Al doble creció el número de ingresos al país a través del aeropuerto Arturo Merino Benítez, luego de que se implementara el Plan Fronteras Protegidas.
Según cifras de la Seremi de Salud de la Región Metropolitana, si antes del 26 de julio entraban cerca de 600 personas al día, esta semana el promedio llegó a 1.300.
La flexibilización de las condiciones para entrar y salir de Chile -que comenzó a fines del mes pasado- no sólo aumentó el tráfico de pasajeros. También, con ella, crecieron las filas al interior del aeropuerto, sobre todo al momento de ingresar al país.
Si antes de la pandemia los trámites podían tardar entre 60 y 90 minutos, hoy -según aseveran pasajeros- estos pueden alcanzar las dos horas y media.
PCR, Pasaporte Sanitario y Pase de Movilidad son algunos de los documentos que se piden en estas largas filas en las que -algunos acusan- se producen aglomeraciones que opacan la exigencia sanitaria para entrar a Chile.
Estas se producen especialmente durante la mañana, cuando se juntan más vuelos internacionales.
Es lo que le tocó a Ana Contreras (36), cajera de banco, quien llegó este miércoles 4 desde Dallas, Estados Unidos, a las 8.40 de la mañana. A esa hora, en la sección dedicada a las llegadas internacionales, también tomaban sus maletas pasajeros provenientes de Madrid, París y Miami.
“Tú te bajabas del avión, te dirigían a una fila interminable, con como 20 personas de la Seremi. Ellos te pedían el boleto aéreo, el pasaporte, el rut, el Pase de Movilidad, lo de las vacunas, la declaración C19, y el PCR negativo”, cuenta Contreras, quien calcula que tardó dos horas y media en salir del lugar.
Mientras que la deportista Francisca González Ibar (55) afirma que esperó tres horas. “Estuve esperando tres horas desde que me bajé del avión. Venía en un vuelo Iberia desde Madrid, y tuve que pasar una fila de casi dos horas para mostrar el C19. Encuentro insólito que te vuelvan a pedir el PCR, por ejemplo, si para completar el formulario ya tienes que haberlo subido”, asegura.
Uno de los principales requisitos del Plan Fronteras Protegidas -junto con el testeo obligatorio antes y después de embarcarse- es que chilenos y extranjeros residentes en el país tengan su Pase de Movilidad.
Así, las etapas que la pandemia agregó al salir de un aeropuerto son dos: el control sanitario, que revisa que los pasajeros cuenten con los documentos necesarios, y el PCR, que si durante el verano se realizaba aleatoriamente, desde el otoño es obligatorio para toda persona que llegue al país. Datos de la Seremi de Salud indican que la positividad de este examen al llegar a Chile, cuando es precedido por un test negativo previo al embarque del avión, es de un 0,38%.
“Hay una persona pidiéndote un papel y más allá hay otra en una mesa pidiéndote el mismo papel, y dos pasos más allá hay otra, en otra mesa, con lo mismo. Es un exceso. No tiene ningún sentido”, alega González.
Desde la Seremi de Salud, sin embargo, aseguran que se han medido los tiempos de espera en pandemia, y que en promedio es de 90 minutos cuando el pasajero cumple con su Pase de Movilidad. El problema sería -agregan- cuando ello no ocurre. “El tiempo promedio para viajeros que cumplen con la Resolución 672 (es decir, Pasaporte Sanitario y PCR negativo), pero que no disponen de Pase de Movilidad y deben ser trasladados a un hotel de tránsito es de aproximadamente dos horas y 18 minutos”, aclaran en un comunicado.
Es lo que le aconteció a Catalina Arcos (21) y Diego Taucán (1). Los dos arribaron a Chile tras pasar un semestre estudiando en la Comunidad Valenciana, España.
Salieron de los trámites a las 9 AM, y tras encontrarse por un momento con sus familiares, se trasladaron al hotel donde les correspondía hacer cuarentena.
“El proceso del control sanitario comenzó cuando entramos al aeropuerto en Madrid, porque cuando haces el check in y tomas el avión, tienes que mostrar tres papeles: el QR del formulario C19, la reserva del hotel y, además, un PCR. Si uno no tiene algo de eso, ni siquiera puede hacer el check in”, comenta Arcos.
Al llegar a suelo nacional, pasaron primero por una fila que llevaba a más de 40 counters, y luego al sector de toma de PCR. “Estaba bien preparado. Las distancias eran largas para caminar, así que no se juntaba mucha gente. El personal fue muy amable, pero tuve una mala experiencia en el PCR, porque había 10 enfermeras o técnicos en enfermería, que estaban achoclonados en la sala, lo que te daba una sensación de inseguridad”, opina Diego.
De ahí, con un papel que confirmaba el test PCR, los pasajeros debían hacer otra fila. “Ahí sí había una sola persona, la fila muy larga. Ella revisaba que ya te habían realizado el PCR, y que tenías el correo que decía que ibas a cuarentena en tu domicilio. De ahí pasabas por la PDI, te revisaban, tomabas las maletas y al salir ya del aeropuerto, otra persona te vuelve a pedir lo del PCR y el correo de que vas a cumplir cuarentena en tu casa”, recuerda Ana.
Aún así, afirma que es más de lo que se ve en el extranjero: “Si me preguntas, yo que estuve en muchas partes de Estados Unidos, quedé impactada de la demora, y la cuarentena de 10 días cuando tú ya estás entregando un PCR actualizado, cuando tienes las dos vacunas. Es absurdo. Pero en fin, tocará hacerlo, no queda otra”.
Desde la Seremi de Salud agregan que hay otros factores que inciden en la demora, los que están “fuera del control de los funcionarios de Aduanas Sanitarias”. Entre ellos, la llegada simultánea de vuelos en horarios punta, el cumplimiento de los documentos exigidos a los pasajeros y la operación de otras instituciones y organismos en el ingreso de viajeros a territorio nacional.
A pesar de esto, ya se ven avances que podrían agilizar estos procesos. Precisamente este viernes comenzó el proceso de validación de vacunas aplicadas en el extranjero en nuestro país: la idea es que chilenos y extranjeros con rut nacional puedan obtener sus pases de movilidad aunque no se hayan inmunizado en nuestro país, y así no se vean obligados a pagar el hotel sanitario al entrar en nuestras fronteras. De todos modos, tendrían que hacer cuarentena en sus casas.
Con todo, desde la Seremi se reconoce que no hay muchas más herramientas para apurar el proceso, y que por ahora queda resignarse a estas esperas y considerarlas como parte de la llegada a Chile. “Solicitamos a los viajeros informarse y cumplir las medidas exigidas por el Plan Fronteras Seguras y a tener en consideración dentro de la planificación del viaje los tiempos de espera que existen en el aeropuerto Arturo Merino Benítez al momento de ingresar al país”, indican.