¿Ha conversado con su familia y amigos sobre el proceso de cambio constitucional? ¿Ha mirado programas de televisión o ha leído noticias que aborden temas del proceso constituyente?
Esas son algunas de las preguntas que desde abril de este año hasta agosto, ha realizado la empresa de estudios de opinión Criteria a través de sus estudios mensuales llamados “Agenda Criteria”. Y que junto a otras cuatro interrogantes han servido para formar un indicador muy importante para analizar el momento actual: qué nivel de involucramiento tiene la ciudadanía en el proceso constituyente.
Ese indicador, presentado como una nueva entrega de la medición “Zoom de ReConstitución” -proyecto que agrupa a Criteria, la Cámara Chilena de la Construcción y La Tercera- se creó entre quienes respondieron “frecuentemente” a las preguntas sobre si se han informado del cambio constitucional -a través de medios de comunicación y redes sociales- si han conversado con su familia y amigos del tema y también quienes “tratan de convencer a alguien” sobre la postura propia. O sea, este es un índice de personas con alto nivel de involucramiento en el proceso constituyente.
La encuestas mensuales -”Agenda Criteria”- son encuestas nacionales a población mayor a 18 años y con un muestreo aleatorio estratificado por cuotas en panel online. En la medición de abril fueron 1.592 los encuestados, en mayo 1.532, en junio 1.598, en julio 1.026 y en agosto 1.551.
Y, en ese sentido, si en abril -cuando se realizó la campaña de los candidatos a la Convención- el total de personas que respondieron “frecuentemente” a las preguntas mencionadas eran un 38% de los encuestados, en agosto esa cifra bajó a 29,3%, una caída de once puntos porcentuales.
“El involucramiento con la Convención ha ido disminuyendo en el tiempo, lo que, pudiendo ser natural a todo proceso, es también una voz de alerta: con el paso de los meses, la ciudadanía está menos enfocada e interesada en la Convención. O, dicho de otra manera, está más desafectada”, comentó Cristián Valdivieso, director de Criteria.
En tanto, en mayo se presentó el mayor nivel de involucramiento, el mes en que se realizó la elección de los 155 constituyentes, llegando a un 41,1%. Asimismo, en junio este bajó a un 35,8%, mientras que en julio, mes en que comenzó a sesionar la Convención, llegó a un 33%.
Valdivieso también alerta que la baja del involucramiento y la posibilidad de que la ciudadanía no se informe sobre el tema, pueda repercutir en un aumento de noticias falsas.
“Un menor involucramiento de las personas, también supone un mayor riesgo de afectación del proceso de cara a la ciudadanía mediante noticias falsas. Con menos lectura directa de noticias, conversación e intercambio de puntos de vista sobre el curso de la Convención, las personas están en mayor medida a merced de noticias falsas de diversa índole. Igualmente, más expuestas a los temas menos relevantes, pero más bulliciosos, como aquellos que polarizan o la dinámica de adversarios de algunos y algunas constituyentes. Justamente aquellos temas que explican el rechazo de un porcentaje importante de la población al desempeño de la población”, comentó.
Por su parte, para el académico y economista de la Universidad de Chile, Guillermo Larraín, la baja es esperable. “Esto refleja una cosa que es más o menos esperable que es que, a medida que se instala la Convención y el debate público de alguna forma va entrando en detalles un poco menos glamurosos, es que debiera haber un nivel de involucramiento que debiera bajar. Yo no haría todavía al menos la extensión de decir que está correlacionado con el prestigio, pero sí hay que tener cuidado, porque lo que uno quisiera en un proceso tan participativo como este es que la participación y el involucramiento sea alto”, señaló.
Asimismo, para el abogado y director ejecutivo de Idea País, Pablo Valderrama, la disminución de personas involucradas es natural a los procesos políticos. “Los procesos políticos son así. Tienen un primer minuto de mucho expectación y luego tiende a decaer. En el caso de la Convención, es evidente que eso ha estado marcado también por una serie de acontecimientos que manchan esas expectativas. Por ejemplo la declaración sobre los supuestos presos políticos o la discusión en torno a las asignaciones”, agregó.
