El choque, que dejó dos muertos, fue en el aeropuerto municipal de Marion, a unos 80 kilómetros al noreste de Indianápolis; el accidente involucró a una pequeña avioneta privada, que posterior al impacto comenzó a incendiarse. La otra aeronave, un poco más grande, terminó con la cola completamente destrozada.
Un Cessna 150 era el que transportaba a las dos personas fallecidas. Los otros 5 pasajeros que viajaban en el jet privado resultaron heridos. Es importante mencionar que este pequeño aeropuerto no cuenta con una torre de control de tráfico aéreo, lo cual compromete aún más los aterrizajes y despegues; los pilotos deben comunicarse a través de una frecuencia de radio común. El forense del Condado de Grant, Chris Butche, detalló que el avión más pequeño se estrelló e incendió, lo que dejó al piloto y a un pasajero como víctimas fatales.
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