El mundo se encuentra en estado de alerta, mientras el tiempo transcurre y el oxígeno de la embarcación submarina Titán, operada por OceanGate, se agota.
Frente a esta situación, Michael Guillén, reveló su propia experiencia cuando se convirtió en el primer corresponsal de televisión en visitar los restos del naufragio del Titanic en un submarino el año 2000.
Las imágenes compartidas por Guillén, cuentan cómo su embarcación quedó repentinamente atrapada debajo de la popa. La tripulación intentó dar marcha atrás, lo que produjo un golpe que soltó trozos de escombros flotando en el agua.
El submarino en el que iban se llamaba Mir 1, construido en 1987, el cual fue envuelto en una corriente submarina que lo llevó a estrellarse contra una hélice del Titanic.
Tras 30 minutos y de varios intentos por mover el submarino hacia delante y hacia atrás, el exeditor de ABC, pensó que no lo lograrían.
Sin embargo, declaró que sintió como una presencia invisible hubiera entrado en el barco sumergible. Poco después, todo quedó en completo silencio, y al cabo de unos minutos, el motor también dejó de rugir. Pronto, estaban flotando nuevamente.
Guillén lo describe como que “experimentó la presencia de y la paz de Dios, justo cuando estaba resignado a despedirme de mi vida con un beso”.
De momento, el submarino de OceanGate tiene suficiente oxígeno para aguantar bajo el agua hasta las 12 p.m. de este jueves.