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Vicente Fox: “La violencia en México se va a reducir significativamente con la legalización de la marihuana”

Activista por la despenalización del cannabis y miembro de la junta directiva de una compañía dedicada a la marihuana medicinal, el expresidente de México dice a La Tercera que su país se va a transformar en un “mercado muy grande, muy atractivo” tras la aprobación del uso recreativo de esta droga. “México ahora ya tiene las dos legalizaciones, la de uso médico y la de uso recreacional”, plantea.

El expresidente de México Vicente Fox. Foto: AFP

Tras concluir su mandato presidencial (2000-2006), Vicente Fox, también empresario agropecuario, se ha convertido en uno de los principales impulsores de la despenalización de la marihuana en México. Por ello no pudo evitar celebrar cuando el 10 de marzo pasado la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de ley para legalizar el cannabis recreativo, una propuesta divisiva en un país marcado por una mortífera guerra contra el narcotráfico. “Felicidades, bien hecho con uso médico de ‘mariguana’”, escribió Fox en Twitter al día siguiente de la votación.

Fox, de 78 años, se muestra confiado en que la norma será ratificada en el Senado, un trámite que debería concretarse antes del 30 de abril. “Son detallitos nada más para publicar, ya es un hecho”, dice el exmandatario por el Partido Acción Nacional (PAN), quien se muestra animado por el hecho que México pueda convertirse en el mayor mercado de cannabis del mundo.

Pero Fox, quien ahora es miembro de la junta directiva de la compañía colombo-canadiense Khiron Life Sciences, dedicada a la marihuana medicinal, no siempre fue un activista de la despenalización de la marihuana. De hecho, presumía de que en los primeros meses de su gobierno se habían destruido 17.000 hectáreas de esta droga. “En esta vida todos son procesos que van evolucionando, las posiciones y las ideas”, comenta el expresidente mexicano en esta entrevista telefónica con La Tercera desde Guanajuato, donde analiza el impacto de la nueva normativa en un país donde el uso medicinal de la marihuana ya fue aprobado en 2017.

En 2014 usted dijo a La Tercera que “si no hay regulación, la legalización de la droga va a ser un fracaso total”. A la luz de la reciente aprobación en la Cámara de Diputados de México del proyecto de ley para legalizar la marihuana recreativa, ¿cuál es su opinión?

Es un poco tarde, pero muy bienvenido, muy necesario. Y la ventaja de esta aprobación tardía en México es que ya se conocían todas las regulaciones y las legalizaciones en otros países y, por tanto, se aprovechó muy bien esa experiencia de otros lugares. Entonces creo que el resultado es una buena ley que cumple con la necesaria legalización. Además, México ahora ya tiene las dos legalizaciones, la de uso médico y la de uso recreacional. Esto le da una gran ventaja frente a otros países. México se convierte con esto, seguramente, en el segundo país más grande en consumo después de Estados Unidos y con la población que tenemos va a ser un mercado muy grande, muy atractivo, que va a generar muchos empleos, que va a atraer buena cantidad de inversión y que va a llevar buenas soluciones de salud a los usuarios de este tipo de medicamentos.

Usted habla de que fue una aprobación “tardía”. ¿A qué cree que se debió eso?

Depende mucho de las autoridades y un poco de la audacia de los gobiernos. Muchos dieron demasiado tiempo, teniendo temor de que la opinión pública no aceptara bien la legalización, y este es el caso de México. Inclusive, la Secretaría de Salud ha estado muy reticente, ha estado muy a la defensiva. Y el gremio médico en México, las enfermeras, los doctores, lo mismo, están poco informados y normalmente toman una actitud negativa. Yo creo que eso es lo que demoró el proceso, además que un gobierno central, un Presidente, no da el paso adelante si no está seguro de que va a ser bien recibido por la opinión pública. Entonces ya hoy el 55% de la opinión pública en México es favorable a la apertura y a la legalización.

