato presidencial, y finalmente, contra viento y marea, lo logró y termina siendo el candidato presidencial que pierde las PASO, sale tercero en las PASO, y ahora sale primero en las elecciones generales”.
A una década de haber publicado sus libros, ambos biógrafos resumen la evolución política de Massa. “Me parece que en esta campaña se mostró como el más profesional de toda la clase política. Es el mejor de su generación, con lo bueno y lo malo”, dice a este medio De León.
“Sergio Massa hoy es políticamente maduro, ha aprendido de los errores. El Massa de hace 10 años no era un estadista, lo que sí es ahora”, agrega Cruz Sanz.