Las fiestas de los pueblos en España se multiplican en verano, pero el maltrato animal permanece como una atracción más en muchos municipios españoles.
Durante esta semana, desde el 11 hasta el 15 de agosto, se ha celebrado los eventos del toro embolado, en la localidad al sur de Benicasim y al norte de Almazora.
Embolar con fuego consiste en inmovilizar al toro por la cabeza con cuerdas, contra un pilón de madera, y para dirigir al toro hasta el lugar, el animal es arrastrado con las mismas sogas a la fuerza.
Sin embargo, durante la última exhibición de El Grau de Castellón, el segundo de los cinco toros salió del cajón con una herida abierta y sangrante en el hocico, lo cual generó angustia en el público.
En las imágenes difundidas por el Partido Animalista PACMA, se puede observar cómo el toro es agarrado por los cuernos, a los que también se les prendió fuego, y además, se le agarró de las fosas nasales.
Desde el partido, aclararon en un comunicado que se desconocía el origen de la herida, la cual podría haber sido ocasionada por el propio animal, durante su estancia dentro del cajón donde son transportados, pero recalcaron que “no debería haber sido embolado en ese estado y apelamos a la responsabilidad del Ayuntamiento de Castellón por permitir la celebración de festejos que implican crueldad con los animales.”