¿Entonces la ratificación de la ley en el Senado es un mero trámite?

Sí, así es, porque ya lo han anunciado el Presidente, la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores. El proceso y la aprobación en pleno ya está. Entonces son detallitos nada más para publicar, ya es un hecho. Esto es una realidad. Y qué bueno que así sea. Y empresas como Khiron, que ya tienen una oficina aquí, han venido haciendo su tarea, no sólo de prepararse para la apertura del mercado, sino de montar sus redes y estructura de clínicas de salud. Khiron tiene todo listo y estoy seguro de que vamos a estar facturando las primeras ventas este año.

Además de las resistencias que usted señalaba en el gremio médico, algunos expertos advierten sobre el cumplimiento de la ley debido al grado de corrupción que afecta a México. ¿Cómo lo ve usted?

Llevo 10 años de activista en este tema, una cosa que puedo dar testimonio es que una vez que se legaliza y empieza un nuevo mercado en manos de empresarios y de agricultores y del gobierno mismo, es el lado bueno de esta industria el que empieza a dominar y absorber el lado malo de la industria, la parte que ha estado en manos de criminales y carteles que han hecho de la planta de la marihuana un motivo de violencia, de muerte. Una vez que se los arrebatas y se pasa a ser legal, ellos van dejando ese negocio o inclusive se van integrando con otra cara, porque prefieren estar en un mercado legal que les permita ganar dinero como a cualquier otro inversionista y dejar a un lado la violencia, las muertes y los pleitos entre carteles. Por eso estoy seguro de que la violencia se va a reducir significativamente en México debido a esta legalización.

La última encuesta de adicciones en México, de 2018, alerta sobre los altos grados de consumo de tabaco y alcohol existentes entre los menores de 12 a 17 años. ¿Le preocupa que este segmento pueda convertirse en consumidor de marihuana, si bien la ley solo habilita a los mayores de 18 años?

Ciertamente me preocupa y nos preocupa a todos que este mercado se conduzca, que esta industria avance con estándares de ética y estándares de moralidad, que se respeten las reglas, las regulaciones a fondo. Porque de otra manera, efectivamente, hay mucho que perder para esta industria. El gran reto en este momento de la industria, en cuanto es legalizada, es doble. Primero, un gran programa de difusión, de información, de educación. Y segundo, el otro lado de esta campaña es precisamente a los jóvenes y a los usuarios potenciales, porque necesitan conocer de qué se trata, necesitan conocer el producto para consumirlo con moderación y correctamente.

La consultora Grand View Research estima que el mercado del cannabidiol en México podría bordear los US$ 275,8 millones en 2025. Ya que el negocio es tan atractivo, ¿cómo se puede evitar que los carteles narcos obtengan licencias legales que les permitan comercializar estos productos?

Es posible que eso suceda, pero si acaso las obtienen y se meten a este lado legal, correcto, transparente de manejar esta industria, pues es para bien. Lo que no pueden hacer es meterse acá al lado bueno y seguir haciendo acciones criminales, eso no les va a funcionar.

Uno de los objetivos de la nueva ley es “reducir la incidencia delictiva vinculada con el narcotráfico”. A su juicio, ¿la legalización de la marihuana efectivamente puede ayudar a reducir los niveles de violencia que afectan hoy a México?

La ley en sí misma no. Bueno, tiene un efecto. En lo que los gobiernos tienen que trabajar es en todo lo que les obligan sus Constituciones, sus leyes y sus ciudadanos, que tienen que luchar frontalmente en contra de la violencia y en contra del crimen. Esa tarea no debe suspenderse, eso debe de continuar. Pero mientras se abre una gran puerta de solución, que son estos procesos de legalización.

Pero los críticos de este proyecto dicen que no va a solucionar el problema de la violencia narco en México, porque la marihuana no es uno de los principales negocios de los carteles.

