El incendio en Palisades, consumió 6.406 hectáreas y cientos de estructuras en las colinas entre Santa Mónica y Malibú, avanzando por el Cañón Topanga hasta llegar al Océano Pacífico.
Las autoridades ordenaron la evacuación de más de 100.000 personas debido a que los vientos con fuerza de huracán, obstaculizaron las operaciones de extinción de incendios y propagaron las llamas que han arrasado con viviendas y parte de la vegetación desde que comenzaron los incendios el martes.
Los incendios se produjeron en un momento especialmente vulnerable para el sur de California, que no han visto precipitaciones significativas durante meses.
Los expertos señalaron que los incendios que estallaron fuera de la temporada tradicional de incendios forestales, marcan el último de los fenómenos meteorológicos extremos que probablemente se intensificarán aún más a medida que las temperaturas globales sigan aumentando en las próximas décadas.