Esta semana el gobierno presentó su plan de reforzamiento a la seguridad de 17 comunas del país. Anuncio que se concreta con la destinación de 700 nuevos funcionarios de Carabineros, quienes serán distribuidos en 12 comunas de la Región Metropolitana y en otras cinco a nivel nacional, según anunció la ministra del Interior y Seguridad Pública, Izkia Siches. Se trata de una de las primeras medidas de la nueva autoridad y previo al proceso de redistribución de las policías que impulsaría la administración que busca reforzar la presencia policial en aquellas zonas que son blanco de delitos.
El plan generó cuestionamientos de aquellos alcaldes que quedaron marginados de la propuesta. Ante esto, el subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, explicó que para elegir las comunas en las que se aplicará este aumento en la dotación de funcionarios policiales utilizaron un modelo “multicriterio”. Dicho proceso considera los casos policiales desde el 1 de enero de 2021 hasta el 31 de marzo de 2022, además de las llamadas categorizadas como " uno o dos” en el sistema de comunicaciones de emergencia de Carabineros.
Aunque otro de los factores es la “demanda por servicios policiales”, lo que contempla las órdenes judiciales, eventos de orden público, además del número de procedimientos policiales y de prevención de ese lugar.
¿Cuál es el objetivo de este plan de reforzamiento?
El objetivo es el fortalecimiento de Carabineros para dar una respuesta con sentido de urgencia a los problemas de seguridad que hay en nuestros barrios y territorios. Se trata de una primera acción para enfrentar la grave situación en términos de delincuencia bajo la cual iniciamos nuestro trabajo.
¿Bajo qué criterio seleccionaron estas primeras 17 comunas?
El reforzamiento de la seguridad se realizó bajo un sistema de asignación focalizada, dinámica y medible. Focalizada, porque en esta primera etapa en las 17 comunas elegidas hay focos de alta concentración delictual que por mucho tiempo se viene arrastrando. Dinámica, porque se va a ir redistribuyendo de acuerdo a la evaluación que se realice en terreno. Medible, porque definimos variables que serán medidas en el corto y mediano plazo para seguir tomando decisiones basadas en evidencia y realidad territorial.
¿Es una medida distinta al plan de distribución de las dotaciones de Carabineros?
El reforzamiento de Carabineros es una medida inmediata que adoptamos para hacer frente a la grave situación que se vive en los barrios donde había menos recursos de seguridad, dotándolos de un mayor número de carabineros de la Escuela de Suboficiales. De manera paralela estamos trabajando desde la Subsecretaría de Prevención del Delito en un proceso de redistribución de policías para mayor equidad territorial.
Hay comunas que manifestaron su molestia por no ser parte de las beneficiadas con este reforzamiento de cerca de 30 carabineros por comuna. ¿Todas las comunas donde ha aumentado la delincuencia serán parte de esta medida?
Sabemos que quien mejor conoce la realidad de seguridad en las comunas son sus alcaldesas y alcaldes y, por lo mismo, es absolutamente legítimo que las comunas que no fueron parte de esta etapa inicial manifiesten su molestia, porque es un reflejo de la realidad nacional en términos de seguridad que se viene arrastrando por décadas. La limitante de recursos siempre existe, pero eso no puede inmovilizar la distribución de los recursos que contamos. Por lo mismo, esta designación esta basada en variables medibles y objetivas que nos permitan comparar la realidad de todos los municipios para poder ir operacionalizando las medidas. Quiero ser muy claro, esta es una primera medida en un contexto de dinamismo, por lo que iremos avanzando en dotar de mayor eficiencia policial a las comunas críticas.
¿Es necesario aumentar las facultades legales de los guardias municipales? ¿Es de la idea de que estos puedan detener o aplicar algún control más férreo, o basta con su misión de vigilancia y disuasión?
Ya iniciamos el proceso prelegislativo para que Chile finalmente tenga una Ley de Seguridad Privada. Un mercado de máximo crecimiento como este, que debe ser un complemento a la seguridad pública y que se manifiesta en que por cada carabinero hay cerca de cuatro guardias de seguridad, requiere una modernización urgente y un marco regulatorio fuerte. Más que solo aumentar facultades hay que mejorar la tarea para que sean un mejor complemento en su rol preventivo. Un mal trabajo en seguridad privada termina por demandar recursos públicos que deben estar donde más se necesitan. La eficacia en acciones de seguridad pasa también por un necesario pacto público-privado.
¿Para cuándo se estima que estará concluido el trabajo de redistribución de Carabineros y cuáles serán los factores que determinen cuántos policías estarán en cada zona?
En dos semanas ya presentaremos los parámetros que sustentarán el diseño. Acto seguido, tres semanas después, daremos a conocer las variables que compondrán esta fórmula para hacer entrega pública del diseño. Este proceso, al ser de cara a la ciudadanía, también busca dar respuesta a la eterna demanda por mayor transparencia en la distribución de recursos de seguridad. Un proceso tan complejo como importante no es de la noche a la mañana, pero por la urgencia debe concretarse a la brevedad.