¿Cómo los cambios climáticos de un punto en el mundo puede alterar las condiciones de otras zonas que están a miles de kilómetros? La respuesta radica en el Ártico, donde las temperaturas se han elevado casi al doble en comparación al resto del planeta en los últimos años, lo cual además ha generado cambios en el comportamiento de las corrientes frías y cálidas.
En los últimos 40 años el Ártico ha perdido casi 3/4 partes de hielo. Éste se derrite y convierte una superficie reflectante en una que absorbe calor. Sin el hielo, más agua se evapora y se potencia la producción de gases de efecto invernadero.
La gravedad tiende a mover el aire cálido de los trópicos a los polos, donde la atmósfera es más estrecha y genera corrientes en el proceso, pero como la Tierra rota ese aire se mueve de este a oeste y se crea lo que se conoce como "corriente en chorro".