Un registro capturado con drone en Totalán, España, da cuenta de los esfuerzos de los equipos de rescate para salvar al niño de dos años que cayó a un pozo de más de 100 metros de profundidad hace una semana.
El pequeño Julen cayó en una excavación ilegal de 107 metros, que fue construida para buscar de agua y luego abandonada sin mantenimiento. El agujero tiene 25 centímetros de diámetro, por lo que ningún adulto cabe.
Para sacar al niño, las autoridades están realizando una perforación vertical paralela. Una vez terminada la excavación, un grupo de mineros creará un pasadizo horizontal de entre 3,5 y 4 metros.