Tres datos clave para seguir en esta elección municipal
Más allá de los cálculos políticos y del eventual efecto que estas elecciones tengan en la carrera presidencial de 2026, existen miradas alternativas sobre lo que ocurrirá hoy y mañana, algunas de ellas impulsadas por el debut del voto obligatorio.
El bolsón incierto de los “votantes obligados”
La última vez que en el país se eligieron gobernadores, alcaldes, consejeros regionales y concejales, en mayo de 2021, eran otras las reglas electorales. En esa oportunidad regía la inscripción automática y el voto voluntario, el que fue reemplazado por el sufragio obligatorio mediante una reforma constitucional que fue promulgada los últimos días de 2022. Por ello, tanto candidatos como partidos están expectantes.
Las diferencias están a la vista: para la elección de alcaldes de 2021 había 14.900.190 inscritos votados, de los cuales sólo 6.648.909 concurrieron voluntariamente a las urnas, con un 43,41% de participación. En cambio, en la última votación celebrada en 2023 (segundo plebiscito de salida) el padrón de inscritos se encumbró a 15.278.800 personas, de las cuales el voto obligatorio llevó a 12.991.322 a las urnas, con un 85,03% de participación. Esto significa que de mantenerse para este fin de semana los niveles de participación en torno a un 85% de los habilitados para sufragar, cerca de 6,5 millones de electores se sumarán a los que ya participaron en 2021.
“Un aspecto clave a analizar será el perfil de los obligados a participar. Según estimaciones del Servel, este grupo se ubica en torno a los tres millones de electores. Este grupo podría presentar comportamientos electorales distintos a los frecuentes más habituales, con una participación menos ideológica o más desinteresada, lo que podría impactar los resultados de las elecciones”, explica Ricardo González, director del Laboratorio de Encuestas y Análisis Social de la Universidad Adolfo Ibáñez.
La esquiva paridad en el mundo municipal
A diferencia de lo ocurrido en los dos fallidos procesos constitucionales, donde se establecen reglas explícitas para lograr la paridad entre hombres y mujeres electos, en gobernadores, alcaldes, consejeros regionales y concejales simplemente gana el que tiene más votos.
Ello queda de manifiesto en los números. Entre los 346 ganadores de las elecciones a alcaldes de 2021 un total de 287 fueron hombres (82,9%), mientras que sólo 59 fueron mujeres (17,1%). De todas maneras, el resultado de 2021 fue distinto de lo que ocurrió en la misma elección de 2016, donde 304 de los vencedores fueron hombres (88,1%) y 41 fueron mujeres (11,8%).
“Hay que poner atención a qué pasará con el número de mujeres electas. Sabemos que el porcentaje de candidaturas de mujeres es bajo. Pese a ello, en 2021 aumentarán las alcaldesas, concejalas y consejeras regionales electas, pero aún estamos en niveles que no se condicen con los compromisos internacionales del Estado de Chile con miras a la igualdad de género”, detalla la profesora asociada del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica y coordinadora de la Red de Politólogas, Julieta Suárez.
¿Crecerán los nulos y los blancos?
Uno de los efectos que según expertos ha tenido la irrupción del voto obligatorio es el aumento en la cantidad y el porcentaje de votos nulos y blancos. Si bien la obligatoriedad del sufragio quedó fijada por ley a fines de 2022, las normas bajo las que se aprobó el primer proceso constitucional hicieron que el plebiscito de salida celebrado en septiembre de ese mismo año también fuera con voto obligatorio.
En la elección de alcaldes de 2021, con voto voluntario, 70 mil votos fueron anulados y otros 54 mil dejados en blanco, acumulando en total un 1,94% de todos los votos emitidos. En cambio, en el plebiscito constitucional de 2022, con voto obligatorio, los nulos pasaron a ser 200 mil, mientras que los blancos, 77 mil, lo que sumado significó un 2,15% de los sufragios. Para el plebiscito de 2023, últimos comicios realizados en el país, este bolsón de electores subió aun más: los nulos se empinaron a 480 mil y los blancos a 169 mil, llegando a representar un 5% de los votos emitidos.
“Es importante ser cauteloso al interpretar estos votos, ya que su prevalencia puede verse afectada por el sistema electoral y la naturaleza de los cargos en juego, y no necesariamente pueden interpretarse como una expresión de descontento o desencanto con los candidatos o el sistema en general”, advierte Ricardo González.
Además, el experto indica que debido a lo desconocidos que son los consejeros regionales, los nulos y los blancos pueden ser mayores, a diferencia de los alcaldes, que son figuras más cercanas a la gente.
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