La posibilidad de que la socióloga y cientista política Lucía Dammert asumiera como jefa de asesores del Segundo Piso del futuro gobierno de Gabriel Boric, estaba instalada desde hace semanas. Pero solo se confirmó este viernes con su participación en la cumbre ministerial que encabezó el mandatario electo (ver páginas 22 y 23) en la Casona Cañaveral.
Hasta el martes pasado, la experta en materias de seguridad tenía claras dos cosas: que no sería ministra, ni tampoco subsecretaria como se había especulado en la previa. Lo que aún no se despejaba era si se convertiría en una asesora formal en la futura administración.
El cargo que asumirá Dammert se ha convertido en uno de los espacios de mayor influencia en las últimas administraciones. Quienes han ostentado ese papel, como es el caso de Cristián Larroulet en el actual gobierno del Presidente Sebastián Piñera, gozan de acceso total a las decisiones políticas y estratégicas, y cuentan con la plena confianza del jefe de Estado.
Las razones que llevaron al frentamplista a darle esa responsabilidad a la también académica de la Universidad de Santiago son variadas, según confirman fuentes que conocen de su decisión. Pero sobre todo se explica por el vínculo de alta confianza política que establecieron durante la presidencial.
Dammert se sumó al equipo programático en el área de seguridad. No obstante, su incidencia en el rumbo de la campaña fue mucho más allá de su expertise y a poco andar se transformó en una de las más leales orejeras de Boric en materias políticas, internacionales y comunicacionales.
De hecho, en los debates televisivos o radiales no era raro ver a Dammert acompañando al otrora candidato de Apruebo Dignidad.
Las redes que tiene la independiente, tanto a nivel de los gremios empresariales como en Latinoamérica, fueron cruciales para la campaña de segunda vuelta del frentamplista y, asimismo, para la instalación de su gobierno.
Su designación viene a reafirmar un criterio que ha marcado la configuración de los equipos que acompañarán al frenteamplista en La Moneda. El magallánico ha reservado el círculo de poder más inmediato a sus más cercanos, tal como lo hizo al definir su comité político al que convocó a figuras como Giorgio Jackson (Segpres), Camila Vallejo (Segegob) e Izkia Siches (Interior).
Sus redes políticas
Dammert nació en 1972 en Perú. Es hija del exdiputado Manuel Dammert, quien falleció de Covid-19 este año. El dirigente con origen comunista fue, según quienes conocen a la académica, crucial en su formación política. Ella estudió su licenciatura en Sociología en Argentina y luego hizo un magíster en Planificación Urbana y Regional y un Certificado en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburgh (1997). Años después obtendría un doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Leiden, Holanda.
Además, la futura asesora de Boric ha trabajado en organismos internacionales como el Banco Mundial, Naciones Unidas y el Banco Interamericano del Desarrollo.
En cuanto a sus conexiones en Chile, la académica ha fraguado relaciones con la ex Concertación desde su paso por el Ministerio del Interior en los gobiernos de Ricardo Lagos y de Michelle Bachelet, aunque en los últimos años ha estrechado lazos con el Frente Amplio.
En 2003 Dammert, según detalla su currículum, ejerció como jefa de proyectos especiales de la división de Seguridad Ciudadana de la cartera, en esos años liderada por José Miguel Insulza (PS), a quien ha seguido asesorando en esa área como senador socialista.
Su paso más controvertido por la administración pública lo vivió al asumir como jefa de asesores de la Subsecretaría del Interior, comandada en esa época, por el socialista Mahmud Aleuy. En 2016 dejó el cargo después de que se hiciera público el vínculo de su exsuegro con la DINA durante la dictadura. Su renuncia evidenció el quiebre con Aleuy.
Durante su paso por el Ministerio del Interior, Dammert estrechó relaciones con Eduardo Vergara, quien ahora asumirá la Subsecretaría de la Prevención del Delito y con el convencional socialista Ricardo Montero, quien entonces era jefe de asesores de Burgos.
“Es una mujer muy inteligente, muy perspicaz, muy aguda y gran comunicadora”, dice un dirigente que la conoció en esos años y con quien sigue en contacto.
El hecho de que Dammert asuma en el Segundo Piso -en todo caso- no cierra la opción de que en un futuro pueda ejercer un rol más publico, según señalan en el gobierno. De hecho, en la coalición varios remarcan que la idea de separar las funciones del Ministerio del Interior, creando un Ministerio de Seguridad Pública, podría ser un espacio apropiado para ella.