La sonda espacial japonesa, Hayabusa 2, llegó al asteroide en 2018 y ha realizado innumerables misiones con éxito. Entre ellas se destaca su aterrizaje en Ryugu, el posicionamiento de dos rovers de exploración en la superficie del asteroide e imágenes únicas de la zona.

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Rovers en Ryugu

Rovers en Ryugu[/caption]

Estas pruebas se realizan a 280 millones de kilómetros de nuestro planeta y en el video se puede observar el descenso del "Small Carry-on Impactor" gracias a las cámaras infrarrojas térmicas que llevan a bordo.

Operativo espacial

Los expertos programaron la bomba para que detonara 40 minutos después de la separación de la nave, así tendrían tiempo suficiente para alejarse del sector. Para que esto fuera posible, los japoneses dispararon una "cabeza de impacto" de cobre de dos kilogramos a una velocidad de dos kilómetros por segundo para crear el cráter.

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Trayecto de bomba

Trayecto de bomba[/caption]

Luego de liberar con éxito la cámara que registró las imágenes, se confirmó que la sonda se posicionó atrás del asteroide para evitar que fuera dañada por los escombros producto de la detonación.

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Superficie de Ryugu

Superficie de Ryugu[/caption]

Todo este operativo tiene como objetivo que, en un mes más, la Hayabusa 2 pueda aterrizar en el suelo de Ryugu y así recolectar materiales del cráter y comprobar si el asteroide contiene restos de sustancias orgánicas o agua.

Regreso a casa

La nave se mantendrá cerca del asteroide hasta diciembre de este año y luego bajará a la Tierra para aterrizar en Australia a fines de 2020.