¿Una elitización del proceso constituyente?
El estudio además se desglosó por género, nivel socioeconómico, edad y pensamiento político. En la primera división se aprecia que las mujeres están menos involucradas en el proceso constituyente en comparación con los hombres.
Ya que mientras un 31,8% de los participantes masculinos demostraron tener un nivel alto de involucramiento en agosto, las mujeres alcanzaron 27,1%. Cabe destacar que tanto hombres como mujeres con un involucramiento alto disminuyeron considerablemente en comparación a abril de este año, mes en que presentaron un 41,2% y 34,8% respectivamente.
Desde que se comenzaron a realizar las preguntas para medir el involucramiento, el grupo socioeconómico ABC1 ha liderado el nivel de involucramiento en el proceso constituyente. En agosto, dentro de ese grupo, un 40,2% de los encuestados presentaron un nivel alto. En contraste, en el mismo nivel, el grupo C2 presentó un 35,7%, el C3 un 29,8%, mientras que el D un 21,2%.
Valdivieso hace ver que las bajas en el involucramiento de grupos socioeconómicos como el C3 y D puede generar que solo se interesen los grupos socioeconómicos más altos. “El indicador nos muestra que, pese al foco paritario y el marcado prisma de género de la Convención, ésta genera más involucramiento masculino que femenino. Al mismo tiempo, los grupos de más ingresos de la población se involucran más con el proceso. Particularmente bajo es el involucramiento de los grupos D o pobres, evidenciando un grado importante de elitización del proceso constituyente”, agregó Valdivieso.
Para Valderrama, en tanto, los datos son coherentes con las teorías sobre conformación de la opinión pública. “A medida que deja de ser relevante involucrarse en política, porque ya no pasa por las personas el tener que tomar una decisión, como pasa con las elecciones, disminuye el alto involucramiento. Situación que se da en mayor medida en el caso de las personas de menor nivel socioeconómico”, dijo.
En cuanto a los grupos etarios, por primera vez desde que se comenzó a implementar la encuesta, las personas entre los 18 y los 24 años fueron los que más presentaron un nivel alto de involucramiento, con 32%. En contraste, las personas entre 25 y 44 arrojaron un 29,9%, entre 45 y 59, un 26,1%, y los mayores de 60, un 30,2%. Es preciso señalar que todos los niveles etarios disminuyeron su nivel de involucramiento en comparación a abril de este año.
La división por pensamiento político
Desde que se comenzó a preguntar por el nivel de involucramiento en el proceso constituyente, quienes se identifican con ideas más de izquierda -en comparación a los de centro, derecha o que no se identifican con ninguno- han sido quienes mayoritariamente están más interesados en el cambio de Carta Magna.
Si en abril, entre quienes se consideran de izquierda, la cifra llegaba a un 58,8% de los encuestados, en agosto fue de 47,9%. Asimismo, entre quienes se identifican con la derecha en mayo alcanzaron un peak de involucramiento con un 34,9% de los consultados, mientras que agosto este fue de 31,5%.
“El involucramiento está claramente izquierdizado. Mientras las personas identificadas con la izquierda muestran el nivel más alto de involucramiento de la población (47,7%), las identificadas con el centro un 22,1%, con la derecha un 31,5% y las no identificadas en el eje izquierda-derecha sólo un 17,5%. Esta “izquierdización” del proceso es también una alerta importante de cara al necesario involucramiento de la población en su conjunto en la propuesta constitucional que emanará del órgano constituyente”, señaló Valdivieso.
Por su parte, Larraín agregó que llama la atención que el involucramiento haya caído en la izquierda. “Eso es llamativo porque a pesar de que sigue siendo el grupo que tiene más involucramiento, ha caído, mientras que los otros han subido. Entonces, es raro. Aún son números interesantes que nos llaman, por un lado, a preocuparnos, porque queremos que haya un involucramiento pero esos niveles porque de alguna forma pueden ayudar a un debate público en torno a los temas de la Convención y que sea de una alta calidad”, comentó el académico.