Es un paso adelante, no resuelve todo. Por un tiempo los carteles se han diversificado mucho, no solo dentro de los mercados de drogas ilegales y dañinas. Se han diversificado con crímenes en general. O sea, el frente del combate al crimen y a la violencia tiene que continuar con un Estado democrático fuerte. Por otro lado, en este camino de legalizar primero la marihuana, ya estoy promoviendo en México que pasemos a legalizar la amapola, que es la otra florcita de la cual sacas morfina. Entonces, probablemente, ese es un siguiente paso.

¿Y usted sigue siendo contrario a la vía armada para solucionar el tema de la violencia narco en México, por ejemplo, con el uso del Ejército en las calles?

Siempre, siempre estoy en contra de eso. Tiene que haber buenos cuerpos de seguridad, buenos cuerpos policíacos y no meter al Ejército en una lucha que no le corresponde. Sigo en esa misma línea.

¿Cuál cree que va a ser la reacción de EE.UU. al quedar entre dos países que han legalizado el uso tanto recreativo como medicinal de la marihuana?

No le queda otro camino, va a avanzar hacia la legalización federal. No sólo está Canadá y México, están 20 o 25 estados de la Unión Americana que ya aprobaron también. Entonces Estados Unidos está un poco en un conflicto de autoridad entre lo federal y lo estatal. Ya en el Congreso de Estados Unidos cada día se habla más y más de ese posible gran paso de legalizar a nivel federal. Yo creo que lo van a hacer, no lo pienso en meses, pero sí en un par de años.

Usted reconoce que solo después de dejar la Presidencia se transformó en activista por la legalización de la marihuana. ¿Qué fue lo que le hizo cambiar de opinión?

En esta vida todos son procesos que van evolucionando, las posiciones y las ideas. Hasta el final de mi administración, México jamás tuvo antes el bajo nivel de criminalidad que alcanzamos en mi gobierno. Bajamos el índice de criminalidad a nueve delitos por cada 100 mil habitantes. Hoy anda arriba de 30 en México, o sea, 300% más alto. Entonces cumplí con lo que fue mi tarea, que entonces era darles seguridad a los ciudadanos y era combatir la droga. ¿Cuándo cambié de opinión? Cuando empecé a viajar después de la Presidencia, a darme cuenta de que el proceso de legalizar sí nos lleva a un gran paso adelante para ir reduciendo la violencia, para ir cambiando los mercados de criminales a empresarios. Entonces no hay incongruencias.

Además de su participación en Khiron, el diario El Universal señala que también firmó un convenio con la empresa Paradise para participar en 400 tiendas especializadas en productos legales de cannabis en México. ¿Cree que puede ser criticado por aparecer por un lado como activista de la legalización y por otro estar relacionado con el negocio de la marihuana?

No veo ningún cortocircuito ahí. Es natural primero lograr la legalización y luego lograr la promoción y el desarrollo de los mercados. Y para eso lo hago, quiero hacer la tarea completa. Una vez terminadas estas fases, de que ya se establece esta industria, de que ya se legalizó, de que ya está dando sus beneficios, no necesariamente voy a seguir en eso. Estaré haciendo lo que hago hoy, que son fundaciones a las que me dedico al 100%. Pienso que reducir la violencia, reducir el crimen es bueno para la comunidad, para todo el mundo. Pienso que generar industrias que dan empleo, que atraen inversión, es bueno para la comunidad, para México.

Además de la amapola, usted ha señalado que el próximo paso sería legalizar todas las drogas. ¿Cree que México está preparado para eso?

No, cada cosa a su tiempo. Mi concepto de que todas las prohibiciones deben de terminarse obedece a otro principio ético y moral, que es la libertad. Y por eso pienso que, sin ser yo una persona que promueve abortos, que promueve drogas, lo que tenemos que respetar todos es que la persona ejerza su libertad de acuerdo a sus valores, a la ética, a la moralidad de sus acciones. En ese terreno, estoy en contra de todas las prohibiciones.

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