Mientras Chris Gursky se encontraba de vacaciones con su esposa en Suiza, decidió volar por primera vez en ala delta. Sin embargo, su vuelo tuvo un vuelco inesperado, pues el piloto que lo asistía olvidó amarrarlo al vehículo.
A los pocos segundos de saltar desde unos 1200 metros de altura, el turista se dio cuenta que su arnés no estaba asegurado y debió afirmarse con sus propios brazos para no caer al vacío.
El isntructor intentó sujetarlo con un brazo y planear con el otro, mientras hacía las maniobras necesarias para lograr un aterrizaje más rápido.
"El piloto me agarró la mano, pero al igual que en las películas, mi mano derecha se deslizó y agarré otra correa de su lado izquierdo, pero esto también se me escapó. (...) Durante dos minutos, 14 segundos, tuve que esperar por mi vida. El aterrizaje fue duro, pero viví para contar la historia", dijo Gursky a DailyMail.
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Chris Gursky tras la operación[/caption]
Al acercarse al suelo, Chris se soltó y se rompió el tendón del bíceps izquierdo. Además tuvo que someterse a una cirugía en la muñeca derecha por una fractura que requirió una placa de titanio y siete tornillos.